Los grupos proinmigrantes piden que se aproveche la mayoría demócrata. La congresista Debbie Mucarsel-Powell y 326 grupos proinmigrantes pidieron hoy a la nueva Cámara de Representantes de EEUU que aproveche la mayoría demócrata para aprobar un proyecto de ley destinado a proteger a los «soñadores» y a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS).
Las asociaciones piden que esa iniciativa sea aprobada en los 100 primeros días de actividad de la nueva Cámara Baja, que será inaugurada el 3 de enero de 2019.
En una rueda de prensa telefónica, Cristóbal Alex, presidente del grupo Latino Victory Project, explicó que el objetivo es «enviar un mensaje» a los demócratas, que el 6 de noviembre arrebataron a los republicanos la mayoría en la Cámara de Representantes después de ocho años.
«Los abogados han estado litigando los casos en las cortes, pero ahora es hora de que el Congreso dé un paso adelante y apruebe legislación que proteja permanentemente a los demócratas y a los beneficiarios del TPS», consideró Alex.
Durante el último año, el Gobierno del presidente, Donald Trump, ha quitado el TPS a 195,000 salvadoreños, 50,000 haitianos, 55,000 hondureños y 5,000 nicaragüenses que desde hacía décadas vivían y trabajaban en EEUU gracias a ese permiso que, en principio, tenía un carácter temporal.
Sin embargo, el pasado 3 de octubre, un tribunal federal con sede en San Francisco (EEUU) bloqueó temporalmente las cancelaciones de TPS que había decretado Trump para Nicaragua, El Salvador, Haití y Sudán.
Además, Mucarsel-Powell, demócrata de origen ecuatoriano que llegará al Congreso en enero, consideró que su grupo parlamentario tiene la obligación de encontrar una solución para los miles de jóvenes indocumentados que llegaron a EE.UU. de niños y que son conocidos como «dreamers» (soñadores).
«Esos jóvenes inmigrantes han llamado a este país su casa desde que eran pequeños y no conocen otro lugar, son parte de nuestras comunidades y han contribuido a nuestra economía», subrayó.
Esos jóvenes fueron protegidos de la deportación en 2012 cuando el entonces presidente Barack Obama (2009-2017) proclamó el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia); pero Trump determinó que ese amparo debía expirar el 5 de marzo de este año si el Congreso no llegaba a un acuerdo sobre inmigración.
El Parlamento, entonces en manos republicanas, no alcanzó ningún acuerdo, pero DACA no llegó a expirar porque dos jueces obligaron al Ejecutivo a mantenerlo vivo y a seguir aceptando solicitudes para renovar sus beneficios.
Los grupos argumentan que, aunque de momento DACA sigue vigente, «la Administración se está moviendo muy rápido para acabar con esos fallos» judiciales y, por eso, los demócratas deben dar prioridad a la aprobación de una proyecto de ley migratoria en sus primeros cien días para que, luego, sea debatida en el Senado.