El exsecretario de Seguridad de México Genaro García Luna fue declarado culpable de narcotráfico este martes en Estados Unidos.
El jurado halló a García Luna, quien fue el rostro de la guerra contra las drogas en México, culpable de beneficiarse con millones de dólares del cartel de Sinaloa.
García Luna, quien fue arrestado en el estado de Texas en 2019, se había declarado inocente y podrá apelar el veredicto, que se produjo después de un juicio de cinco semanas en el Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York.
El Departamento de Justicia estadounidense advirtió que Luna, de 54 años, enfrenta una sentencia mínima obligatoria de 20 años de prisión y un máximo de cadena perpetua.
El portavoz del gobierno mexicano, Jesús Ramírez Cuevas, dijo en un tuit que «la justicia ha llegado para quien fuera el escudero» del expresidente Felipe Calderón. «Los crímenes en contra de nuestro pueblo no serán olvidados nunca», añadió.
El gobierno del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha sido muy crítico con la gestión de Calderón. Acusa a García Luna de robar más de US$200 millones en fondos públicos y ha pedido su extradición a México.
García Luna se desempeñó como jefe de seguridad pública durante el sexenio de Calderón en el gobierno, de 2006 a 2012, a cargo, entre otras cosas, de la lucha contra los carteles. Previamente, dirigió la Agencia Federal de Investigaciones de 2001 a 2006.
Es el funcionario mexicano de más alto rango en ser juzgado en Estados Unidos por cargos de narcotráfico y el caso muestra los amplios recursos y los tentáculos del carte de Sinaloa que dirigió Joaquín «El Chapo» Guzmán, que cumple cadena perpetua en una cárcel de Estados Unidos.
Tras el arresto de García Luna en 2019, Calderón expresó su profunda sorpresa y dijo que desconocía los hechos por los que el que fuera su mano derecha fue ahora condenado.
Luego de conocerse el fallo del tribunal estadounidense, el ex presidente mexicano escribió un comunicado en el que critica que el veredicto sea utilizado políticamente para atacarlo y reivindica la lucha contra el narcotráfico durante su sexenio en el poder:
«Esa resolución no demerita la lucha valiente de miles de policías, soldados, marinos, fiscales, jueces y servidores públicos de bien que defendieron a las familias mexicanas de la delincuencia».
Por su parte, el abogado defensor de García Luna, César de Castro, que ahora tiene 45 días para apelar, dijo estar muy decepcionados con el veredicto.
La acusación
García Luna fue acusado de cinco cargos relacionados con drogas, que incluían «conspiración para distribuir cocaína a nivel internacional, conspiración para distribuir y poseer con la intención de distribuir cocaína, conspiración para importar cocaína y hacer declaraciones falsas», detalló el Departamento de Justicia en un comunicado.
Los fiscales alegan que el exjefe del equivalente mexicano del Buró Federal de Investigaciones (FBI) aceptó millones de dólares en maletines entregados por miembros del cartel de Sinaloa.
«García Luna, quien estuvo en la cúspide de la aplicación de la ley en México, ahora vivirá el resto de sus días como un traidor a su país y a los miembros honestos de los cuerpos de seguridad que arriesgaron sus vidas para desmantelar los carteles de la droga», dijo el fiscal estadounidense Breon Peace en un comunicado tras conocer el veredicto del jurado.
«Es inconcebible que el acusado haya traicionado su deber como secretario de Seguridad Pública al aceptar con avidez millones de dólares en sobornos que estaban manchados con la sangre de las guerras de carteles y las batallas relacionadas con las drogas en las calles de Estados Unidos y México, a cambio de proteger a aquellos asesinos y traficantes que juró solemnemente investigar», añadió.
Según los fiscales, García Luna avisó a los narcos de las operaciones de seguridad, combatió a carteles rivales y puso a otros funcionarios corruptos en posiciones de poder.
