La directora de comunicación de la Casa Blanca, Hope Hicks, dejó este miércoles su puesto en la administración del presidente Donald Trump, un día después de ser interrogada ante un comité del Congreso en torno a la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las pasadas elecciones.
La Casa Blanca vive una nueva crisis con la renuncia de Hope Hicks, directora de comunicaciones, una de las asesoras de mayor antigüedad del presidente Donald Trump.
Hicks, de 29 años, es una exmodelo que se unió a la campaña presidencial del mandatario en 2016 sin ninguna experiencia en política, pero pronto alcanzó fama por cómo entendió su personalidad y estilo del ahora presidente, incluso se desafiaba a cambiar los puntos de vista del líder.
El interrogatorio, que duró más de ocho horas, no resultó muy productivo para el panel de congresistas ya que Hicks se negó a responder preguntas a los investigadores sobre la interferencia de la campaña rusa y presuntos contactos de la campaña de Trump con agentes vinculados al Kremlin, indicaron los legisladores.
El congresista republicano Peter King dijo a Bloomberg que los primeros 20 minutos de interrogatorio a Hicks establecieron qué áreas no discutiría. La joven dijo que bajo instrucciones de la Casa Blanca, se negaba a responder preguntas relacionadas con el período de transición entre la elección y la toma de posesión de Trump, así como asuntos de «el ala oeste».
Hicks dijo al panel que desde la presidencia le habían pedido que discutiera solo su tiempo en la campaña. Para negarse a contestar, Hicks citó el privilegio ejecutivo que permite no tocar ciertos temas alegando que es en pos de proteger la seguridad nacional.
«¡Nos ‘bannearon’!», dijo con ironía el congresista demócrata por Washington y miembro del panel de investigación, Denny Heck, en referencia a la negativa del ex estratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon a responder algunas preguntas cuando fue entrevistado por el mismo cuerpo.