El cambio climático está secando al río Colorado, impactando a estados que juntos suman una población de 60.9 millones de habitantes. Los escollos en las negociaciones entre las autoridades para reducir el uso de agua ha llevado a acusaciones sobre «lucrar con la sequía».
Los bancos que rodean buena parte del río Colorado, donde el agua alguna vez corría, ahora son solo lodo y rocas, muestra palpable de los efectos del cambio climático en el oeste de Estados Unidos. Más de 20 años de sequía han hecho poco para disuadir a la región de desviar más agua de la que fluye a través del río, agotando los embalses a niveles que ahora ponen en peligro el suministro de agua a hogares, sembradíos y la producción de energía hidroeléctrica.
Siete estados del país, que juntos suman una población de 60.9 millones de habitantes, se preparan para los recortes, ya que el gobierno federal fijó este martes como fecha límite para que presentaran sus propuestas de reducciones sin precedentes en el uso del agua, en lo que se espera que sea la semana más importante para la política del río Colorado en décadas.
En junio, la Oficina de Reclamación de Estados Unidos (U. S. Bureau of Reclamation) les dijo a los estados –Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming– que determinen cómo usar al menos un 15% menos de agua el próximo año, o que se les impongan restricciones. También se espera que la oficina publique proyecciones hidrológicas que desencadenarán recortes adicionales ya acordados.
¿Cómo avanzan las negociaciones para los recortes de agua?
Las tensiones sobre el alcance de los recortes y cómo distribuirlos equitativamente llegaron asu punto crítico, con estados señálandose con el dedo y aferrándose obstinadamente a sus derechos de agua a pesar de la crisis que se avecina.
Representantes de los siete estados se reunieron en Denver la semana pasada para negociaciones de última hora a puerta cerrada. Esas discusiones aún tienen que producir propuestas concretas, pero los funcionarios que participan en ellas dicen que los objetivos más probables para los recortes son los agricultores de Arizona y California. Los distritos agrícolas de esos estados piden que se les pague generosamente para soportar esa carga.
“Lucrar con la sequía”
Sin embargo, las propuestas en discusión no cumplen con lo que exigió la Oficina de Reclamación y, con las negociaciones estancadas, los funcionarios estatales dicen que esperan más tiempo para negociar los detalles.
“A pesar de la urgencia obvia de la situación, los últimos 62 días no produjeron nada en términos de acción colectiva significativa para ayudar a prevenir la crisis que se avecina”, escribió en una carta difundida el lunes John Entsminger, gerente general de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada. Llamó a las demandas del distrito agrícola “lucrar con la sequía”.
¿A cuántas personas abastece el río Colorado?
El río Colorado cae en cascada desde las Montañas Rocosas hacia los áridos desiertos del suroeste. Es el principal suministro de agua para 40 millones de personas y recorre estados que suman 60.9 millones de habitantes. Alrededor del 70% de su agua se destina al riego, lo que sustenta una industria agrícola de $15,000 millones al año que suministra el 90% de las verduras que se consumen en invierno en todo Estados Unidos.
El agua del río se reparte entre México y los siete estados de Estados Unidos en virtud de una serie de acuerdos que datan de hace un siglo, cuando su caudal era más abundante.
¿Cómo ha afectado el cambio climático?
El cambio climático ha transformado la hidrología del río, hay menos nieve derretida y las temperaturas más altas han llevado a más evaporación. Como el río producía menos agua, los estados acordaron recortes atados a los niveles de los embalses que almacenan su agua.
El año pasado, funcionarios federales declararon por primera vez una escasez de agua, lo que provocó cortes en la parte del río en Nevada, Arizona y México para ayudar a evitar que los dos embalses más grandes, el lago Powell y el lago Mead, cayeran lo suficientemente bajo como para amenazar la producción de energía hidroeléctrica y detener el agua fluya a través de sus presas.
¿Cuáles son los puntos de desacuerdo en las negociaciones?
Las propuestas de recortes suplementarios que vencen esta semana han avivado el desacuerdo entre los estados de la cuenca superior (Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming) y los estados de la cuenca inferior (Arizona, California y Nevada) sobre cómo distribuir la dolorosa carga de los recortes.
Los estados de la cuenca baja utilizan la mayor parte del agua y hasta ahora han asumido la mayor parte de los recortes. Históricamente, los estados de la cuenca superior no han utilizado todas sus asignaciones, pero quieren mantener los derechos de agua para planificar el crecimiento de la población.