De ganadores y derrotados en el juicio
El hecho de que no hubiera pruebas documentales, sino que toda la evidencia del juicio se basara en testimonios de exnarcotraficantes, sembró cierta duda sobre cuál sería el veredicto sobre Garcia Luna.
Pero finalmente el jurado, como ocurre en la mayoría de investigaciones federales que llegan a juicio en Estados Unidos, dio la razón a los fiscales y fue implacable con el exsecretario de Seguridad mexicano al declararlo culpable de los cinco delitos por los que se le juzgaba.
Frente a Garcia Luna como gran derrotado, EE.UU. tardó pocos minutos en apropiarse parte del éxito del proceso al asegurar que el veredicto demuestra que Washington tiene cero tolerancia a la corrupción, tal y como aseguró el embajador estadounidense en México, Ken Salazar.
Aunque si hay alguien que destacará como ganador político de este juicio será el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien con certeza se apoyará en este resultado para seguir condenando la corrupción de gobiernos anteriores, como ha hecho en infinidad de ocasiones.
Pero más allá de réditos políticos de uno u otro lado, la conclusión para los mexicanos de este juicio es una y clara: que esto es la muestra -por si quedara alguna duda- de cómo la corrupción se llegó a infiltrar de manera estructural en lo más alto del aparato que, en teoría, debía velar por su seguridad y luchar contra el crimen organizado con el que acabó cooperando.
Testimonios desde el cartel de Sinaloa
El juicio a García Luna se celebró en el mismo tribunal de Nueva York donde el Chapo Guzmán, exlíder del cartel de Sinaloa, fue juzgado y condenado a cadena perpetua entre 2018 y 2019.
Durante aquel juicio a Guzmán, un antiguo miembro del cartel de Sinaloa dijo que se había encargado de entregar maletas a García Luna con al menos US$6 millones en efectivo en 2005, 2006 y 2007.
Fiscales estadounidenses acusaron al exfuncionario mexicano de aceptar el dinero para facilitar la entrada de toneladas de cocaína que el cartel de Guzmán introdujo en EE.UU. entre 2001 y 2012.
La evidencia «incluyó testimonios de exmiembros de alto rango del cartel de Sinaloa con conocimiento directo de las actividades corruptas del acusado», se lee en el comunicado del Departamento de Justicia estadounidense.
«La Policía Federal del acusado actuó como guardaespaldas y escoltas del cartel» a cambio de sobornos, permitiéndoles a sus miembros «usar uniformes y placas de policía».
La policía «ayudó a descargar cocaína de aviones en el aeropuerto de la Ciudad de México que luego era entregada al cartel», añade la nota.
García Luna recibía «billetes de US$100 en paquetes de US$10.000 a veces» dentro de «una maleta, maletines y bolsas de lona».
Los montos de los sobornos «aumentaron a lo largo de los años a medida que el cartel de Sinaloa crecía en tamaño y poder gracias a la ayuda» de García Luna, indicó el Departamento de Justicia.
Antiguos miembros del cartel señalaron que el dinero era entregado en diferentes lugares, como «una ‘casa de seguridad’ ubicada en Ciudad de México donde se escondieron grandes cantidades de efectivo en una pared falsa, en un lavado de autos en Guadalajara, y en un restaurante francés en la Ciudad de México, frente a la embajada de Estados Unidos», detalla el comunicado de la acusación.
Además, la policía bajo su mando «filtró información confidencial que permitió al cartel evadir la detección por parte de las fuerzas del orden o usar la información en ataques contra traficantes rivales».
Nueve de los 26 testigos que acusaron a García Luna son traficantes de droga que fueron extraditados de México a EE.UU. y que están colaborando ahora con la fiscalía del país.
Entre los que testificaron en Nueva York hubo altos cargos vinculados con el narco como Jesús «el Rey» Zambada, Sergio Villarreal alias el Grande y Óscar «Lobo» Valencia.
Aseguraron que pagaron millones de dólares a García Luna a cambio de protección. El acusado, que declinó testificar en el juicio, conocerá el 27 de junio cuántos años pasará en prisión.