La Administración del Seguro Social está lista para implementar nuevas reglas que facilitarán el acceso a ciertos beneficios y aumentarán los pagos a algunos beneficiarios.
Los nuevos cambios aplicarán a la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI), que proporciona cheques de beneficios mensuales a más de 7 millones de estadounidenses. Esos beneficios son para personas mayores de 65 años en adelante, o adultos y niños discapacitados o ciegos que tienen pocos o ningún ingreso o recursos.
“Ya sabemos que el pago de los beneficios disponibles para quienes reciben SSI son increíblemente bajos”, señaló Lydia Brown, directora de políticas públicas del Instituto Nacional de Discapacidad. “No son tan altos como podrían ser para cubrir plenamente las necesidades que tiene la gente”.
El pago federal máximo mensual de SSI es actualmente de 943 dólares por persona elegible y de 1,415 dólares por persona elegible y su cónyuge elegible.
Los cambios, que entrarán en vigor el 30 de septiembre, son un “paso positivo en la dirección correcta”, aseguró Brown.
Se amplía una definición que hará elegibles para ayuda a más hogares
La agencia anunció el jueves una nueva regla para ampliar la definición de hogar con asistencia pública. Ahora, se incluirán los hogares que reciben pagos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) y aquellos donde no todos los miembros reciben asistencia pública.
Con el cambio, más personas pueden calificar para pagos de SSI, los beneficiarios actuales pueden recibir pagos más altos y las personas que viven en hogares que reciben asistencia pública tendrán menos requisitos a la hora de llenar sus informes, según la Administración del Seguro Social.
La política anterior requería que todos los miembros del hogar recibieran asistencia pública.
Un hogar que recibe asistencia pública se definirá como aquel en el que haya un solicitante o beneficiario de SSI, así como al menos otro miembro que recibe una o más formas de pagos públicos suplementarios a los ingresos.
“Al simplificar nuestras políticas e incluir un programa adicional dirigido a familias de bajos ingresos, como el SNAP, estamos eliminando barreras importantes para acceder al SSI”, explicó el comisionado del Seguro Social, Martin O’Malley, en un comunicado. “Estos cambios promueven una mayor equidad en nuestros programas”.
La definición de hogar con asistencia pública no se había actualizado en mucho tiempo, de acuerdo con Darcy Milburn, directora de Seguridad Social y políticas de atención médica de The Arc, una organización sin fines de lucro que atiende a personas con discapacidades intelectuales y del desarrollo.
“Yo caracterizaría esto simplemente como una buena política y cambios de sentido común para actualizar esta definición”, agregó Milburn.
De hecho, hay muchas formas en las que el SSI todavía funciona bajo reglas ideadas en la década de 1980, de acuerdo con Brown, del Instituto Nacional de Discapacidad.
Y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria es el primer beneficio público de su tipo que se ha agregado a la definición de hogar de asistencia pública desde ese entonces, según la Administración del Seguro Social.
Otros cambios de reglas
La Administración del Seguro Social también está trabajando para reajustar prácticas obsoletas a través de otras dos normas, que entrarán en vigor el 30 de septiembre.
Un cambio ampliará la política de subsidio de alquiler del SSI para que sea menos probable que una persona sea rechazada o reciba un monto menor en su mensualidad del SSI por tener algún descuento en su tarifa de alquiler u otra asistencia relacionada con este pago.
Esa política, que ya estaba en vigor en siete estados, se aplicará a nivel nacional.
Otro cambio hará que la Administración del Seguro Social ya no cuente la asistencia alimentaria como parte del apoyo que los beneficiarios reciben de otras fuentes y que pueden reducir los montos de sus beneficios del SSI.
La Administración del Seguro Social realiza un seguimiento de los recursos que reciben los beneficiarios del SSI, aparte de sus beneficios federales, conocidos formalmente como ISM.
El propósito del ISM es reducir los beneficios del SSI si un beneficiario recibe apoyo de familiares y amigos, al tratarlo como un ingreso no derivado del trabajo, dijo Milburn.
Ese apoyo puede reducir el beneficio mensual de un individuo hasta en un tercio, agregó Milburn. Y debido a que la Administración del Seguro Social realiza un seguimiento de esos datos cada mes, es mucho lo que la agencia debe monitorear, dijo.
Cuando los cambios entren en vigor este otoño, los beneficiarios del SSI deberían notar que tienen menos papeleo que completar, reciben pagos mensuales más precisos y enfrentan menos cargas administrativas, indicó Milburn.