El acuerdo culmina una batalla legal del magnate para impedir que sus datos sean divulgados y que ha recorrido todas las instancias judiciales
Un comité de la Cámara de Representantes de EE UU presidido por un demócrata ha aprobado este martes la publicación de las declaraciones de impuestos correspondientes a seis años, de 2015 a 2020, del expresidente Donald Trump, tras una batalla judicial de años y a sólo dos semanas de que su partido ceda el mando de la Cámara a los republicanos. Pese al respaldo legislativo, casi en tiempo de descuento para los demócratas, puede llevar algo de tiempo que los registros fiscales de Trump vean la luz pública.
En una sesión a puerta cerrada, la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes sacó adelante la medida, por 24 votos a favor y 16 en contra. La reunión se produce un día después de que la investigación de la Cámara sobre el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio por parte de partidarios de Trump instara al Departamento de Justicia a procesar al republicano por su papel instigador de los disturbios. La oportunidad de la votación fue vista por algunos analistas como un velado ajuste de cuentas con la nueva mayoría republicana de la Cámara por parte de los demócratas.
En 2016, cuando todavía era candidato a la presidencia, el propietario de la Organización Trump, el conglomerado familiar de bienes raíces, señaló la escala y la complejidad de sus finanzas como razón para desafiar la tradición, seguida por todos los aspirantes a ocupar la Casa Blanca, de publicar religiosamente sus declaraciones de impuestos. “No son como una declaración de impuestos normal”, dijo entonces en una entrevista televisiva. Durante los siguientes siete años, el republicano se ha resistido igualmente a hacerlas públicas, primero, según pretextó, por una auditoría “invasiva” del IRS (Hacienda, en sus siglas inglesas) motivada precisamente por su negativa a publicarlas; luego, desde 2019, entablando una batalla legal con los demócratas del Comité de la Cámara que pretendían divulgarlas. El litigio ha recorrido todas las instancias judiciales, con varios reveses para el expresidente, hasta que el 22 de noviembre, el Tribunal Supremo dio luz verde a la entrega de los documentos a la comisión. Poco antes, había bloqueado temporalmente su publicación.
La Organización Trump, el emporio familiar, fue declarada culpable el pasado 6 de diciembre por la fiscalía de Manhattan (Nueva York) de desarrollar durante 15 años una trama de pagos en negro para defraudar a las autoridades fiscales. La empresa se enfrenta a multas de hasta 1,6 millones de dólares, aunque el propio Trump no ha sido hecho responsable. El político ha reiterado que el caso tiene una clara motivación política y que la empresa planea apelar. Otro caso abierto por la fiscalía de Nueva York, inconcluso, investiga en paralelo por la vía civil la actividad del emporio.
Los candidatos a la presidencia -el propio Trump de nuevo en 2024, si la justicia no frustra sus aspiraciones- no están obligados por ley a publicar sus declaraciones de la renta, pero hasta el republicano todos los aspirantes de ambos partidos lo hicieron voluntariamente en las últimas décadas. Las declaraciones de Trump siguen sujetas a restricciones de confidencialidad, por lo que la votación de este martes en la comisión de la Cámara se refiere a la publicación de algunos detalles, no de la totalidad del documento.
El Comité de Medios y Arbitrios, que preside el demócrata Richard Neal, tiene un margen de maniobra muy limitado, ya que los republicanos se harán con el control del comité, junto con el pleno de la Cámara, en enero. Los demócratas han señalado que necesitan las declaraciones para evaluar si Hacienda está auditando correctamente las declaraciones de los presidentes mediante un programa específico para tal fin y si se necesita una nueva legislación al respecto, menos oscurantista, y en pro de una mayor rendición de cuentas pública. Los republicanos argüían que la justificación de los demócratas era un pretexto para una cacería política. Incluso antes de la vista, los republicanos del comité dejaron clara su opinión, celebrando una rueda de prensa ante un cartel rojo brillante que rezaba: “Peligrosa nueva arma política”.
En septiembre de 2020, dos meses antes de las elecciones que llevaron a la Casa Blanca al republicano, el diario The New York Times publicó una investigación en la que accedió a 20 años de información fiscal, y concluyó que en 2016 y 2017, el magnate había pagado 750 dólares en impuestos federales, una cantidad ridícula en comparación con el monto de su fortuna. Trump pagó 750 dólares en impuestos federales sobre ingresos el año que ganó la presidencia, y otros 750 dólares, en su primer año en la Casa Blanca. No había pagado impuestos sobre la renta en 10 de los 15 años anteriores, en gran parte porque declaró perder mucho más dinero del que ganaba. La exclusiva del diario propinó un duro golpe a la imagen del magnate en el tramo final de la campaña, pero no le impidió ganar en las urnas.