Los acontecimientos te envuelven como una ola. Piensa en el océano y su increíble fuerza. Así te has visto en medio de una serie de acontecimientos que te llevan y te traen como la marea y entre los cuales no puedes hacer nada más que dejarte llevar. Sal a flote. Impúlsate hacia arriba y no permitas que la fuerza del cosmos te ahogue.

Aíslas tus emociones con una capa de dureza. Piensa en un árbol, la corteza lo protege aunque por dentro contenga la madera más preciosa y moldeable. Has hecho una corteza que te defiende de actitudes dañinas, pero también hace que los demás no puedan ver tu nobleza. Ábrete y deja que te vean para que puedan compartirte.

No te apresures en llegar a la cima, ya que el éxito llega solo. Considera que vas en una escalera mecánica. Si te apresuras mucho chocarás con los que están delante de ti, pero si esperas y tienes paciencia, la misma escalera te llevará hacia arriba. Este es un momento de tener calma y no tratar de correr.

Dale lugar a tu cuerpo así como a tu espíritu. Los humanos somos parte de una dualidad: alma y mente, sensibilidad e inteligencia, cuerpo y espíritu. No hay nada unilateral en este Universo y debes tener cuidado con ambos. Así como a diario alimentas tu espíritu, tu cuerpo también tiene necesidades y hay que cuidarlo.

Hay una cadena de eventos que te lleva a lo que estás buscando. De pronto un evento te lleva al siguiente y este al siguiente sin saber hacia donde te puedan llevar. No te asustes ni te apures, ya que los eventos van precisamente hacia donde tú quieres. Deja que las cosas se sucedan una a la otra y sigue su camino. Pronto llegarás a dónde quieres.

Encuentra el ritmo del Universo. A veces tienes momentos muy agitados seguidos de momentos de calma absoluta. ¿Cuando empieza uno y termina el otro? Sientes que vas a contra-ritmo y eso te desespera. Como los bailarines, es cuestión de encontrar el ritmo para poder seguir a los que marcan el compás.

Algo el día de hoy te sorprenderá como nada te ha sorprendido. Hoy verás algo que te dejará verdaderamente sin aliento. No debes asustarte ni perder el control, ya que no es nada en tu contra. Es sólo el Universo recordándote que es una máquina de producir maravillas inagotables y que debes agradecer la vida y disfrutarla en todo momento.

La vida te ha puesto un alto. Como un semáforo en una intersección, la vida misma te ha detenido en tus aspiraciones y la carrera que llevabas e iba de un modo tan avanzado. Esto es frustrante, pero a la vez es necesario para darle oportunidad a otros acontecimientos que deben ocurrir y que te van a beneficiar.

Consulta con la almohada antes de tomar una decisión. Los sueños encierran a veces sabiduría que no encontramos en la vigilia, ya que los sueños muestran un lado diferente a la realidad cotidiana. Tienes un problema en tu mente que no sabes cómo resolver. Duerme y a la mañana siguiente verás una nueva perspectiva con la cual tomar la determinación.

La vida te ha puesto enfrente un señuelo. No le hagas caso, no es un problema real. Así como el cazador utiliza señuelos para distraer a su presa, ahora te enfrentas con algo que parece un problema pero que no es tal. A veces la vida pone este tipo de pruebas para comprobar tu atención.

No interfieras en los asuntos de otros. Los cocineros saben bien que no deben meter la cuchara cuando el guiso se está apenas cocinando o de lo contrario todo se arruinará. Estás en medio de una situación delicada donde lo mejor es no intervenir.

Eres un libro abierto para los demás. El resto de la gente puede leerte como un tomo en una biblioteca y la entereza de tu personalidad y tu integridad son como una lección en la enciclopedia del comportamiento. Deja que los demás te lean y permítete compartir tu personalidad con los demás.