Una nueva complicación se presenta en las relaciones aéreas entre Estados Unidos y México. El Departamento de Transporte de Estados Unidos procederá a cancelar 13 rutas de aerolíneas mexicanas, ya sea en operación o a punto de comenzar vuelos hacia su territorio, como respuesta al incumplimiento de México de un pacto de transporte aéreo establecido en 2015. La reciente directriz del Gobierno estadounidense también suprime todos los servicios conjuntos entre Estados Unidos y el aeropuerto internacional Felipe Ángeles de México (AIFA).
En un comunicado difundido el martes, el secretario de Transporte, Sean Duffy, destacó que esta acción fue motivada por el «continuo abuso» de México respecto al Acuerdo de Transporte Aéreo firmado entre Estados Unidos y México hace diez años.
Además, esta disposición congela cualquier intento de expansión de los servicios de las aerolíneas mexicanas entre Estados Unidos y el Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM) en Ciudad de México. «Joe Biden y Pete Buttigieg actuaron con demasiada suavidad frente a México cuando ignoraron nuestro acuerdo bilateral de aviación. Estas pactos son obligatorios y, al igual que nuestros tratados comerciales, el presidente Trump dará prioridad a Estados Unidos y se asegurará de su cumplimiento», afirmó Duffy en su declaración. La resolución de Estados Unidos impacta vuelos ya existentes, así como rutas planeadas para ser inauguradas por las aerolíneas Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus entre octubre y diciembre, que representa un periodo pico para el sector. Esta medida tiene un impacto considerable, dado que el mercado estadounidense recibe aproximadamente el 70% de los turistas internacionales que se desplazan hacia o desde México.
Según las declaraciones de las autoridades estadounidenses, las rutas afectadas comprenden los vuelos de Aeroméxico que conectan Ciudad de México con San Juan, Puerto Rico; así como la ruta entre el aeropuerto Felipe Ángeles y las localidades texanas de Houston y McAllen. También fueron cancelados los vuelos de Volaris desde la capital mexicana hacia Newark, Nueva Jersey; además de las rutas propuestas por Viva Aerobus desde el aeropuerto Felipe Ángeles hacia Austin, Texas; Nueva York-JFK; Chicago-O’Hare; Dallas/Fort Worth; Denver-Houston; Los Ángeles; Miami; y Orlando, Florida.
Desde julio del año pasado, la Administración de Trump había advertido sobre un impacto negativo en el sector aéreo mexicano tras la percepción de que el país había infringido su acuerdo de aviación bilateral desde el 2022. Ese año, el entonces gobierno de Andrés Manuel López Obrador redujo las franjas horarias de aterrizaje y despegue del AICM, obligando a las aerolíneas de carga estadounidenses a trasladar sus operaciones al AIFA. Ante este primer aviso de alerta, a mediados de septiembre, el DOT ordenó la finalización de la alianza entre Delta y Aeroméxico, al considerar que representaba una relación comercial perjudicial para las demás aerolíneas estadounidenses, una resolución que ha sido impugnada por las empresas involucradas.
La autoridad declaró que estas acciones son el resultado de años de supuestas infracciones por parte de México, incluyendo la anulación de franjas horarias para aerolíneas estadounidenses en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, así como la reubicación obligatoria de las operaciones de carga estadounidenses al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, ubicado en el Estado de México. Estados Unidos manifiesta su disposición a reconsiderar su determinación de anular las rutas si México reestablece su cumplimiento total con el acuerdo aéreo de 2015. “Hasta que México cese sus comportamientos evasivos y cumpla con sus obligaciones, continuaremos demandando su responsabilidad. Ninguna nación debería beneficiarse a expensas de nuestros transportistas, nuestro mercado y nuestros pasajeros sin enfrentar consecuencias”, concluyó Estados Unidos.
Rogelio Rodríguez, especialista en derecho aeronáutico de la UNAM, señala que la directiva de Estados Unidos en contra de la aviación mexicana debe ser atendida con celeridad por el gobierno de Claudia Sheinbaum, dada la repercusión económica que un veto de tal dimensión ocasionará justo antes de las festividades decembrinas y en preparación para la próxima edición del Mundial de Fútbol 2026. “La presidenta Sheinbaum ha logrado gestionar situaciones más complejas en otros ámbitos y, en esta instancia, sería beneficioso evaluar hasta qué punto se está faltando al tratado aéreo bilateral de 2015”, argumenta.
La prohibición de las rutas aéreas mexicanas intensifica el conflicto entre las administraciones de Estados Unidos y México en un momento especialmente crítico: el próximo 1 de noviembre finaliza la moratoria arancelaria otorgada por Trump a la nación vecina del sur, la cual permite una elevación del 30% en los aranceles sobre las exportaciones mexicanas que no cumplen con el TMEC. A pesar de que el gobierno de Claudia Sheinbaum ha afirmado mantener una relación amistosa con el presidente de la Casa Blanca, la anulación de estas rutas aéreas abre un nuevo desafío en las relaciones bilaterales.
