Cuando nació en 1926, Isabel Alejandra María no estaba destinada a ser reina. Un inesperado giro del destino la puso en la línea del trono y desde entonces ha capitaneado una casa real cuyo futuro hoy luce comprometido por los escándalos y problemas en los que está inmersa.
El domingo 6 de febrero se cumplieron 70 años exactos desde que Isabel II se conviertiera en reina del entonces Imperio Británico y su Mancomunidad de Naciones, tras la súbita muerte de su padre, el rey Jorge VI.
En ese entonces, el Imperio Británico se extendía por todo el mundo, la realeza era venerada y los televisores eran una novedad de las comuniccaciones masivas en expansión. Pero el mundo y la monarquía han pasado por profundas transformaciones, e Isabel II las ha navegado todas, con mayor o menor éxito.
Aunque el 6 de febrero de 1952 fue el día del inicio de su reinado, no se organizaron grandes actos eventos para el aniversario. La celebración central del Jubileo se hará el fin de semana del 2 al 5 de junio, cuando se cumplan los 59 años de la ceremonia de coronación de Isabel II en la abadía de Westminster, que fue pospuesta por más de un año como exigía la tradición para guardar el luto por la muerte del anterior rey.
Aunque las encuentas muestran que la mayoría de los ciudadanos de Reino Unido son leales a la reina y respeta sus años de servicio para la nación, las actitudes sobre la monarquía han pasado de una deferencia incuestionable a un mayor cuestionamiento.
A lo largo de su reinado de 70 años, la reina ha supervisado, a veces a regañadientes, la modernización de la familia, conocida como “La Firma” y su adaptación para las expectativas en evolución.
Acá ofrecemos algunos datos sobre el reina de Isabel II, la monarca que más tiempo ha detentado el trono británico.
NO ESTABA DESTINADA A SER REINA
Cuando nació en abril de 1926, Isabel no tenía perspectivas de llegar a ser reina. Su padre era hijo del rey Jorge V, pero él era duque de York. El heredero era su hermano, Eduardo, príncipe de Gales. La joven princesa Isabel ha sido comparada con la actual princesa Beatriz, hija del actual duque de York, el atribulado príncipe Andrés. Al igual que Beatriz parecía muy lejos de cualquier posibilidad de tener la corona británica. Pero en diciembre de 1936 se produjo un dramático punto de inflexión cuando su tío, quien en enero había asumido como el rey Eduardo VIII, abdicó al trono para casarse con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada (las leyes de la época impedían que el rey se casara con alguien en esa condición). Cuando su papá tuvo que asumir el trono con el nombre de Jorge VI, Isabel quedó de primera en la línea de sucesión.
TIENE EL REINADO MÁS LARGO
Con 70 años en el trono, Isabell II es la monarca con más tiempo en la historia de Reino Unido y actualmente es la jefa de Estado de mayor duración en el cargo entre sus colegas del mundo. En septiembre de 2015 ya había superado los 63 años y 7 meses de la reina Victoria, su tatarabuela. Cuando Isabel ascendió al trono, Reino Unido era una potencia planetaria, dueña de un imperio que abarcaba posesiones desde Canadá y el Caribe hasta la India y Australia. Ejercía poder sobre la vida de unos 500 millones súbditos. A ella le tocó reinar sobre el desmembramiento de ese vasto imperio y la redefinición del papel internacional de Londres.
PERDIÓ UN IMPERIO, PERO ES JEFA DE 14 NACIONES
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y el inicio del proceso de descolonización promovido por la naciente Organización de Naciones Unidas, Londres aceleró el proceso de separación de sus colonias. En la mayoría de los casos, mediante negociación política que devolvió la soberanía a los gobiernos locales. El imperio desapareció progresivamente, pero las viejas colonias quedaron integradas en la antigua Mancomunidad Británica de Naciones, rebautizada simplemente como la Mancomunidad, que reúne a 50 países y territorios. Isabel II es jefa de estado de 14 de esos países: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, Antigua y Barbuda, Belice, Granada, Papua Nueva Guinea, Santa Lucías, las Islas Salomón, St. Kitts y Nevis, y Sant Vincent y las Granadinas.
LA REINA MANDA PERO NO GOBIERNA
En sus 70 años de reinado, Isabel II ha lidiado con 14 primeros ministros británicos. Como jefa de Estado, ella encarga la formación del gobierno (que es su única función gubernamental) Winston Churchill estaba en el poder cuando ella ascendió al trono. Durante el período de la conservadora Margaret Thatcher (mayo 1979 a noviembre 1990) Reino Unido tuvo dos mujeres a la cabeza de la estructura de gobierno. Eso volvería a ocurrir entre julio de 2016 y julio de 2019 con la gestión de la también conservadora Theresa May. Aunque la reina no gobierna, sirve de árbitro entre las facciones políticas británicas y los primeros ministros tienen una cita semanal con ella para informarle de los asuntos del reino, al fin y al cabo, formalmente ellos administran “el gobierno de Su Majestad”. Pero como es jefa de Estado de otras 13 naciones, en total 170 gobernates han estado a su servicio en estas siete décadas.
TODOS LOS PRESIDENTES, MENOS LYNDON B. JOHNSON
En esas transformaciones del Reino Unido imperial a la nación moderna que es hoy, la reina Isabel II ha sido parte en la consolidación de la “relación especial” que tienen Londres y Washington. La reina se ha entrevistado con todos los presidentes estadounidenses desde Dwight Eisenhower, tres de ellos en formal visita de Estado en el palacio de Buckingham en Londres. En 1951 se había reunido con Harry Truman, pero todavía era princesa y estaba de viaje en representación de su padre Jorge VI. La única excepción fue Lyndon Johnson (1963-1969) Aparentemente no hay una razón por la cual ese tradicional encuentro no se produjo, salvo que ninguno invitó al otro a visitarlo. Algunos aseguran que fue por la misma razón por la que la reina no asistió al funeral de John F. Kennedy: estaba embarazada.