El apoyo de los estadounidenses a las políticas migratorias de línea dura del presidente Donald Trump ha caído significativamente en los seis meses de su regreso al poder, según una serie de encuestas recientes.
Los sondeos realizados por CNN y CBS News revelan que el respaldo a su estrategia de deportaciones ha perdido la mayoría. El 55 por ciento de los encuestados considera que las redadas han «ido demasiado lejos», un aumento de 10 puntos porcentuales desde febrero, cuando Trump asumió el cargo.
La desaprobación de sus políticas migratorias se ha extendido a la construcción de centros de detención masiva, a los que el 57 por ciento de los encuestados se opone, con solo un 26 por ciento a favor de la idea.
La encuesta de CBS News detalla que el 56 por ciento de los estadounidenses cree que la administración «ataca a los migrantes que no representan una amenaza para la seguridad pública», lo que refleja un aumento del 9 por ciento en la desaprobación desde el mes anterior. En general, la aprobación de las políticas migratorias de Trump cayó al 49 por ciento, un descenso notable desde el 59 por ciento registrado en febrero.
Consecuencias políticas y diplomáticas
Aunque la desaprobación de las políticas migratorias de Trump ha aumentado, el respaldo a las deportaciones sigue siendo casi unánime entre los republicanos, con un 91 por ciento a favor, mientras que la oposición se mantiene alta entre los independientes (59 por ciento) y demócratas (86 por ciento).
La caída de Trump coincide con la aprobación de un presupuesto que canalizó 170 mil millones de dólares adicionales al Departamento de Seguridad Nacional para una fuerte ofensiva de deportaciones, que incluye la construcción del muro fronterizo y más centros de detención. Estas medidas han generado señales de alarma en congresistas de ambos partidos, que denuncian falta de transparencia y control democrático sobre estas políticas.
Por otro lado, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, minimizó las amenazas de Trump de usar militares contra cárteles, calificándolas de «opiniones» sin mayor relevancia y reiterando que no permitirá la presencia de tropas estadounidenses en su país.
En este contexto de tensión, la aprobación a los migrantes ha subido dramáticamente, con casi el 70 por ciento de los estadounidenses creyendo que los inmigrantes fortalecen al país, una señal de que la percepción pública podría estar cambiando.