Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Costa Rica, Rodrigo Chaves, han abordado este martes en una reunión en la Casa Blanca maneras para reforzar y ampliar vías para la inmigración legal, ante el aumento de migrantes procedentes de América Central que quieren llegar a EE UU. Ambos han hablado también de los lazos económicos y la creación de empleo.
Al comienzo del encuentro en el Despacho Oval, Biden ha expresado su agradecimiento a su homólogo y a Costa Rica por su “liderazgo ante los desafíos migratorios” y asuntos como la lucha contra la delincuencia organizada. Por su parte, Chaves ha subrayado que el país centroamericano “es y seguirá siendo uno de los aliados más firmes en el mundo sobre sus intereses económicos y de seguridad”, que también son los de su país, según ha dicho.
Los dos países han visto llegar un flujo creciente de inmigrantes procedentes de otras naciones americanas. En el caso de Costa Rica, nueve de cada diez nuevos llegados son nicaragüenses que huyen de su país.
Washington ha puesto en marcha un plan para atajar la inmigración ilícita que entra por su frontera sur, en el que combina, de un lado, la dureza para aquellos que traten de llegar de manera ilegal y, del otro, la colaboración con México y los países centroamericanos para que los migrantes puedan solicitar permiso de acceso a Estados Unidos de manera segura y más cerca de sus países de origen. Costa Rica, donde se ha disparado el número de migrantes llegados tras cruzar la peligrosa selva del Darién, es una de las naciones que colaboran en esta iniciativa.
En junio, San José y Washington acordaron abrir una vía de entrada legal en Estados Unidos para los venezolanos y nicaragüenses que se encuentran entre los 240.000 solicitantes de asilo en el país centroamericano. Costa Rica cuenta con 5,5 millones de habitantes.
En concreto, los dos países acordaron lanzar, inicialmente durante un periodo de prueba de seis meses, el programa Movilidad Segura, que ya se aplica también en Colombia y Guatemala. Este proyecto evalúa la situación de refugiados y migrantes para su posible asentamiento en Estados Unidos, Canadá o España.
San José ha dado el visto bueno a construir dos centros donde los migrantes podrán presentar sus solicitudes, sin necesidad de que los interesados tengan que llegar a la frontera estadounidense. Hasta el momento se han registrado 38.000 personas, procedentes de Colombia, Guatemala y la propia Costa Rica. En torno a 2.000 han pasado al programa de refugiados en Estados Unidos.
El pacto busca reducir la presión sobre el sistema de acogida costarricense y evitar que la lentitud de los trámites en este país centroamericano motive a los solicitantes de asilo a renunciar a pedirlo allí y a encaminarse en cambio hacia la frontera estadounidense.
La visita de este martes de Chaves, un antiguo funcionario del Banco Mundial elegido presidente el año pasado al frente del Partido Progreso Social Democrático, y al que la Fiscalía de su país investiga por posible abuso de poder, es la primera de un presidente costarricense a la Casa Blanca desde que el entonces jefe de Estado de EE UU, George W Bush, recibió en el Despacho Oval a Óscar Arias.
“Algo que van a ver salir de la reunión bilateral de hoy será una asociación aún más cercana entre los dos países”, declaraba la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, inmediatamente antes del encuentro. Los dos presidentes, apuntaba, “desde luego van a abordar cómo seguir su colaboración para fortalecer nuestros lazos económicos y la resistencia e inclusividad de nuestras economías”.
También tenían previsto abordar la ciberseguridad y la lucha contra el narcotráfico. La influencia de los cárteles de la droga mexicanos y colombianos ha disparado las cifras de homicidios en Costa Rica: el año pasado se contabilizaron 656, un número sin precedentes, y en la primera mitad de 2023 se registraba un aumento del 42% con respecto al mismo periodo del año pasado. En febrero, EE UU donó 13,7 millones de dólares en equipo de seguridad, incluidos tres drones de vigilancia al país centroamericano.
Antes de acudir a la Casa Blanca, Chaves, que en su país ataca a la prensa que le critica, ofreció un discurso en el Instituto Estadounidense para la Paz, en el que hizo gala de las credenciales democráticas de su país en momentos en los que otros países de América Latina coquetean con giros autoritarios. Costa Rica, a la que Estados Unidos percibe como uno de los defensores más destacados de la libertades en la región centroamericana, copresidió la cumbre sobre la democracia de pasado mayo promovida por el presidente Biden, junto a Holanda, Corea del Sur y Zambia.
El presidente costarricense también tenía previsto abordar cuestiones económicas y comerciales, entre ellas el interés de su país en unirse al acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá.