Triunfo contundente del gobierno de Javier Milei en las elecciones legislativas de Argentina
Con más del 40 por ciento de los sufragios, el gobierno logró prevalecer a nivel nacional, reforzando su autoridad en el Congreso para avanzar con su agenda de reformas económicas.
Javier Milei ha sorteado exitosamente su primer reto electoral desde su asunción como presidente de Argentina hace casi dos años. Su agrupación, La Libertad Avanza (LLA), emergió como la opción más votada durante las elecciones legislativas para la renovación parcial del Congreso, realizadas en un contexto marcado por el estancamiento económico y la inestabilidad cambiaria. Este notable triunfo del gobierno transforma el panorama político en el país.
Pocos minutos después de que se anunciaron los resultados, el presidente apareció, acompañado de algunos miembros de su gabinete, ante sus seguidores en el búnker de la LLA en Buenos Aires. En su discurso, Milei afirmó que el Gobierno ha superado “el punto bisagra” y indicó que ahora iniciará “la construcción de la Argentina grande”.
“Este ha sido indudablemente un día histórico para Argentina,” recaló.
Con más del 40 por ciento de los votos, el Gobierno se impuso a nivel nacional y logró revertir los resultados en la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, donde apenas un mes y medio atrás había atravesado una dura derrota de más de catorce puntos. Según los datos preliminares, La Libertad Avanza superó a Fuerza Patria, la agrupación que aglutina a la mayoría de la oposición peronista, que obtuvo poco más del 24 por ciento.
El oficialismo dominó en seis de las ocho provincias que renovaron senadores nacionales. En estas elecciones se eligieron 24 senadores -de un total de 72- y 127 diputados -de un total de 257-. El partido del gobierno llegaba a estos comicios con solo 7 miembros en el Senado y 37 en la Cámara baja, lo que representa menos del 15 por ciento del Congreso. Por ello, era crucial para el Ejecutivo incrementar su representación parlamentaria con el fin de avanzar en las reformas exigidas por los mercados internacionales y su principal aliado, Estados Unidos.
De este modo, el oficialismo alcanza su meta de ampliar su representación parlamentaria y se aproxima al tercio necesario en ambas cámaras para blindar sus vetos. Sin embargo, deberá establecer alianzas con otras fuerzas para implementar reformas estructurales. Aun así, este soporte en las urnas indudablemente brinda al Gobierno un margen de maniobra ampliado en el Congreso.
Los efectos de la victoria se hicieron sentir, en particular, en Buenos Aires, un bastión histórico del peronismo, donde la lista liderada por Diego Santilli superó a la del peronismo, desafiando todas las expectativas. La diferencia en comparación con los comicios anteriores resalta la magnitud del cambio electoral. A nivel nacional, La Libertad Avanza consolidó su posición al alcanzar más del 40 por ciento de los votos, superando las previsiones y asegurando una presencia vital en la Cámara de Diputados, lo cual permitirá al presidente respaldar sus proyectos legislativos.
Estrategias y factores del éxito del oficialismo.
El desenlace se atribuye a una mezcla de factores tanto estratégicos como políticos. Dentro del análisis realizado por el oficialismo, se subraya la decisión de sustituir a José Luis Espert, quien dimitió ante las acusaciones en su contra por supuesto vínculo con el narcotráfico, por Santilli como candidato en Buenos Aires, a menos de 18 días de la elección, una jugada que representó un cambio significativo en la campaña.
El oficialismo asistió a estos comicios con enfoques diferenciados según la provincia: en algunas ocasiones colaborando con el PRO, partido del ex presidente Mauricio Macri, y en otras de forma autónoma. La alianza con el PRO se formó tras meses de cooperación en el ámbito parlamentario, y en la Ciudad de Buenos Aires se compartió boleta con personalidades como Patricia Bullrich y Luis Petri, quienes ocupan los cargos de ministros de Seguridad y Defensa, respectivamente.
Además, tras la contundente derrota en las elecciones de septiembre, el equipo a cargo de la campaña ajustó su discurso para reflejar una mayor empatía hacia la ciudadanía, especialmente hacia aquellos que han enfrentado el peso de los ajustes económicos.
Con ello, la victoria del oficialismo dejó a la oposición en un estado de asombro. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, actualmente cumpliendo condena y sin capacidad para ejercer debido a sentencias por corrupción, había diseñado la mayoría de las listas, en particular la de la provincia de Buenos Aires, sin embargo, la escasez de respaldo suficiente por parte del gobernador Axel Kicillof y de los intendentes se evidenció en los resultados.
Este revés electoral plantea ahora un reto para la cohesión del peronismo, que deberá reconfigurar su estrategia ante un oficialismo que ha salido fortalecido.
Por otro lado, Provincias Unidas, la coalición que intentaba superar la polarización y establecerse como una alternativa para el año 2027, no logró consolidarse. Las derrotas de Juan Schiaretti en Córdoba, Maximiliano Pullaro en Santa Fe e Ignacio Torres en Chubut pusieron de manifiesto la fragilidad de este espacio frente al avance de La Libertad Avanza y la persistente lógica bipartidista.
Firme apoyo de Trump
Milei llegó a estas elecciones con un considerable respaldo por parte de la Casa Blanca. El 14 de octubre, fue recibido por el presidente de los Estados Unidos, quien durante la reunión destacó nuevamente la gestión del presidente argentino desde su llegada a la Casa Rosada.
Ese apoyo se reflejó en la línea de crédito de 20. 000 millones de dólares que Washington prometió para ayudar en la recuperación de una economía argentina afectada por la volatilidad. Esto se suma al compromiso de otros 20. 000 millones provenientes de entidades bancarias privadas. Estas intervenciones buscan fortalecer las reservas del Banco Central y estabilizar un tipo de cambio cuya estabilidad depende en parte de la confianza política.
