Tus amigos valen oro. Cuídalos más que al dinero. Tres hombres buscaban un tesoro en las montañas. Pensando en el oro que les aguardaba se traicionaron uno al otro hasta que todos estuvieron solos y perdidos. Lo que perdieron fue mucho mayor que el oro que hubieran podido encontrar.

Busca enlaces con los demás y cuida cada enlace. Piensa en las redes de teléfono. Funcionan todo el tiempo ya que hay un equipo de servicio que les da mantenimiento continuo. Así debes ser con las relaciones que mantienes con tus amistades y colaboradores. Ten cuidado de que no se deterioren.

Regresa a tus raíces y te sentirás más fuerte. Un árbol que tiene raíces dañadas no puede crecer. Una estatua en una base dañada se cae. Debes regresar al lugar de dónde provienes y aprender bien todos sus valores y costumbres. Esto te dará la base y fortaleza que necesitas para crecer hasta el cielo.

Deja los prejuicios. Acepta las ideas y la gente por igual. Un extranjero en un nuevo pueblo se extrañaba de como hablaba la gente y las costumbres que tenían. Se estaba muriendo de hambre cuando alguien decidió ayudarlo. Comprendió que la gente del pueblo era tan amable como él. Los prejuicios no traen nada bueno.

Pon un límite a los demás. Date a respetar y verás que te respetan. El día pone un límite a la noche con cada amanecer y la noche pone un límite al día al ponerse el Sol. Los dos funcionan en armonía mutua ya que hay límites bien claros. Así debes ser con los demás.

Algo que has desechado será de nuevo útil. Encuéntralo. Hay cosas que son como el vino, solo se puede beber cuando ha pasado suficiente tiempo y el jugo de uva se ha añejado lo suficiente. Revisa entre tus cosas algo que tenga de nuevo valor. Verás que lo encontrarás.

Da tú el primer paso en conocer a alguien nuevo hoy y lograrás un éxito. Piensa en los corredores de una carrera. El que da el primer paso tiene una ventaja sobre todos los demás. Así debes ser en tus relaciones. Da el primer paso tú y acércate a esa persona a quien quieres conocer. No tengas miedo.

Crece tus ideas hasta que sean tan grandes que ayuden a todos. Piensa en un árbol. Al principio es una ramita que apenas y se mantiene en pie. Pero si crece y se riega constantemente se vuelve en un inmenso gigante que dará sombra y frutos a toda la comunidad. Cuida tus ideas como cuidas a un árbol.

Abre tus puertas a nuevos proyectos y verás que se realizan con éxito. Había en la antigüedad un palacio que mantenía siempre cerradas sus puertas. No dejaba entrar a nadie porque el rey tenía miedo a los invasores. Así que nunca dejó entrar a la princesa del reino vecino. El rey siguió soltero y se quedó sin herederos.

No llenes de ideas a los demás. Una sola idea a la vez es más eficiente. Considera al arquero. No dispara todas las flechas que tiene al mismo tiempo. Solo toma una flecha, apunta bien y da en el blanco. Así hay que ser con las ideas y sugerencias. Una sola idea bien orientada conseguirá mejor tus planes.

Enfócate en lo que haces para obtener éxito. Piensa en el que practica artes marciales. Antes de romper un ladrillo con la mano se concentra e imagina el golpe doce veces para hacerlo de modo perfecto. Si tienes la imagen clara en tu mente y pones toda tu atención en lo que haces el éxito será tuyo.

Cuida tus planes como cuida una madre a su hijo. Solo así crecerán bien. La madre pájaro cuida a sus polluelos hasta que pueden volar del nido. La madre leona cuida a los cachorros hasta que pueden cazar por sí solos. Tus planes requieren de tus cuidados.