– «EEUU abre fuego contra sí mismo»: está a punto de comenzar una peligrosa guerra y no es con balas y bombas
– Desde este viernes entran en vigencia aranceles a cientos de productos provenientes de China, que ya anunció medidas similares. Según expertos, las perspectivas de esta guerra comercial son terribles y podrían acabar con el comercio mundial tal como lo conocemos ahora.
Los primeros aranceles anunciados por el gobierno de Donald Trump contra productos chinos entran en vigencia este viernes. Se trata de importaciones provenientes del gigante asiático que ascienden a $34,000 millones, una medida punitiva que recibirá la misma respuesta desde Pekín, lo que en la práctica no es otra cosa que el inicio de una guerra comercial -que según expertos- podría tener consecuencias terribles para la economía mundial. Entre los productos estadounidenses que comenzarán a experimentar impuestos al entrar en China están el cerdo, la soja y el maíz.
No es un enfrentamiento comercial cualquiera, sino entre la dos principales economías del planeta. En la práctica, los aranceles impuestos por EEUU a cientos de productos chinos, además del acero y el aluminio, ya están impactando empresas en territorio estadounidense debido al aumento de los costos de producción, porque el país no satisface completamente la demanda interna y tiene que recurrir al acero de tradicionales aliados como México, Canadá y Alemania que también han sido castigados con tarifas. En específico, el acero experimentará 25% de arancel y el aluminio un 10%.
El asunto además hará más difícil conseguir acero y aluminio nacional, porque aquellos que recurrían al importado ahora comenzarán a mirar hacia el mercado interno ya sobredemandado. Para recordar la ley de la oferta y la demanda: mientras más demanda, mayores precios, un elemento que se suma a los aranceles.
Y es que no se trata del sector metalúrgico y su impacto en, por ejemplo, el inmenso sector automotriz estasdounidense. Es también la agroindustria, que ha tenido en China un mercado inmenso y lucrativo. La justificación política que ha presentado el gobierno de Trump es que estos aranceles contra China son la presión que necesita ese país para que abandone una práctica que ha generado críticas más que justificadas desde Washington: que el gobierno de Pekín deje de robar propiedad intelectual estadounidense o que fuerce a empresas de EEUU a entregar tecnología valiosísima.
En todo caso, China afirma que está lista para la guerra comercial. «Estados Unidos abrirá fuego al mundo entero y también se disparará a sí mismo», dijo este jueves en rueda de prensa Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio de China. El gobierno republicano también argumenta que además del robo de propiedad intelectual está el hecho de que el déficit comercial con China ya asciende a $375,000 millones.
Washington además denuncia que Pekín realiza otras prácticas desleales en cuanto al comercio. Una es dumping, que consiste en vender un producto a menor precio que el ‘corriente’ con el fin de diezmar competidores y monopolizar el mercado. La otra es la devaluación, con la que China manipula su moneda para abaratar las exportaciones. Las cosas se complican si se suma la pelea comercial de Trump con la Unión Europea y Canadá por la misma imposición de aranceles al acero y aluminio proveniente de esos mercados que ha sumado a la lista negra de tarifas otros productos estadounidenses.
Los aranceles estadounidenses a productos chinos que entran en vigor este viernes golpean más de 800 bienes, entre ellos maquinaria pesada, dispositivos médicos y autopartes. Los productos estadounidenses golpeados son casi 550, entre los que destacan camionetas SUV, carne y productos del mar.
Los aranceles estadounidenses entran en vigencia al primer gran grupo de bienes chinos. A finales de este verano serán incorporadas otras medidas punitivas a exportaciones chinas que ascienden a 16,000 millones de dólares. Los economistas señalan que si la guerra se detiene allí, el impacto no será muy grande. Pero las perspectivas indican que la amenaza de Trump incluye ampliar tarifas a bienes del gigante asiático por valor de $400,000 millones.