Irlanda ha iniciado las excavaciones para buscar los restos de cerca de 800 bebés que podrían estar enterrados en una fosa séptica en las instalaciones del antiguo Hogar para Madres y Bebés St. Mary, en Tuam, condado de Galway.
Un equipo de 18 expertos, que incluye arqueólogos y científicos forenses de Canadá, Colombia, España y Estados Unidos, llevará a cabo las labores durante dos años. Este centro, que operó entre 1925 y 1961, estaba a cargo de las Hermanas del Buen Socorro.
La investigación de este caso se remonta a 1975, cuando dos niños vieron esqueletos de bebés en el lugar. Sin embargo, el horror fue revelado una década después por la historiadora Catherine Corless, quien descubrió que 796 niños murieron en el hogar entre 1925 y 1961, y solo dos tenían registro de entierro.
Una excavación preliminar en 2017 avaló su hipótesis al encontrar restos humanos, y ahora se busca analizarlos, identificarlos y darles un entierro digno.
Un informe de 2021 de una comisión nacional de investigación reveló alarmantes niveles de mortalidad infantil en instituciones similares en Irlanda, con alrededor de nueve mil niños fallecidos entre 1922 y 1998 en 18 centros analizados. Las muertes se atribuyeron a enfermedades no tratadas, malnutrición y malas condiciones sanitarias.
Las Hermanas del Buen Socorro, que se comprometieron a colaborar con el fondo de compensación del gobierno con 12.97 millones de euros, han pedido disculpas públicas, admitiendo que los niños fueron enterrados de manera «irrespetuosa e inaceptable». El gobierno irlandés también ha asumido su responsabilidad y se ha disculpado públicamente.