Los audífonos podrán adquirirse sin receta médica en todo el país a partir del lunes, cuando entra en vigor una regulación que podría reducir en gran medida los costos asociados a su compra. Se estima que 30 millones de estadounidenses podrían beneficiarse de estos dispositivos que amplifican los sonidos, pero actualmente apenas 1 de cada 5 los usa, en gran medida por el elevado precio.
Desde hoy, las personas con pérdida auditiva de leve a moderada podrán adquirir aparatos para el oído sin tantas trabas como las que había hasta ahora.
Gracias a una nueva regulación que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) que anunció a mediados de agosto, estos dispositivos que amplifican los sonidos y, en consecuencia, mejoran notablemente la calidad de vida de personas con cierto grado de sordera, serán de venta libre.
Es decir: no hace falta tener receta médica o someterse a evaluaciones específicas para adquirirlos. Están disponibles, con aval de seguridad y efectividad, sin mayores restricciones en Internet y tiendas, lo que abaratará los costos para estos pacientes.
No son pocos: se estima que 30 millones de adultos estadounidenses podrían beneficiarse de aparatos para el oído, pero apenas 1 de cada 5 los usa actualmente en gran parte por barreras económicas.
Respondemos algunas dudas básicas sobre la cuestión:
¿Para quién es la nueva normativa?
La nueva norma se aplica a los productos destinados a los adultos mayores de 18 años que creen tener una discapacidad auditiva de leve a moderada.
Esto podría incluir a las personas que tienen problemas para oír en grupo o por teléfono, que necesitan subir el volumen de la televisión más que los demás y cuyos amigos y familiares dicen que no entienden el discurso con regularidad o que piden a los demás que repitan, según la asociación sin ánimo de lucro Hearing Loss Association of America (HLAA).
Los dispositivos auditivos de venta libre no serán adecuados para niños o personas con deficiencias auditivas graves, que seguirán requiriendo prescripción médica.
¿Hará falta un examen médico?
No será necesario someterse a examen médico, ni obtener una receta. Esto tiene sus desventajas: el hecho de que un profesional te adapte un audífono en función de tus necesidades individuales y que el médico controle la evolución de tu pérdida de audición puede resultar importante.
Pero la directora ejecutiva de la HLAA, Barbara Kelley, dijo que si las nuevas normas hacen que más personas compren audífonos, es algo positivo. «Cuando alguien descubre que tiene una pérdida de audición, suele esperar de cinco a siete años antes de comprarse un audífono», dijo Kelley a NPR. «Así que si inspira o motiva a la gente para que dé ese primer paso más pronto que tarde es positivo», añadió.
¿Cuánto ahorraré con la nueva medida?
En el pasado, el aparato en sí sólo suponía un tercio de lo que una persona gastaba en un audífono. El resto del precio se destinaba a las citas con el médico y otros servicios médicos, y Medicare y los seguros médicos no suelen cubrir el coste de los audífonos.
Ahora, las personas con pérdida de audición podrían ver una importante reducción en lo que pueden pagar por un audífono, de 3,000 dólares según la Casa Blanca. Lo que sí perderán estos compradores es el asesoramiento de los profesionales médicos.
¿Cuándo comenzarán las ventas?
La cadena de farmacias Walgreens dijo que planeaba vender audífonos Lexie Lumen por 799 dólares, mientras que Walmart dijo que empezaría a vender audífonos en las tiendas y en línea a partir de 200 dólares, según Reuters.
Best Buy dijo que casi 300 de sus tiendas ofrecerán una «experiencia auditiva», que incluirá unos 10 audífonos de venta libre y PSAP, o productos de amplificación personal del sonido. Estos productos mejoran el sonido pero no tienen que cumplir las normas de la FDA, a diferencia de los audífonos, que tienen que cumplir las estrictas normas de la FDA en materia de etiquetado, fabricación y seguridad, al igual que otros dispositivos médicos.
¿Podré comprar online?
Tanto los audífonos existentes como los nuevos productos se podrán comprar en tiendas, farmacias y en línea.
Los expertos instan a los clientes a investigar. Las páginas web de las empresas pueden tener información más detallada sobre sus productos.
Además, los vendedores están obligados a incluir en la caja cualquier detalle sobre su política de devoluciones, si la tienen. Según la HLAA, el ajuste adecuado de un audífono puede llevar de tres a cuatro semanas.
La asociación también sugiere que se tenga en cuenta si el audífono requiere el uso de un smartphone para su funcionamiento y si la pila es recargable o de larga duración.
Además, los consumidores deben conocer la diferencia entre los audífonos y los productos de amplificación personal del sonido, que actualmente se venden sin receta médica y no están destinados a personas con pérdida de audición, sino a aquellas con audición normal que desean amplificar los sonidos, como los cazadores.
Cobertura de los seguros para el oído es muy pobre
Hasta ahora, los estadounidenses pagaban unos 5,000 dólares en promedio por obtener un aparato para el oído (lo que incluye el precio de la evaluación auditiva y el del dispositivo), pues la cobertura de los seguros médicos era bastante limitada y Medicare ni siquiera cubre el costo del aparato como tal .
Durante años, expertos médicos y consumidores abogaron por que se facilitara el acceso a ellos, algo que finalmente se materializó con la nueva regulación de la FDA, que venía gestándose desde 2017.
En un mundo cada vez más dominado por el uso de audífonos o ear buds, la pérdida auditiva se ha convertido en un problema creciente.
La Organización Mundial de la Salud estima que para 2050, 900 millones de personas en el mundo sufrirán de pérdida auditiva discapacitante, un 93% más que hoy en día, lo que en parte responde al uso indebido y extendido de dispositivos personales de audio.
La pérdida auditiva también con frecuencia se presenta en adultos mayores. Los Institutos Nacionales de la Salud estiman que 1 de cada 3 personas entre 65 y 74 años padece algún grado de sordera.
No escuchar bien puede afectar notablemente las interacciones sociales y causar problemas adicionales como depresión o aislamiento.
Una vez que los nervios auditivos mueren, no hay mucho que los médicos puedan hacer. La única solución en esos casos son aparatos que ayuden a escuchar mejor.