Un inmigrante de origen mexicano que entró indocumentado a Estados Unidos en 1996, fue detenido el año pasado en Texas bajo el presunto cargo de tráfico de personas. Un año después y al borde de ser expulsado, insiste en que es inocente y pide al gobierno su liberación porque no se trata de una prioridad de deportación.
Un inmigrante de origen mexicano que lleva más de 25 años viviendo en Estados Unidos y alega que no tiene antecedentes criminales, podría ser deportado si el juez que lleva su caso desestima los alegatos presentados por su abogada.
Juan Reyna, de 48 años, fue arrestado el 14 de enero del año pasado en las cercanías de San Antonio, Texas, junto a otros cinco trabajadores cuando viajaban a bordo de un vehículo.
El Refugee and Immigrant Center for Education and Legal Services (RAICES), organización que lleva su caso, demanda su inmediata liberación porque el caso Reyna, asegura, no está dentro de las prioridades de deportación del gobierno.
«Cuando el inmigrante fue detenido las autoridades lo señalaron de transportar indocumentados», dijo una fuente de la organización. Pero un alño después el cargo no aparece, dice su abogada.
“Juan Reyna fue arrestado hace dos años mientras iba camino a su trabajo con otros indocumentados en su camioneta. Cuando el vehículo fue parado por la policía tenia más personas inmigrantes en el interior. Lo hicieron pasar como un aparente caso de tráfico de personas”, agregó la organización.
“Todos quienes iban con él en ese momento se dirigían al mismo lugar donde trabajaban. El gobierno lo acusa de traficar personas y lo considera como un riesgo para el púbico. Pero no fue la situación exacta por la que fue arrestado ni para que le formularan esos cargos. Es la narrativa que están utilizando para que sea deportado”, precisó RAICES.
“No soy un criminal”
Reyna defiende su inocencia y rechaza la presunta acusación de tráfico de personas. El inmigrante mexicano llegó a Estados Unidos en 1996 luego de cruzar el río Bravo, y actualmente permanece en un centro de detención de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en Pearsall, cerca de Austin, Texas.
Durante todo el tiempo que ha permanecido en el país Reyna no ha parado de trabajar. Antes de ser detenido tenía dos empleos, uno como carpintero y otro como soldador, se lee en un reportaje de la agencia France Press (AFP).
Con el fruto de su trabajo se compró una casa y se convirtió en el padre de los hijos de su esposa, Guadalupe, quienes tienen 13 y 9 años.
«No soy un peligro para la sociedad. No soy una amenaza para este país», le dijo a por teléfono a un corresponsal de AFP. «Lucho por salir adelante. He trabajado por este país que me ha dado muchas cosas”, agregó.
Qué dice su abogada
La defensa de Reyna dijo a Univision Noticias que este jueves (27 de enero) se llevará a cabo una nueva audiencia del caso donde volverán a pedirle al juez que lo deje en libertad.
A la pregunta sobre la acusación que le imputa el gobierno a su cliente, la abogada Kathrine Russell, de la organización RAICES, dijo que “el único cargo que ha puesto el gobierno es el delito civil de entrar a Estados Unidos sin papeles”, una falta que no se encuentra dentro de las prioridades de deportación del gobierno de Joe Biden.
Cabe señalar que la permanencia indocumentada en Estados Unidos es una falta de caracter civil no criminal.
En cuanto al pregunto cargo de tráfico de personas por el que Reyna fue detenido y privado de libertad, y los pasos de la defensa para conseguir que el gobierno desestime ese cargo y pueda salir de la lista de prioridades de deportación, Russell dijo que “eso no queda muy claro en este momento».
«Hemos intentado muchísimas maneras de pedir la libertad de Juan, incluso hemos mandado más que 2500 cartas a ICE de gente por todo el país exigiendo que le suelten, y también hemos puesto una demanda en la corte federal, pero hasta este momento nada ha servido. Mientras tanto, tenemos planes de apelar la decisión del juez de inmigración ordenando su deportación”.
Por último, en caso de que el gobierno no cambie de opinión sobre este caso, la abogada dijo que “seguiremos con la apelación de la deportación y también con la demanda federal. Si estas (instancias) no sirven, lo mas probable es que él va a ser deportado a México directamente del centro donde se encuentra sin tener oportunidad de despedirse o abrazar a su esposa y sus hijastros”.
“Bajo las leyes de inmigración actuales, el no tendría ninguna manera de volver legalmente a este país por los menos por 10 años”, preciso Russell.
Raices dijo además que, a la fecha, el gobierno “absolutamente nada, nunca ha puesto ningún cargo criminal teniendo que ver con esta acusación (de presuntamente haber traficado personas). Este hombre ha pasado mas de un año detenido solo por estar indocumentado», agregó.
Delito grave
En caso de que a Reyna lo procesen bajo el presunto cargo de tráfico de indocumentados, abogados consultados por Univision Noticias señalaron que se trata de un asunto criminal grave.
“Es un cargo serio”, dice José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami, Florida. “Si la persona enfrenta este tipo de cargo criminal, ni siquiera de inmigración, y es condenada, puede pasar tiempo en una cárcel o le dan tiempo cumplido y luego es deportada de Estados Unidos”.
“Este cargo cae dentro de las prioridades de deportación vigentes. Si la persona es convicta, no hay chance alguna de permanecer en el país”, agregó.
Por su parte, Jaime Barrón, un abogado que ejerce en Dallas, Texas, dijo que este tipo de cargo “es súper serio. Una acusación de trafico de humano claramente es un cargo criminal severo por el cual puede pasar tiempo en cárcel y luego deportación”.
“Y si alguna vez vuelve a entrar al país sin permiso, será castigado por un acto criminal. La única manera de evitarlo es tener evidencia suficiente que demuestre que de la acusación que le formularon al arrestarlo es falsa”, precisó.
RAICES insistió en que Reyna es inocente y que el día que fue arrestado iba con otros compañeros también indocumentados al lugar donde trabajaban.
Univision Noticias preguntó a ICE sobre los cargos presentados contra Reyna. La agencia federal respondió por medio de un correo electrónico indicando que “los procedimientos judiciales en este caso están en curso, y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos no comenta sobre litigios pendientes”.
Fuente: JORGE CANCINO