La ciudad de Arizona, la quinta más poblada del país, no veía estos registros desde 1974. Las mínimas, de 35 grados, también pulverizan marcas históricas
El infierno existe, y está en Phoenix. La ciudad de Arizona batió este martes un récord de medio siglo: 19 días con temperaturas por encima de los 110 grados Fahrenheit (43,3 grados centígrados). En las horas centrales de la jornada, el termómetro llegó a superar los 46 grados Celsius y no está previsto que la cosa afloje durante al menos una semana. El viernes llegará, según los meteorólogos, lo peor: 48 grados de máxima.
El horno en el que se hallan los 1,6 millones de habitantes de Phoenix se debe a la misma combinación que está pulverizando registros de calor en todo el mundo: suma de los efectos del cambio climático provocado por el hombre y del fenómeno meteorológico conocido como El Niño. Ninguna otra ciudad entre las 25 más pobladas de Estados Unidos ha sufrido nunca una racha como esta, según el historiador meteorológico Christopher Burt, experto citado por Associated Press.
“La ola de continuará en toda la región durante esta semana y probablemente más allá”, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional en un pronóstico del martes por la tarde. La agencia ha clasificado cada día del resto de la semana en la categoría “extrema”, el nivel más alto de riesgo para la salud. En 2022, 425 personas murieron a causa del calor en Phoenix. Este año, se han registrado 12, y hay otras 55 en estudio, según las autoridades sanitarias del condado de Maricopa. La situación es especialmente onerosa para los sintecho que se reúnen en un área conocida como La Zona.
Los récords también se están batiendo por abajo. Por las noches, la temperatura solo alcanza a caer en la ciudad hasta los 33 grados, en el mejor de los casos. Así que para aquellos vecinos sin aire acondicionado lo peor llega por tanto al caer el sol: cuando el calor hace imposible pegar ojo, los beneficios más básicos del descanso también pueden ser convertirse en un lujo. El lunes, Phoenix también batió la marca de la mínima más alta de la historia: 35 grados. Como testimonio de la nueva normalidad climática que parece haber venido para quedarse, estas cifras contrastan con las de marzo, que dejó el mes más frío para la región en tres décadas, con un promedio de 22 grados de máxima y 10,5 de mínima.
Para hacer frente a la ola de calor sin precedentes en la quinta ciudad de Estados Unidos, acostumbrada a los veranos inmisericordes, se han establecido unos 200 centros de “enfriamiento e hidratación” (iglesias, colegios, bibliotecas…) en el área metropolitana, pero la mayoría cierra entre las cuatro y las siete, por problemas de personal. La urbe fue la primera en crear en 2021 una agencia especializada en combatir los retos del calor extremo.
El problema no es solo de Phoenix. Las estaciones meteorológicas de Estados Unidos han batido más de 860 récords de calor en los últimos siete días, según la agencia meteorológica nacional (NOAA son sus siglas en inglés).
A la crisis por las altas temperaturas se une la falta de lluvia en la ciudad. La última vez que se detectaron precipitaciones en el Aeropuerto Internacional Phoenix Sky Harbor, el punto que el Servicio Meteorológico Nacional toma de referencia, fue el 22 de marzo. Es decir, hace casi cuatro meses, o 118 días. La temporada del monzón, que está aportando alivio al final de la tarde en lugares como Florida, tampoco está llegando este año en fecha. El lunes se desató una tormenta en la zona de Tucson, al Sur, con vientos de hasta 60 kilómetros por hora, pero el alivio huracanado nunca llegó a la capital.
A principios de junio, el Estado, gobernado por los demócratas, concluyó que no había agua suficiente para todos los proyectos de construcción de viviendas previstos para el área de Phoenix, un conurbación que crece sin parar y que, sobre todo, a partir de la pandemia, está registrando números de migración neta positiva hasta convertirse en la zona metropolitana que más crece del país. Las autoridades ordenaron entonces aparcar algunos de esos proyectos hasta nuevo aviso.