La restricción estaría vigente por un período de entre 90 y 180 días, afectará a las visas H-1B y L-1 y la suspensión se basa en la pandemia de covid-19 que tiene bajo emergencia al país desde marzo.
El gobierno del presidente Donald Trump ultima detalles de una orden ejecutiva que limitará dos programas de visas para profesionales extranjeros, dijeron a Univision Noticias fuentes conocedoras del tema.
Los reportes señalan que el nuevo decreto migratorio, que se suma a la prohibición de entrada de inmigrantes legales publicada en abril, afectará a las visas H-1B y L-1.
La restricción estaría vigente por un período que oscila entre 90 y 180 días, y la suspensión se basa en la pandemia del nuevo coronavirus que tiene bajo emergencia al país desde el pasado 18 de marzo.
Las fuentes dijeron que la nueva orden ejecutiva alienta a las empresas que contratan trabajadores extranjeros H-1B y L-1, y que los enviaron se regreso a sus países para trabajar remotamente durante la cuarentena y que no están sujetos a las prohibiciones de viaje existentes, a que consideren regresar a Estados Unidos tan pronto como sea posible antes de que la orden entre en vigor.
La orden ejecutiva de abril
El pasado 22 de abril Trump firmó una orden migratoria que suspendió por 60 días la inmigración al país debido a la pandemia del covid-19. El decreto, aseguró el mandatario, es para priorizar y proteger los trabajos para los estadounidenses afectados por la crisis de salud pública.
La orden suspendió los ajustes de estado (peticiones de residencia) por familia y trabajo, pero no incluyó programas de visas tanto para trabajadores profesionales como no profesionales, entre ellos las visas H-1B, L-1, H-2A y H-2B.
Pero el mandatario, respondiendo a una pregunta hecha por la corresponsal de Univision en la Casa Blanca dijo que habría un segundo decreto con nuevas restricciones para favorecer a los trabajadores estadounidenses. Indicó que la segunda orden sería de menor impacto y ampliaría algunas restricciones contenidas en el decreto principal.
Quiénes sí, quiénes no
El decreto de abril afecta principalmente a quienes están solicitando una visa de inmigrante en un consulado o quienes esperan para la emisión de una visa de inmigrante sea por familia o empleo. Pero quedan exentas varias categorías que hasta ahora no han sido impactadas, entre ellas quienes buscan refugio, inversionistas, militares y los cónyuges e hijos solteros menores de 21 años de ciudadanos estadounidenses.
Tampoco afecta a los extranjeros que tienen una visa de inmigrante vigente en el pasaporte, aunque no la hayan utilizado para entrar al país.
Abogados consultados por Univision Noticias advirtieron que la orden tampoco menciona las solicitudes de ajuste de estatus pendientes con la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS).
En las próximas horas
Las fuentes conocedoras del segundo decreto indicaron que el presidente podría estar tomando una decisión sobre el alcance de la nueva proclama tan pronto como el 11 de junio y en una fecha inmediata.
La cadena CNN dijo que, aun cuando el gobierno defiende la reapertura económica del país en medio de una pandemia que sigue registrando aumento de contagios de covid-19 y muertes en al menos 19 estados, la Casa Blanca se prepara para implementar otro conjunto de restricciones a la inmigración legal.
Dijo además que, una de las figuras clave detrás del impulso para limitar la inmigración es Stephen Miller, el principal asesor político de la Casa Blanca y arquitecto de la política migratoria de tolerancia cero, que en los tres años y cinco meses de gobierno ha modificado una larga lista de reglamentos para detener la inmigración indocumentada y afectar severamente los programas de asilo y refugio.
A su vez, la revista Forbes reportó el lunes que las posibles medidas de emergencia que prepara la Casa Blanca incluyen el uso de la autoridad del presidente según la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración (INA) “para bloquear por completo, suspender o imponer condiciones más estrictas, incluidas nuevas tarifas o requisitos salariales para la entrada de trabajadores H-1B y L-1”.
Reportes previos
El 9 de mayo, tres semanas después de emitida la orden ejecutiva que prohíbe la inmigración por 60 días por la pandemia del coronavirus, un reporte de prensa del diario The Wall Street Journal reveló que los asesores del presidente Donald Trump presionaban para extender las restricciones por meses o incluso años.
El diario The New York Times reportó una semana antes, citando un informe del Southern Poverty Law Center (SPLC), que la pandemia del coronavirus se había convertido en la excusa perfecta para que Miller pusiera en marcha un plan que venía elaborando desde que Trump llegó a la Casa Blanca: cerrar las fronteras.
