En la ciudad de Houston, un 18. 3% de los jóvenes adultos enfrenta deudas significativas en tarjetas de crédito, con un saldo promedio que supera los 4,200 dólares.
Houston se posiciona entre las ocho ciudades de los Estados Unidos donde los jóvenes adultos experimentan los mayores retos para el pago de sus tarjetas de crédito.
De acuerdo con información proporcionada por el Banco de la Reserva Federal de Filadelfia, hacia el primer trimestre del año 2025, el 18. 3% de los individuos de 18 a 34 años en el área metropolitana de Houston tenían morosidad severa, lo que implica retrasos en los pagos de, al menos, 90 días.
Esta situación es alarmante no solo por la magnitud de la morosidad, sino también por las cifras involucradas. En promedio, los jóvenes adultos en Houston acumulan una deuda de 4,257 dólares en tarjetas de crédito, y un 40. 6% de ellos utiliza más del 75% de su crédito disponible, lo que incrementa el riesgo de incumplimiento.
Houston figura entre las diez ciudades con mayor morosidad juvenil junto a Memphis (27. 5%), Atlanta (20. 8%), Jacksonville (20. 4%), Las Vegas (19. 9%), Birmingham (19. 3%), Riverside (19. 0%), Orlando (18. 7%) y Tucson (18. 1%). La mayoría de estas ciudades, situadas en el “Sun Belt”, enfrentan tensiones derivadas del acelerado crecimiento poblacional y de los elevados costos de vida. Cleveland, Ohio (18. 0%), cierra el grupo de las ciudades más afectadas.
El incremento en la morosidad no es un fenómeno exclusivo de Houston. A nivel nacional, la tasa de morosidad severa entre jóvenes adultos ha crecido cerca de cinco puntos porcentuales en menos de cuatro años, después de haber alcanzado su nivel más bajo durante la pandemia, impulsada por estímulos económicos y la pausa en los pagos de préstamos estudiantiles.
Actualmente, la tasa nacional para este segmento poblacional es más de dos puntos porcentuales superior a la de la población adulta en general.
Los especialistas señalan que los jóvenes se enfrentan a un panorama particularmente complicado: inicios de salario más bajos, menor acumulación de ahorros y la reanudación de los pagos de créditos estudiantiles.
En Houston, la conjunción de estos elementos se manifiesta en un alto nivel de deuda y en una creciente dificultad para cumplir con las obligaciones de pago mensuales.