La procuradora general bajo la administración de Donald Trump, Pam Bondi, eludió responder a diversas interrogantes durante una tensa audiencia en el Congreso, en la cual intentó justificarse ante las crecientes críticas que argumentan que el Departamento de Justicia (DOJ) se ha convertido en el instrumento de represalias del presidente contra quienes él considera sus oponentes.
Los legisladores demócratas aprovecharon la audiencia, que tuvo lugar pocos días después de la acusación del exdirector del FBI, James Comey, para expresar sus preocupaciones sobre lo que perciben como una politización del DOJ, tradicionalmente reconocido como un departamento independiente de la influencia de la Casa Blanca.
Bondi minimizó en repetidas ocasiones los cuestionamientos respecto a su administración del DOJ, particularmente en relación con sus investigaciones con tintes políticos y el cese de fiscales de carrera. Su postura resultó en una escasa divulgación de información nueva referente a sus acciones y decisiones.
En su lugar, Bondi reiteró una narrativa previamente escuchada de algunos sectores conservadores: que el Departamento de Justicia de Joe Biden fue utilizado como un instrumento político.
“Manipularon los poderes del cumplimiento de la ley con fines políticas, lo que quedará registrado como un acto de traición ante la confianza del pueblo,” expresó Bondi sobre el DOJ bajo la administración de Biden. “Este tipo de conducta socava la fe del pueblo estadounidense en nuestro sistema de aplicación de la ley. Nos esforzaremos a diario para restaurar dicha confianza,” añadió.
La audiencia se desarrolló en su mayoría con divisiones partidistas. Los representantes republicanos intentaron retratar un DOJ influenciado políticamente durante la gestión de Biden, dado que en ese período se presentaron acusaciones contra Trump. En diversas ocasiones resaltaron informes que indicaban que el FBI había investigado registros telefónicos de varios legisladores republicanos en el marco de la investigación sobre los intentos de Trump de revertir su derrota en las elecciones de 2020.
Por su parte, los demócratas acusaron a Bondi de socavar la credibilidad del DOJ y de menoscabar su historia de independencia de la Casa Blanca, en medio de los llamados públicos de Trump para que se iniciaran acciones penales contra sus presuntos adversarios políticos.
«Lo que ha ocurrido desde el 20 de enero de 2025 podría haber llevado incluso al presidente Nixon a retroceder,» comentó el senador de Illinois, Dick Durbin, hablando sobre el mandatario que dimitió para evitar un juicio político por el escándalo de Watergate.
“Este es tu legado, procuradora general Bondi. En apenas ocho meses has cambiado radicalmente el DOJ en una gran mancha en la historia de Estados Unidos. Tomará décadas recuperarse,” concluyó.
Fiscal General Evade Preguntas de Representantes del Congreso
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