El periódico indicó que el proyecto no había sido posible llevarlo a la práctica debido a múltiples inconvenientes. Uno de los principales era que no había como sustentarlo.
Miller, considerado como uno de los arquitectos de la política de ‘tolerancia cero’ del mandatario, pretendió en varias ocasiones en los últimos tres años utilizar una oscura parte de la ley de inmigración (Sección 212 (f) para proteger a la nación de enfermedades en el extranjero como una forma de estrechar las fronteras.
La pandemia de covid-19 fue la oportunidad que esperaba y no ha perdido el tiempo en desempolvar proyectos para ponerlos en práctica, aseguró el diario neoyorquino.
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Carta de apoyo
Simultáneamente, un grupo de cuatro senadores republicanos encabezado por Tom Cotton (Arkansas), envió una carta a Trump pidiéndole que extienda y amplíe la orden ejecutiva de abril a todas las visas de trabajo hasta que la totalidad de trabajadores afectados por la pandemia recupere sus empleos cuando reabra el país.
“Escribimos con respecto a la inmigración basada en empleo a Estados Unidos durante nuestra recuperación del país a causa de la pandemia de coronavirus”, se lee en la misiva. “Específicamente, escribimos para instarlo a suspender todas las visas de nuevos trabajadores invitados durante 60 días y suspender ciertas categorías de visa para nuevos trabajadores invitados (no inmigrantes) por lo menos hasta el próximo año o hasta que el desempleo haya vuelto a los niveles normales”, agrega.
Los legisladores añadieron que “estas suspensiones son críticas para proteger a los trabajadores estadounidenses a medida que nuestra economía se recupera”. E indican que, si bien el cierre de actividades económicas en los estados ha sido necesario para reducir la propagación de esta pandemia, “los resultados han sido devastadores para empresas y trabajadores por igual”.
División republicana
Pero tres semanas más tarde otro grupo de republicamos, también por medio de una carta, instaron a Trump que considere “el importante papel de los programas de visas temporales de no inmigrante” que jugarán un papel clave en la “recuperación económica pospandémica en Estados Unidos”.
El segundo grupo, integrado por 9 senadores, dijo al presidente que cualquier cambio a los programas de visas temporales de trabajo, tal como la H-1B (para profesionales) como H-2A (para campesinos) como H-2B (para trabajadores no agrícolas) “deben adaptarse muy estrechamente para evitar daños adicionales a las pequeñas empresas estadounidenses en dificultades que confían en la asistencia hecha posible a través de estas visas”.
Señalaron que “la pandemia de coronavirus ha traído una devastadora pérdida de vidas y medios de vida en todo nuestro país” y que, “a medida que comenzamos a reabrir, sabemos que tiene que tomar muchas decisiones difíciles para garantizar el camino hacia la recuperación equilibrada y el bienestar económico seguro para todos los estadounidenses”.
También indicaron que entre los rubros clave que dependen de trabajadores extranjeros se encuentran empresas estadounidenses vulnerables como agricultores, silvicultores, embalaje, hostelería, asistencia sanitaria y comunicaciones e información tecnológica, “todo lo cual depende de los trabajadores invitados no inmigrantes para sobrevivir”.
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Quiénes las usan
La visa H-1B es usada principalmente para trabajadores de la industria de alta tecnología y para profesionales extranjeros con título universitario que desempeñan trabajos especializados que requieren conocimientos teóricos o técnicos. La lista incluye ingenieros, periodistas y programadores de computadoras, entre otros.
El programa de visas H1B fue creado en 1990. Durante los años fiscales 2001 a 2004 el Congreso autorizó extender la cuota de 65,000 a 195,000 visas. Pero el 30 de septiembre de 2004 se volvió a la cantidad original de 65,000. Otras 20,000 son distribuidas entre profesionales extranjeros graduados de universidades estadounidenses con un título de doctorado.
La visa L “se usa para transferencia internacional de ejecutivos o empleados con conocimiento especializado de compañías extranjeras con presencia en Estados Unidos y en el exterior”, explica el libro ‘Inmigración: las nuevas reglas, una guía de Univision’. “Solo califican aquellos que llevan al menos un año de los últimos tres trabajando para la empresa internacional, siempre y cuando demuestren que serán contratados por una empresa relacionada en territorio estadounidense, donde desempeñarán un puesto gerencial, ejecutivo o que requiera conocimiento especializado”, agrega.
Fuente: Jorge Cancino