El famoso asesinato del agente de la DEA de Enrique Camarena Salazar, del cual han hecho películas, libros y hasta anécdotas, volvió a ser un tema de conversación en el mundo, pero sobre todo en México.
Sentencian a 37 años de prisión a Miguel Ángel Félix Gallardo, exlíder del cártel de Guadalajara, al encontrarlo responsable del homicidio y del piloto mexicano Alfredo Zavala, en hechos ocurridos en 1985 en el estado de Jalisco.
El Consejo de la Judicatura Federal dio a conocer que el Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales con sede en el estado de México encontró penalmente responsable al exlíder del cártel de Guadalajara y le impuso el pago –de manera mancomunada con Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero– de 20 millones 810 mil pesos, algo así como $1,300,000.00 dólares, como reparación integral del daño, los cuales deberán ser entregados a los familiares tanto del agente antidrogas de Estados Unidos como del que fuera piloto de la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.
Asimismo se informó que se le dictó sentencia absolutoria por lo que hace a las acusaciones por delitos contra la salud en la modalidad de posesión de cocaína con fines de comercialización.
Según las investigaciones de las autoridades mexicanas, Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, líderes del cártel de Guadalajara, ordenaron el 7 de febrero de 1985, la privación de la libertad del agente de la DEA y del piloto mexicano y posteriormente su tortura y homicidio.
Los cadáveres de Enrique Camarena y Alfredo Zavala fueron localizados el 5 de marzo del mismo año en la comunidad de La Angostura en el estado de Michoacán.
Félix Gallardo fue detenido en 1989 durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y tras permanecer más de 15 años preso en el Centro Federal de Readaptación Social número 1, que se localiza en el municipio de Almoloya de Juárez, en el estado de México, fue trasladado y actualmente se encuentra recluido en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, que se ubica en Jojutla, Morelos.
En tanto, Rafael Caro Quintero, quien obtuvo diversos triunfos jurídicos y recuperó su libertad por errores de la Procuraduría General de la República, actualmente es considerado prófugo de la justicia.
Mientras que Ernesto Fonseca Carillo obtuvo beneficios de ley y se encuentra en prisión domiciliaria en un inmueble en el estado de México.
Fuente Diario de Juárez