Gene Shawcroft, presidente de la Autoridad del Río Colorado de Utah, cree que los estados de la cuenca baja deberían hacerse cargo de la mayoría de los recortes porque utilizan la mayor parte del agua y sus asignaciones completas.
Dijo que era su trabajo proteger la asignación de Utah para el crecimiento proyectado para las próximas décadas: “La dirección que nos han dado como proveedores de agua es asegurarnos de que tengamos agua para el futuro”.
¿Qué proponen los estados de la cuenca superior del río Colorado?
En una carta el mes pasado, los representantes de los estados de la cuenca superior propusieron un plan de conservación de cinco puntos que dijeron que ahorraría agua, pero argumentaron que la mayoría de los cortes debían provenir de la cuenca inferior. El plan no se comprometió con ningún número.
“El enfoque es implementar las herramientas y trabajar con los usuarios del agua para obtener todo lo que podamos en lugar de proyectar un número de agua”, comentó Chuck Cullom, director ejecutivo de la Comisión del Alto Río Colorado. Esa posición, sin embargo, es insatisfactoria para muchos en los estados de la cuenca baja que ya enfrentan recortes.
“Va a llegar a un punto crítico, particularmente si los estados de la cuenca superior continúan con su posición de negociación y dicen: ‘No vamos a hacer ningún recorte’”, dijo Bruce Babbitt, quien se desempeñó como secretario del Interior de 2003 a 2011.
¿Cuál es el plan de los estados de la cuenca baja del río Colorado?
Los estados de la cuenca baja aún tienen que hacer públicos sus planes para contribuir, pero los funcionarios dijeron la semana pasada que la propuesta tentativa de los estados que se está discutiendo no cumplió con la solicitud del gobierno federal de cortar de 2 a 4 millones de acres-pie. Un acre-pie de agua es suficiente para abastecer a 2 o 3 hogares al año.
Bill Hasencamp, gerente de recursos del río Colorado en el Distrito Metropolitano de Agua del Sur de California, comentó que todos los distritos del estado que extraen agua del río acordaron contribuir con agua o dinero al plan, en espera de la aprobación de sus respectivas juntas. Los distritos de agua, en particular el Distrito de Irrigación Imperial, han insistido en que cualquier corte voluntario no debe reducir sus derechos de agua de alta prioridad.
Las ciudades del sur de California probablemente proporcionarán dinero que podría financiar tierras de cultivo en barbecho (donde no se siembra por largos periodos) en lugares como el condado de Imperial y los administradores de agua están considerando dejar el agua que han almacenado en el lago Mead como parte de su contribución.
Sin soluciones “milagrosas”
Arizona probablemente se verá muy afectado por las reducciones. Durante los últimos años, el estado cargó con muchos de los recortes. Con su creciente población y su sólida industria agrícola, tiene menos margen de maniobra que sus vecinos para asumir más, dijo el director del Departamento de Recursos Hídricos de Arizona, Tom Buschatzke. Algunas tribus nativas americanas en Arizona también han contribuido a apuntalar el lago Mead en el pasado y podrían desempeñar un papel importante en cualquier nueva propuesta.
Los regantes de Yuma, Arizona, han propuesto tomar 925,000 acres-pie menos de agua del río Colorado en 2023 y dejarla en el lago Mead si se les paga $1,400 millones, o $1,500 por acre-pie. El costo está muy por encima de la tarifa actual, pero los regantes defendieron su propuesta como justa considerando el costo de cultivar y llevarlos al mercado.
Wade Noble, el coordinador de una coalición que representa a los titulares de derechos de agua de Yuma, dijo que era la única propuesta presentada públicamente que incluye recortes reales, en lugar de recortes teóricos, a lo que se asigna a los usuarios en papel.
Algunos de los fondos de compensación por la conservación podrían provenir de $4,000 millones en fondos para la sequía incluidos en la Ley de Reducción de la Inflación que se está considerando en Washington, contó a la agencia AP la senadora estadounidense Kyrsten Sinema, de Arizona.
Sinema reconoció que pagar a los agricultores para que conserven no es una solución a largo plazo: «Sin embargo, a corto plazo, para satisfacer nuestras necesidades diarias y anuales, asegurarnos de que estamos creando los incentivos por no uso nos ayudarán a salir adelante”, dijo.
Babbitt estuvo de acuerdo en que el dinero en la legislación no «resolverá el problema milagrosamente» y dijo que los precios del agua deben ser razonables para evitar aumentos porque la mayoría de los usuarios del agua se verán afectados.
“No hay forma de que todos estos recortes puedan pagarse a un precio superior durante años y años”, dijo.