El duque de Sussex no pudo contener las lágrimas e incluso tuvo que detener su discurso al recordar uno de los momentos más felices de su vida, la llegada de su pequeño Archie.
Sus vidas podrían parecer de cuento de hadas. Viven en grandes mansiones, hacen viajes de ensueño y tienen todo lo que quieren y más. Pero a veces se nos olvida que a pesar de su sangre azul, los miembros de la realeza también sufren y padecen como todos los demás.
Este no ha sido el mejor año para el príncipe Harry. Si bien vivió el momento más feliz de todos con el nacimiento de su hijo Archie, el imparable acoso de la prensa a su familia y concretamente a su esposa Meghan Markle no se lo están poniendo nada fácil.
Quizás por eso no puede ni quiere dejar de emocionarse cuando así le nace del corazón. El benjamín de la familia dio un poderoso discurso durante su intervención en los premios WellChild donde rompió a llorar al hablar de amada esposa y su lindo bebé.
Cuando le tocó recordar el nacimiento de su primogénito se vino abajo. Incluso tuvo que tomarse unos segundos para retomar su discurso. Con la voz entrecortada y los ojos empañados compartió su sentimiento como padre y demostró que su sangre es tan roja como la de cualquier ser humano.
“El año pasado, cuando mi mujer y yo asistimos a estos premios sabíamos que estábamos esperando nuestro primer hijo. Nadie más lo sabía, pero nosotros sí. Y recuerdo…”, expresó justo antes de que su voz se rompiera.
Una vez controlados sus sentimientos retomó la charla y compartió una preciosa anécdota. “Recuerdo tomar la mano de Meghan con tanta fuerza en estos premios, los dos nos imaginábamos cómo sería ser papás”, continua conmovido. “Nunca lo podría haber entendido hasta que tuve a mi propio hijo”.
Sus emociones a flor de piel y frente a todos ha sido un gesto que le humaniza y acerca mucho más al común de los mortales. Junto a él para animarle estuvo su fiel compañera, Meghan que le consoló en todo momento demostrando que su relación está más sólida que nunca.