La mandataria izquierdista hizo un pronunciamiento en cadena de radio y televisión, después de la polémica por su decisión de cancelar el tratado de extradición con Estados Unidos la semana pasada
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunció este martes un “golpe de Estado” en curso, en medio de la polémica por su decisión de cancelar el tratado de extradición con Estados Unidos, que permitió el encarcelamiento de poderosos narcotraficantes.
“Ratifico que la paz y la seguridad interior de la República están en riesgo […] por un nuevo golpe de Estado que el pueblo debe detener”, dijo la mandataria izquierdista en cadena de radio y televisión, horas después de que se publicara un video en el que aparece su cuñado en una reunión con narcos en 2013 pidiendo aportes para la campaña electoral de ella ese año.
Castro puso fin hace seis días al tratado con Estados Unidos, argumentando que buscaba evitar que Washington lo usara contra militares que le son leales y facilitara un intento de golpe de Estado.
Sin embargo, la oposición afirmó que Castro canceló el tratado, que permitió encarcelar a medio centenar de narcotraficantes hondureños, incluido un ex presidente, para proteger a miembros de su gobierno y de su familia.
El sábado renunciaron un cuñado y un sobrino de la mandataria: el secretario del Congreso, el diputado Carlos Zelaya, tras admitir ante la fiscalía que se reunió con narcos en 2013, y su hijo, el ministro de Defensa, José Manuel Zelaya.
Este martes un portal especializado publicó un video de esa reunión.
“Un video exclusivo de InSight Crime muestra a narcotraficantes hondureños ofreciendo sobornos a un miembro de la familia presidencial. Esto evidencia la gravedad de la narcocorrupción en el país”, destacó el portal en la red X.
“En relación al video […] condeno todo tipo de negociación entre narcotraficantes y políticos”, dijo Castro en su mensaje al país.
“El plan para destruir mi gobierno socialista, democrático, y el próximo proceso electoral están en marcha”, agregó.
Luego cedió la palabra a su ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, quien leyó un listado de causas judiciales por narcotráfico en que están involucrados políticos de derecha.
El derechista Partido Nacional (PN) afirmó tras la cancelación del tratado que el gobierno hondureño buscaba “blindar a la familia Zelaya Castro Sarmiento de la persecución penal por parte de la fiscalía de los Estados Unidos”.
El PN es uno de los partidos tradicionales de Honduras cuyo ex líder, el ex presidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), fue uno de los 50 hondureños extraditados desde 2014 a Estados Unidos, donde fue condenado en junio pasado a 45 años de cárcel por tráfico de drogas y armas.
En medio de la polémica por el término del tratado, la embajada de Estados Unidos en Honduras negó el martes que vaya a cerrar.
“Circulan noticias falsas sobre un supuesto cierre de operaciones de la Embajada de EEUU en Honduras. Queremos aclarar que esto no es cierto”, publicó la misión diplomática en X.
“La Embajada sigue y seguirá operando normalmente”, agregó.