En una rara declaración sobre las políticas de Estados Unidos, la primera dama del país Melania Trump intervino, por medio de su portavoz, en la crisis de inmigración que tiene lugar en las fronteras estadounidenses.
«La señora Trump odia ver a niños separados de sus familias y espera que ambos bandos puedan finalmente unirse para alcanzar una exitosa reforma de inmigración», dijo el domingo a CNN Stephanie Grisham, directora de comunicación de la primera dama. «Ella cree que necesitamos ser un país que siga todas las leyes, pero también un país que gobierne con el corazón».
Trump, quien ha enfocado su plataforma oficial como primera dama, «Be Best» (Ser mejor), en ayudar a los niños, no había abordado el estado de las familias y la inmigración, un tema que ha ocupado los titulares durante días.
Una nueva político del gobierno del presidente Donald Trump impone cargos de índole federal a todos los adultos que sean detenidos cruzando la frontera de forma ilegal, en lugar de dirigir los casos de aquellos con niños principalmente a cortes de inmigración, como hacían los gobiernos previos.
Dado que el gobierno está llevando a los padres ante el sistema de justicia criminal, los menores son separados de ellos, sin un claro procedimiento para la reunificación más allá de números telefónicos a los que los padres pueden llamar para tratar de rastrear el paradero de los menores.
Cerca de 2.000 menores fueron separados de sus padres y guardianes e instalados en instalaciones de acogida entre el 19 de abril y el 31 de mayo de este año, dijo el viernes en una conferencia telefónica el portavoz del Departamento de Interior Jonathan Hoffman.