El Pentágono informó el domingo que enviará 3,750 soldados más a la frontera entre Estados Unidos y México a fin de colocar otros 240 kilómetros (150 millas) de alambre de navajas sobre el lado norteamericano y proporcionar más apoyo a la patrulla fronteriza.
Con estas incorporaciones, el número total de soldados en servicio activo en la frontera sur ascenderá a 4,350, en apoyo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés).
El anuncio es acorde con lo que el secretario de Defensa en funciones, Pat Shanahan, anunció el martes, cuando proporcionó cálculos para la próxima fase de una misión militar que ha crecido en tamaño y duración. Los críticos se han burlado de ella diciendo que solo es una estratagema política de la Casa Blanca, mientras el presidente Donald Trump busca que el Congreso le apruebe miles de millones para construir un muro fronterizo.
Shanahan dijo el martes que se enviarán varios miles de soldados más a la zona, principalmente para instalar barreras de alambre adicionales y proporcionar un nuevo sistema de vigilancia móvil y de monitoreo de la zona fronteriza. El anuncio del domingo precisó que la misión de vigilancia móvil duraría hasta el 30 de septiembre.
Algunos congresistas han cuestionado que la misión fronteriza esté distrayendo a las tropas de su trabajo principal, de combatir a los extremistas en el exterior y de entrenarse para el combate. Los primeros soldados en servicio activo fueron enviados a la frontera alrededor del 30 de octubre para una misión que debía terminar el 15 de diciembre. Desde entonces se ha prorrogado dos veces.