Michael Wildes, un abogado que representa a la primera dama estadounidense, Melania Trump, afirmó que los padres de ésta viven legalmente en Estados Unidos.
El letrado dijo a CNN que Viktor y Amalija Knavs, eslovenos de nacimiento, están legalmente admitidos en Estados Unidos como residentes permanentes.
Wildes declinó comentar más sobre el asunto, incluyendo discutir cuándo la pareja será elegible para naturalización ni cómo obtuvo las tarjetas de residencia.
Lo anterior, únicamente elevó la sospecha de que fueron apoyados gracias a lo que su yerno ha llamado «migración en cadena».
Sólo hay un puñado de formas en que los inmigrantes en los Estados Unidos pueden obtener tarjetas de residencia, y la mayor parte de ellas cada año se otorgan con base en las conexiones familiares. Un número menor se asigna a los inmigrantes según su empleo, y otras categorías incluyen refugiados y otros casos especiales.
Los defensores de la restricción de la inmigración legal señalan el desequilibrio a favor de las conexiones familiares como evidencia de la necesidad de una reforma, que exige un sistema «basado en el mérito» que elija inmigrantes según las necesidades en Estados Unidos, como lo ha exigido el propio presidente.
La probabilidad de que los Knavs pudieran haber sido patrocinados por su hija u otro miembro de la familia plantea la cuestión de lo que el presidente republicano ha llamado «migración en cadena» o migración familiar.
El gobierno estadounidense permite a los ciudadano y residentes permanentes legales patrocinar a miembros de su familia para que viajen al territorio norteamericano.
Trump y sus aliados en el Congreso han luchado por recortar ese permiso, limitando el patrocinio a los cónyuges e hijos menores, incluida la reducción del umbral de edad de 21 a 18.
Los expertos estiman que podría reducir la inmigración general en un 40 a 50 por ciento si esas “green cards” no se reasignan a otra categoría.
El magnate ha abogado por un sistema basado en el mérito, pero no ha propuesto ningún método para admitir inmigrantes y reemplazar esas categorías.
Conforme al diario The Washington Post, que citó a una persona con conocimiento del estado migratorio de la pareja, comentó que esperaban una fecha para la ceremonia de juramentación como ciudadanos.
Por su parte, una portavoz de la primera dama expresó que los Knavs no son parte del gobierno y merecen su privacidad.
A su vez, el Departamento de Seguridad Nacional expresó que las leyes de privacidad le prohíben discutir casos individuales.
Viktor y Amalija Knavs, de 73 y 71 años, respectivamente, están jubilados, y mantienen un contacto regular con la familia Trump, a menudo viajando con la primera familia en viajes a Mar-a-Lago y Bedminster, Nueva Jersey.
También han sido vistos en la Casa Blanca, donde en noviembre se sentaron al lado de Ivanka Trump en la primera fila para presenciar la primera ceremonia de indulto a un pavo la víspera del Día de Acción de Gracias.