Donald Trump ha amenazado con una intervención federal en bastiones demócratas, más recientemente advirtiendo una ofensiva de gran magnitud en Chicago para supuestamente combatir el crimen y acelerar las deportaciones de inmigrantes indocumentados.
El reverendo Marshall Hatch urgió a los fieles de una prominente iglesia del oeste de Chicago que lleven siempre sus identificaciones, permanezcan comunicados con su familia y se pronuncien en momentos en que la ciudad se prepara para una anticipada intervención federal.
«Tienen que comenzar a decirle a las personas dónde se encuentran, para que no vayan a ‘desaparecer'», dijo Hatch en el servicio de este domingo en New Mount Pilgrim Missionary Baptist Church. «No vamos a desesperarnos. No vamos a sentirnos amenazados. No vamos a ceder ni darle paso al fascismo y el autoritarismo», agregó.
Dado que Chicago se prepara para una potencial ofensiva contra la inmigración y un posible despliegue de la Guardia Nacional, iglesias a través de la ciudad hablaron desde los púlpitos sobre cuál debía ser su respuesta. Algunas buscaron apaciguar los temores sobre posibles detenciones. Otras abordaron la creciente probabilidad de que haya más agentes del orden en las calles de la tercera ciudad de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump ha amenazado con una intervención federal en bastiones demócratas, más recientemente sugiriendo una ofensiva de magnitud ‘apocalíptica’ en Chicago para supuestamente combatir el crimen y acelerar las deportaciones de inmigrantes indocumentados, algunos de ellos con procesos pendientes en las cortes de inmigración. El mandatario ha mencionado sus planes a pesar del fuerte rechazo de líderes y residentes locales que los consideran innecesarios e indeseados.
Si bien los temores entre los inmigrantes han estado latentes desde que Trump asumió su segundo mandato, las amenazas de una mayor presencia de agencias y tropas federales ha alimentado las tensiones, particularmente en las comunidades latinas y negras con un historial de desconfianza policial.
Entre los asistentes a una iglesia este domingo estuvo Lester Burks, un veterano del Ejército de 74 años que consideró como amenazante la posible presencia militar en Chicago.
«No quiero a los soldados aquí. Ellos están entrenados para pelear», dijo Burks.
Homan: habrá más redadas en lugares de trabajo y presencia federal en Chicago esta semana
Han sido pocos los detalles sobre la esperada intervención, incluyendo cuál será su enfoque y cuándo comenzaría. El llamado ‘zar de la frontera’ de Trump, Tom Homan, dijo este domingo en CNN que la acción de las fuerzas federales en Chicago se dará esta semana. También prometió más redadas en lugares de trabajo como la masiva operación en una planta de la automotriz Hyundai en Georgia.
«Puedes esperar que haya acción en la mayoría de las ‘ciudades santuario’ a través del país», dijo Homan.
La administración de Trump ha puesto en su mira, y desafiado sin éxito en las cortes, las leyes ‘santuario’ de Chicago, entre las más robustas del país.
No existe una definición oficial para las ‘políticas santuario’ o ‘ciudades santuario’. Sus términos generalmente describen límites a la cooperación local con la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). ICE hace cumplir las leyes de inmigración a nivel nacional, pero pide la ayuda de autoridades locales y estatales.
En esta ocasión, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) planea usar una base militar al norte de la ciudad y ha advertido a líderes de otro suburbio que utilizará una instalación de procesamiento migratorio para una operación que potencialmente se prolongará durante 45 días. Además, Trump ha dicho que enviaría a miembros de la Guardia Nacional a Nueva Orleans antes que a Chicago.
Trump ya desplegó a la Guardia Nacional en Los Ángeles y Washington DC, donde también puso a la policía local bajo control federal. Un juez federal determinó que el despliegue en Los Ángeles fue ilegal.
«No estamos pidiendo que vengan militares, estamos pidiendo recursos»
La mayoría de los 3 millones de residentes de Chicago son latinos y negros. La iglesia New Mount Pilgrim está ubicada en el barrio West Garfield Park, una comunidad mayoritariamente negra que ha padecido por años de crimen y un declive en las inversiones económicas, como por ejemplo el cierre de cinco escuelas en 2013 como parte del mayor cierre de planteles púbicos en la historia de Estados Unidos.
Esa iglesia hace usualmente llamados en contra de la violencia en las calles, pese a que la tasa de crímenes violentos de Chicago ha bajado sustancialmente en los últimos años. Sus enormes vitrales recuerdan a las personas negras fallecidas a causa de la violencia. Este domingo, la iglesia celebró la instalación de un centro artístico que ve como parte de una solución.
«No estamos pidiendo que vengan militares, estamos pidiendo recursos», dijo Hatch. «Sabemos que existe una correlación entre que haya recursos y (una menor) violencia», agregó.
En otras iglesias de la ciudad se recordó a las personas cuáles son sus derechos al momento de interactuar con agentes de inmigración, urgiéndole tener consigo los documentos necesarios.