No arrastres sentimientos que no te convienen. Tu corazón es como un barco que navega por los océanos de las pasiones, pero los recuerdos de esas malas anécdotas son como el ancla que no deja que el barco vaya a toda velocidad. Suelta esa ancla y déjala en el fondo del mar para que puedas navegar a nuevas costas que te favorezcan.

Aprende a tener total confianza en las situaciones que la vida te pone. Seguramente has visto la imagen del héroe capaz que sonríe ante el peligro. Ten esta imagen presente para enfrentarte a la vida y piensa que en el fondo tienes el mismo valor que ese héroe de película. No hay en realidad porqué temer pues sabes que saldrás adelante sin temblar.

Vives una situación demasiado frágil. A veces la vida te pone en situaciones sólidas como el mármol donde no importa lo que hagas, no podrá pasar nada malo, pero ahora te ha puesto en una situación frágil como el hielo del primer día de Invierno y cualquier movimiento puede hacerte caer al lago bajo tus pies.

Los acontecimientos de tu pasado te dejaron una cicatriz en tu alma. Un guerrero regresaba del campo de batalla y se negaba a quitarse el armadura. Su esposa le rogó que lo hiciera y el guerrero le mostró una cicatriz en su espalda. Ella le dijo «debes de estar orgulloso de esa cicatriz ya que muestra tu valor.»

No es momento de atacar, espera y observa. Así como el león se oculta en la maleza para estudiar su presa, tú debes mantenerte ahora a la expectativa en atención de cualquier movimiento. Observa bien lo que ocurre y como se desempeña el problema que quieres resolver. Esta observación te dará la información que necesites.

Hoy es un día para pensar a la antigua. Así como hay días en que la vida te obliga a pensar en el futuro y revolucionarlo todo, hay días para regresar a los valores de antes y pensar como lo hacían tus abuelos. ¿Qué harían las generaciones pasadas en tu caso? ¿Cuales eran sus valores y cuales sus modos de ver la vida?

Sientes que otros fuerzan tus decisiones. A veces te sientes como un títere, haciendo cada movimiento por la voluntad de otros y obedeciendo fuerzas externas. No tienes porqué hacer esto. Mira las cosas como son y ve que después de todo no tienes porqué aceptar una situación que no te favorece.

Sientes que la situación se pone demasiado candente para ti. Si has oído la expresión «si no aguantas el calor, salte de la cocina,» así es cómo te sientes. Las cosas están a fuego vivo y la presión te hace sudar. No sabes si ceder o salir corriendo. Serénate y piensa con la cabeza fría para tomar una decisión.

Atrévete a cruzar la frontera. Piensa en los aventureros del pasado que se enfrentaban con lo desconocido y domaban las tierras incógnitas. Así la vida ha puesto frente a ti una situación inesperada. En vez de temer, ten la temeridad de esos aventureros y atrévete a cruzar ese umbral.

Sientes que no puedes avanzar de dónde estás. Hoy te sientes como un ave que se paró en cinta adhesiva y que no puedes levantar el vuelo. Por más que tratas la situación te mantiene en este lugar y empiezas a sentir que te ahoga. Respira profundamente y date cuenta que no hay tal situación.

Sientes que todo ha caído en decadencia, pero no es así. Un joven príncipe pensaba que el reino de su padre había decaído y soñaba con los días cuando su padre era joven y todo era mejor. Le dijo eso a su padre y el rey respondió «es curioso, yo pensé lo mismo a tu edad.»

Quisieras tener una seguridad absoluta, pero hay que aceptar que en esta vida nada es seguro y aprender a apreciar el riesgo. A veces quisieras sentir esa seguridad, como si vivieras en la bóveda de un banco y nada pudiera afectarte, pero recuerda que nada en esta vida es seguro y que hay que tomar riesgos para salir adelante.