La quiebra de Tricolor Auto ha dejado a algunos consumidores en Houston sin vehículos y con la duda de quién asumirá la responsabilidad de sus créditos automotrices.
Este concesionario de autos y entidad crediticia con sede en Texas, que alguna vez fue promovido como un apoyo financiero para los compradores desatendidos, se ha declarado en quiebra, planteando interrogantes para miles de clientes. Tricolor Holdings, que gestionaba más de 60 concesionarios en seis estados, solicitó la quiebra bajo el Capítulo 7 en septiembre. Las presentaciones judiciales indican que la empresa tiene más de mil millones de dólares en deudas y más de 25,000 acreedores.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos también está llevando a cabo una investigación sobre acusaciones de fraude relacionadas con la empresa. Para Sheriva Shed, residente de Pasadena, la quiebra ha resultado en la pérdida de su Chevy Equinox 2018. Shed manifestó que el vehículo ha presentado problemas desde el inicio, incluyendo serios daños por corrosión y fallos en la aceleración.
Llevó el auto al taller de Tricolor en dos ocasiones, siendo la última en agosto, momento en el que, según ella, desapareció. “Nadie atendía mis llamadas o simplemente decían que me regresarían la llamada”, declaró Shed a KHOU 11. “Así que tomé un Uber y fui allí, y había grupos de personas en la entrada. Fue entonces cuando pensé, ¿qué sucederá con nuestros autos? ”
Posteriormente, Shed se enteró de que su auto había sido embargado y que había una anotación de recuperación en su informe crediticio. Ella comentó que esto ha afectado sus posibilidades de obtener financiamiento para otro vehículo. “Lo primero que me dicen es que necesito un co-firmante, tienes un embargo. Es Tricolor”, afirmó. “Pero mi automóvil no fue embargado».
Tricolor se enfocaba en brindar servicios a compradores con escaso o nulo historial crediticio, incluidos numerosos inmigrantes de habla hispana. En comunicados, Tricolor afirmó que su misión era atender a “prestatarios invisibles de crédito que habían sido desatendidos por los principales proveedores financieros”.
A pesar de esto, analistas del sector ya habían señalado los riesgos asociados a la empresa. En un informe de junio, SP Global Ratings indicó que la dependencia de Tricolor de los préstamos a inmigrantes la hacía susceptible a cambios en las políticas federales. Los analistas advirtieron que alteraciones en la aplicación de las leyes migratorias podrían incrementar la morosidad y las pérdidas crediticias, un riesgo que parece haber impactado a Tricolor.
Con el cierre de Tricolor, los clientes se encuentran con escasas alternativas. Especialistas en derecho sugieren que aquellos que han perdido vehículos o han pagado anticipadamente por servicios pueden presentar reclamaciones en el tribunal de quiebra. Otros pueden intentar interponer demandas civiles.
Para los prestatarios que aún están realizando pagos, los defensores de los consumidores alertan que la cartera de créditos de Tricolor podría ser vendida a otra entidad crediticia. Es fundamental que los clientes verifiquen cuidadosamente cualquier nuevo documento antes de continuar con sus pagos.
En lo que respecta a Shed, ella solo desea obtener respuestas. “Solo necesito que alguien me indique el camino correcto para saber si podemos recuperar nuestros vehículos, queremos recuperar nuestros autos”, expresó.