Se afirma que el temor ha alcanzado tal magnitud que incluso los trabajadores sienten aprensión al asistir a sus labores.
Diversos propietarios y administradores de comercios en el sureste de Houston expresan su preocupación por el supuesto impacto negativo que las operaciones de inmigración han tenido en sus ingresos.
Entre los establecimientos afectados se encuentra la taquería Río Verde, situada en Telephone Road, así como la panadería Porras en la zona de Denver Harbor. Los propietarios aseguran que sus negocios han recibido un golpe significativo.
Indican que el temor instigado por estas operaciones es tan intenso que sus empleados temen ir a trabajar, temiendo que ICE pueda interceptarlos.
Elvira Orozco, la gerente general de la taquería Río Verde, comentó: “Tememos que lleguemos a cerrar, como ha sucedido con otros negocios cercanos que han cerrado sus puertas”.
La gerente señaló que en los 27 años de funcionamiento de la taquería nunca había enfrentado una situación comparable.
La situación es similar a aproximadamente 10 millas al norte, en la panadería “Porras Bakery”, que ha estado abierta desde la década de 1960. El propietario, René Porras, menciona que desde el inicio de las redadas de ICE, el pan permanece sin vender en el mostrador.
Por su parte, la Asociación de Restaurantes en Texas señala que esta es una situación que se vive en todo el estado.
Un informe elaborado por esta asociación sobre las repercusiones de las operaciones migratorias revela que hasta octubre, sus miembros informaron las siguientes estadísticas:
19% de disminución en la clientela
19% de reducción en la mano de obra
23% menos solicitudes de empleo
Desde hace algunos meses, la Asociación de Restaurantes en Texas ha iniciado una campaña solicitando al congreso permisos de trabajo para proteger la industria y espera resultados favorables de dicha iniciativa.
