Apenas puede construir uno propio. O que el Congreso se lo financie. Aún así, Donald Trump ahora exporta su idea de levantar muros para frenar la inmigración. Se lo sugirió al ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Le aconsejó, según palabras del propio canciller, «construir un muro alrededor del Sahara» . En una intervención en el Club Siglo XXI de Madrid sobre el futuro de Europa, el ministro socialista opinó que la Unión Europea (UE) debe afrontar de manera conjunta los grandes retos a los que se enfrenta, como es el de la inmigración, si no quiere «diluirse».
«Y eso no lo vamos a resolver a lo (Matteo) Salvini (el ministro del Interior italiano), ‘cierro los puertos’, como tampoco es solución construir un muro alrededor del Sahara, como me propuso Trump», opinó Borrell. «¿Usted sabe cómo es de grande el Sahara? No puede ser más grande que la frontera con México», contó el ministro español que le replicó Trump, en referencia a su promesa electoral de construir un muro en los más de 3.000 kilómetros de frontera con México para evitar la llegada de inmigrantes latinoamericanos.
Un plan semejante en el Sahara, sin embargo, sería un poco más complicado por el hecho de que España apenas tiene un par de pequeños enclaves en el norte de África (Ceuta y Melilla), y un muro como el que propone Trump debería construirse en territorio extranjero. Borrell hizo sus comentarios durante un almuerzo en Madrid esta semana, ampliamente difundido por los medios españoles. «Podemos confirmar que eso fue lo que el ministro dijo, pero no vamos a hacer más comentarios sobre sus declaraciones», aclaró un vocero de la cancillería española.
Se estima que Trump recomendó la idea del muro a Borrell cuando el canciller acompañó a al rey Felipe VI y al a reina Letizia a la Casa Blanca en junio. España se encuentra en la primera línea del frente en lo que se refiere a inmigración, con más de 33,600 inmigrantes y refugiados llegando por mar en lo que va del año. Más de 1,700 murieron en el intento.
Borrell se refirió en su discurso en Madrid, entre otros retos que afronta la UE, al «espectacular» crecimiento en Europa de la población africana en los próximos años, tras la llegada de cientos de miles de inmigrantes.
Para el ministro español, el problema de la inmigración en Europa «no se va a resolver en un futuro próximo, porque es identitario, cultural, de la capacidad de absorber al diferente», y esa es una tarea para la que «las sociedades europeas no están estructuradas».