El senador republicano por Utah se mostró muy crítico con el cuestionado representante neoyorquino cuando percibió que se había colocado en un lugar destacado en el Congreso antes del discurso del Estado de la Unión. «Debería estar sentado en la última fila y permanecer callado», declaró después Romney a los periodistas.
La presencia del representante republicano George Santos en un lugar privilegiado antes del discurso del presidente Joe Biden sobre el Estado de la Unión fue recibida con una fuerte reprimenda de un compañero de partido, el senador Mitt Romney.
«Deberías estar avergonzado», se puede leer, hasta en cuatro ocasiones, en los labios de Romney, quien increpó a Santos cuando entró en la Cámara y lo vio, en el pasillo, saludando a todos.
Las cámaras captaron el intercambio de palabras. Romney dijo más tarde que no oyó lo que le había respondido Santos, que se enfrenta a múltiples investigaciones y ha reconocido haber maquillado su currículum e incluso mentido sobre su historia de vida.
«No debería estar en el Congreso (…) y espero que lo saquen», dijo Romney a los periodistas después. «Pero no debería estar ahí, y si tuviera algo de vergüenza no estaría ahí».
El senador agregó en el pasillo del Capitolio que «maquillar el CV es decir que tuviste un A cuando tuviste una A-» y que asegurar que te graduaste por una universidad a la que ni siquiera fuiste es mentir.
El intercambio sirve de muestra del malestar que Santos está provocando entre los conservadores tradicionales críticos con la deriva hacia la derecha de los elementos más extremistas del partido.
El descontento con Santos no solo fue de Romney
Congresistas republicanos escucharon el intercambio entre Romney y Santos. Un legislador citado por la AP dijo que había un descontento generalizado por el hecho de que Santos se hubiera situado en un lugar tan destacado. El congresista pidió el anonimato para comentar lo que otros dijeron sobre el tema.
El pasillo central básicamente le dio a Santos la oportunidad de acaparar el centro de atención saludando al presidente Biden y a otros funcionarios prominentes a medida que entraban en la Cámara por el pasillo.
Cuando los senadores entraron en fila en la Cámara, Romney vio a Santos y le dejó claro lo que pensaba.
«No esperaba que estuviera allí de pie, intentando estrechar la mano de todos los senadores y del presidente», manifestó Romney.
El senador republicano dijo que, dadas las investigaciones, Santos «debería estar sentado en la última fila y permanecer callado, en lugar de desfilar delante del presidente y de la gente que entra en la sala».
Pero Santos, por contra, optó por situarse claramente a la vista de todos, convirtiéndose por un tiempo en la cara del Partido Republicano.
Santos le responde a Romney en un tuit
Santos replicó con un tuit: «¡Eh @MittRomney, solo un recordatorio de que NUNCA serás PRESIDENTE!».
Una vez que su historia personal empezó a desvelarse, la presencia de Santos en la Cámara de Representantes por Nueva York se ha convertido en un problema de difícil salida para su partido, dada su ajustada mayoría.
Santos ha reconocido haber inventado, y a veces mentido, sobre partes de su educación, experiencia laboral e incluso la propia religión e historia de su familia.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se reunió en privado con el congresista la semana pasada en medio de un torbellino de posibles investigaciones dentro y fuera del Capitolio. Santos anunció que se apartaría de sus tareas los comités para los que había sido designado.
McCarthy dijo el martes que la situación de Santos se resolvería en el Comité de Ética de la Cámara. Otros republicanos de Nueva York han pedido a Santos que dimita del Congreso. Santos se enfrenta a otras investigaciones fuera del Congreso.