El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, avisó este martes ante la Asamblea General de la ONU que ningún país tendrá asegurada su independencia si Ucrania pierde la guerra por la invasión rusa.
Biden reivindicó la necesidad de seguir apoyando militarmente al Gobierno de Kiev para defender la integridad territorial de Ucrania y «disuadir» a Rusia de que invada a otros países en el futuro.
«Si abandonamos los principios básicos de la Carta de Naciones Unidas, ¿podrá algún Estado miembro sentirse seguro? Si permitimos que Ucrania sea dividida, ¿estará asegurada la independencia de alguna nación? La respuesta es no», advirtió.
Por ello, Biden prometió que Estados Unidos y sus aliados «seguirán al lado del valiente pueblo ucraniano en defensa de su soberanía, su integridad territorial y su libertad», tras lo cual fue aplaudido por parte del auditorio.
El mandatario, que en esta ocasión no se refirió directamente a su homólogo ruso, Vladímir Putin, señaló además que Rusia es el «responsable de esta guerra» y que está en sus manos que el conflicto termine «inmediatamente».
En la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU participarán también el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en ausencia de Putin, aunque Lavrov no ha llegado a Nueva York y es difícil que pueda coincidir con el ucraniano.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha rebajado las expectativas de cualquier tipo de avance para resolver la guerra de Ucrania, un conflicto en el que muchos países africanos y latinoamericanos han apostado por la neutralidad.
Consciente de ello, Biden dedicó buena parte de su discurso a dar guiños dirigidos a los países del Sur global, expresando su compromiso en el combate a la crisis climática y la inseguridad alimentaria, la inversión en infraestructuras y la regulación de la inteligencia artificial.
Sobre China, su gran rival, el presidente de Estados Unidos abogó por «gestionar de manera responsable» la relación entre ambas potencias y remarcó la necesidad de cooperar con Pekín en retos comunes como el cambio climático.
Recordó en ese sentido las olas de calor récord en Estados Unidos y China, los incendios forestales en América del Norte y el sur de Europa, las sequías en el Cuerno de África y las inundaciones en Libia.
«Estos fenómenos nos están avisando de lo que nos espera si no reducimos de forma urgente nuestra dependencia de los combustibles fósiles y comenzamos a proteger a nuestro mundo», dijo.
El líder estadounidense aseguró que su país quiere «un mundo más seguro, más próspero y más equitativo» y subrayó que «ninguna nación puede afrontar sola los desafíos de hoy».
Por ello, reiteró su intención de reformar el Consejo de Seguridad de la ONU para incluir a nuevos miembros y acabar con la situación de bloqueo que existe por las disputas entre Estados Unidos, Rusia y China.
A ese organismo le pidió además que autorice cuanto antes la intervención de una fuerza multinacional liderada por Kenia para aplacar la crisis de violencia en Haití, una iniciativa que ha reclamado el propio Gobierno haitiano durante meses.
«Hago un llamamiento al Consejo de Seguridad a autorizar esa misión ahora. El pueblo de Haití no puede esperar más», dijo.
En su repaso de la situación internacional, Biden también condenó los lanzamientos de misiles de Corea del Norte, se comprometió a evitar que Irán obtenga un arma nuclear y defendió la solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí.