A pesar de que el magistrado dictó que se debe depositar el monto total correspondiente a los ‘cupones de alimentos’ este viernes, no está claro cuán pronto podrán acceder los beneficiarios a dichos fondos en sus tarjetas, ya que el gobierno notificó al tribunal su intención de impugnar la resolución.
Un juez en Rhode Island emitió un enérgico mandato al gobierno de Donald Trump para que se efectúe el pago completo de los beneficios de ‘cupones de alimentos’ del mes de noviembre del programa SNAP en la fecha mencionada, al considerar que existe un «perjuicio irreversible» para las casi 42 millones de personas que dependen de esta asistencia para poder alimentarse.
El juez John McConnell tomó esta decisión en una audiencia realizada este jueves, después de que el Departamento de Agricultura (USDA) había indicado anteriormente que solo pondría a disposición una parte de los fondos, citando una falta de recursos disponibles para el mes debido al cierre del gobierno. A su vez, un grupo de ciudades y organizaciones habían instado a la corte a exigir que se liberara la totalidad del dinero sin demora.
El juez desestimó el argumento del gobierno, el cual señalaba que había cumplido con transferir una parte de los fondos a los estados —que junto con el gobierno federal son responsables de la transferencia de los fondos de SNAP a las tarjetas de débito de los beneficiarios— y también rechazó la tentativa de atribuir a estos la culpa por la tardanza en los pagos.
«La corte instruye a la administración a realizar el pago completo correspondiente a SNAP para mañana viernes, 7 de noviembre, utilizando los fondos disponibles de la Sección 32 junto con los recursos de contingencia», manifestó el juez, refiriéndose a los fondos que el USDA posee bajo una legislación que le permite utilizar ingresos de aduanas y un fondo de contingencia especial para el programa SNAP.
El gobierno había decidido emplear únicamente los 4,650 millones de dólares que le quedaban en el fondo de contingencia del programa SNAP y no acceder a otros recursos destinados a la nutrición del USDA. Tras comunicar que esa suma cubriría alrededor de la mitad de los beneficios de noviembre, notificó el miércoles al tribunal que bastaría para financiar cerca del 65% de los mismos.
Aunque el juez dictó que se debe depositar todo el monto este viernes, no se sabe con claridad cuán rápido los beneficiarios podrán acceder a esos fondos en sus tarjetas, dado que el gobierno le informó al tribunal de su intención de apelar la decisión.
«El USDA no puede ahora quejarse» por la demora en los pagos de SNAP.
El USDA se vio obligado desde el 1 de octubre, coincidiendo con el inicio del cierre gubernamental, a prepararse para utilizar el fondo de contingencia para asegurar que los beneficiarios obtuvieran sus fondos como se había previsto para el 1 de noviembre. Sin embargo, el USDA no cumplió con esta responsabilidad. A pesar de que llegó el 1 de noviembre, el USDA se negó a acceder a un fondo de contingencia que había sido autorizado por el Congreso. El USDA no puede lamentarse ahora porque no ha podido realizar los pagos a los beneficiarios durante semanas o meses, dado que las entidades estatales no están listas para procesar pagos parciales. Este problema fue creado de manera caprichosa por el USDA al desatender la directriz del Congreso de emplear un fondo de contingencia, añadió.
El juez había ofrecido al gobierno dos alternativas el fin de semana: efectuar los pagos en su totalidad el lunes o de manera fraccionada el miércoles. Por esta razón, afirmó en la audiencia que su orden no había sido respetada. «Es evidente para este tribunal que la administración no dio cumplimiento a sus instrucciones. (. . . ) La corte precisó que la administración debía realizar los pagos completos el lunes anterior o, y cito, ‘resolver con prontitud los impedimentos administrativos o burocráticos que mencionó en sus presentaciones, pero bajo ninguna circunstancia podían realizarse pagos parciales después del miércoles, 5 de noviembre de 2025′», declaró el juez.
«De hecho (. . . ) el presidente manifestó su intención de recurrir la orden del tribunal al afirmar, y cito, ‘los pagos de SNAP se realizarán solo cuando el gobierno vuelva a abrir’. Posteriormente, la administración envió una notificación a este tribunal indicando que había optado por los pagos parciales, pero no tomó ninguna medida para superar los obstáculos administrativos o burocráticos que había detallado en sus presentaciones», agregó el juez acerca de un mensaje del presidente en Truth Social y que la Casa Blanca se retractó.
El daño irreversible, en este contexto, «se refiere al perjuicio a las familias, adultos mayores, niños y otros grupos, que es irrecuperable. Las pruebas indican que las personas sufrirán hambre, los bancos de alimentos se verán desbordados y se generará un sufrimiento evitable», subrayó. El retraso «conducirá a la hambruna en ciertos casos», advierten expertos.
El programa SNAP proporciona beneficios a una de cada ocho personas en Estados Unidos. Constituye un componente crucial del sistema de apoyo social en el país al otorgar a estas personas tarjetas prepagadas que pueden emplear para adquirir alimentos. Ofrece, en promedio, 187 dólares mensuales a 41. 7 millones de individuos.
«El tribunal no podría haber sido más explícito: la administración Trump-Vance debe cesar los juegos políticos con la vida de las personas al posponer los pagos de SNAP que están obligados a emitir. (. . . ) No deberíamos tener que forzar al presidente a preocuparse por sus conciudadanos, pero haremos todo lo posible para proteger a las personas y las comunidades», afirmó en un comunicado Skye Perryman, presidenta y directora ejecutiva de Democracy Forward, la organización que representa a los demandantes.
Asimismo, este jueves, especialistas en seguridad alimentaria y representantes del programa SNAP que participaron en un diálogo con medios de comunicación organizado por SciLine, señalaron que los retrasos y las reducciones de asistencia proyectadas por el gobierno resultarán en que algunas personas enfrenten la falta de alimentos, especialmente entre poblaciones vulnerables.
«Existen numerosas familias que dependen de SNAP y que viven de un cheque a otro. Los retrasos que estamos observando y las disminuciones en la cantidad de beneficios indudablemente provocarán hambre en ciertos casos», comentó Diane Schanzenbach, economista experta en políticas que combaten la pobreza y profesora en la Universidad de Georgetown.
