El jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA de EEUU, Mark A. Milley, tomó medidas en enero por si el entonces presidente Trump intentaba lanzar un ataque nuclear, e incluso contactó a China para evitar un conflicto armado, según un adelanto de ‘Peril’, el libro de los periodistas Bob Woodward y Robert Costa.
Temeroso de las acciones de Donald Trump en sus últimas semanas como presidente, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Mark A. Milley, tomó medidas en enero por si el entonces presidente intentaba lanzar un ataque nuclear; e incluso contactó a China para evitar un conflicto armado con ese país.
Así lo indica ‘ Peril’, el nuevo libro de los periodistas Bob Woodward y Robert Costa, que saldrá a la venta este mes, pero del que el diario The Washington Post y la cadena CNN adelantaron detalles este martes.
De acuerdo con el libro, Milley dijo al general Li Zuocheng del Ejército Popular de Liberación que Estados Unidos no los atacaría. Una llamada tuvo lugar el 30 de octubre de 2020, cuatro días antes de las elecciones que derrotaron a Trump. La segunda llamada fue el 8 de enero de 2021, solo dos días después de la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos por parte de partidarios del presidente saliente.
Milley llegó a prometerle a Li que advertiría a su homólogo en caso de un ataque estadounidense.
“General Li, quiero asegurarle que el gobierno estadounidense es estable y que todo va a estar bien”, le dijo Milley en la primera llamada, según el libro. » No vamos a atacar ni realizar ninguna operación en su contra».
«Si vamos a atacar, los llamaré con anticipación. No será una sorpresa», dijo Milley.
La segunda llamada estaba destinada a aplacar los temores de los chinos sobre los acontecimientos del 6 de enero. Pero el libro informa que Li no se apaciguó tan fácilmente, incluso después de que Milley le prometiera: “Estamos 100 por ciento firmes. Todo está bien. Pero la democracia a veces puede ser descuidada».
Temor de ataques militares
Dos días después del asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump, que dejó cinco muertos el pasado 6 de enero, Milley, quien es el general de mayor rango de EEUU, convocó a los altos mandos militares a una reunión secreta y extraordinaria en su oficina del Pentágono, señala el libro.
Milley les instruyó a no aceptar órdenes de nadie a no ser que él estuviera también al tanto, en lo relativo a lanzar ataques militares o con armas nucleares, porque temía que Trump decidiera «actuar por su cuenta», según el relato del libro de Woodward y Costa.
El general «estaba seguro de que Trump había caído en un declive mental grave después de las elecciones, y estaba ahora prácticamente maníaco, gritando a funcionarios y construyendo su propia realidad alternativa con teorías de la conspiración interminables sobre las elecciones», añade.
Eso llevó al general a presionar para que cualquier decisión militar de calado pasara por él, una medida que también tomó en 1974 el entonces secretario de Defensa estadounidense, James Schlensinger, mientras el presidente Richard Nixon encaraba un juicio político en el Senado.
Milley, según el libro, llamó al almirante que supervisa el Comando Indo-Pacífico de EEUU, la unidad militar responsable de la región de Asia y el Pacífico, y recomendó posponer los próximos ejercicios militares.
Esfuerzos de Trump
El libro también ofrece nuevos conocimientos sobre los esfuerzos de Trump por mantenerse en el poder a pesar de haber perdido las elecciones.
Trump se negó a ceder y ofreció afirmaciones falsas de que las elecciones habían sido robadas.
Repetidamente presionó a su vicepresidente, Mike Pence, para que se negara a certificar los resultados de las elecciones en el Capitolio el 6 de enero, el evento que luego fue interrumpido con el asalto de sus partidarios.
Pence, escribe el libro, llamó a Dan Quayle, un exvicepresidente y compañero republicano de Indiana, para ver si había alguna forma de acceder a la solicitud de Trump. Quayle dijo que no.
“Mike, no tienes flexibilidad en esto. Ninguno. Cero. Olvídalo”, dijo Quayle, según el libro. Pence finalmente estuvo de acuerdo. Desafió a Trump para reconfirmar la victoria de Joe Biden, aunque se trataba de un acto meramente simbólico en la sede del Congreso en Washington DC.
«No quiero ser más tu amigo si no haces esto», respondió Trump, según el libro, y luego le dijo a su vicepresidente: «Nos has traicionado. Yo te hice. No eras nada».