Con el ataque del domingo a una base ucraniana a menos de 15 millas de la frontera con Polonia, Rusia endurece su pulso con la OTAN y la Unión Europea. La base es un enlace entre las fuerzas armadas de Ucrania y los militares occidentales, además de un importante centro logístico y de entrenamiento para combatientes extranjeros. Aquí puedes seguir las últimas noticias sobre la guerra en Ucrania.
Rusia atacó este domingo una base militar ucraniana a las afueras de Lviv, en el oeste del país, que tiene una fuerte carga estratégica y simbólica debido a que acerca la guerra peligrosamente a las puertas de la OTAN.
El ataque sucede, además, un día después de que Estados Unidos anunció que agilizaría el aporte de $200 millones en fondos adicionales para armas pequeñas, armas antitanque y antiaéreas, y de que la Unión Europea expresó su intención de enviar a Ucrania todas las armas que sean necesarias.
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, advirtió el fin de semana que cualquier envío de armas a Ucrania sería considerado un “objetivo militar legítimo”.
Se trata de una base donde se han realizado buena parte de los programas de entrenamiento de las tropas ucranianas con países de la OTAN.
La instalación militar, que llevaba en marcha desde la década de los 90, también suele acoger a tropas internacionales, que se forman en habilidades como la retirada de minas para misiones de paz de las Naciones Unidas.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, señaló en un mensaje en su perfil de Twitter: “Los instructores extranjeros trabajan aquí. Se está aclarando la información sobre las víctimas. Este es un nuevo ataque terrorista contra la paz y la seguridad cerca de la frontera entre la Unión Europea y la OTAN. Se deben tomar medidas para detener esto”.
Ucrania no es miembro de la OTAN; su membresía es una de las líneas rojas a las que alude Putin para justificar la invasión.
Este es el bombardeo que más se ha acercado hasta el momento a la frontera con la Unión Europea. Los ataques se han ido aproximando desde el viernes, cuando las fuerzas de Putin atacaron la base aérea de Lutsk, a unas 50 millas de Polonia.
El Pentágono, dispuesto a defender el territorio de la OTAN
John F. Kirby, secretario de prensa del Pentágono, esbozó el domingo las medidas que Estados Unidos había adoptado para prepararse ante la posibilidad de un ataque ruso contra convoyes de suministros con destino a Ucrania en territorio de la OTAN.
Kirby dijo que Estados Unidos había desplegado recientemente dos baterías antimisiles Patriot en Polonia, y señaló que siguen «moviendo y reposicionando fuerzas y capacidades a lo largo del flanco oriental de la OTAN, para asegurarnos de que podemos defender cada centímetro de territorio de la OTAN si lo necesitamos».
«Ahora, no hay ninguna razón para que tengamos que hacerlo», dijo en una aparición en el programa This Week de la cadena ABC, y añadió que los funcionarios estadounidenses «dejaron muy claro a Rusia que el territorio de la OTAN será defendido no solo por Estados Unidos, sino por nuestros aliados».
Kirby dijo que una línea directa establecida entre el Pentágono y su homólogo ruso ha ayudado a evitar la confusión y la escalada hasta ahora. «Esa línea está funcionando y no dudaremos en absoluto en utilizarla si es necesario», dijo.
Combatientes extranjeros entrenando en la base
Hasta 1,000 combatientes extranjeros estaban entrenando en el Centro Internacional de Seguridad y Mantenimiento de la Paz, que también se conoce como el complejo militar de Yavoriv, como parte de la nueva Legión Internacional que Ucrania ha formado para ayudar a combatir a Rusia, según el diario The New York Times.
Tropas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Polonia, Letonia y otros aliados occidentales entrenaron allí a las fuerzas ucranianas a partir de la década de 1990.
Decenas de soldados de la Guardia Nacional del Ejército de Florida habían estado entrenando a las tropas ucranianas en la base como parte de una misión de la OTAN hasta que el Secretario de Defensa ordenó que abandonaran el país el mes pasado, días antes de la invasión rusa.
Aviones de guerra rusos dispararon en la madrugada del domingo cerca de 30 misiles de crucero contra la base militar en un furioso y sostenido asalto aéreo que costó la vida al menos 35 personas, tanto civiles como militares, y dejó heridas a otras 134, según el jefe de la administración militar regional de Lviv, Maksym Kozytskyi. Entre ellos había militares y civiles.
Los sistemas de defensa aérea ucranianos interceptaron 22 de los misiles, según los funcionarios, pero otros impactaron en la base.
«El sistema de defensa aérea funcionó, varios de ellos fueron derribados», dijo Kozytskyi en una conferencia de prensa. Sin embargo, repitió su llamamiento a la OTAN para que establezca una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, una medida que los líderes occidentales se han negado a tomar por evitar un conflicto militar directo con Rusia. Esta medida implicaría prohibir a todas las aeronaves desautorizadas volar sobre el país y, por tanto, estar preparados para tumbar un avión ruso si fuera necesario.
Como la OTAN no está dispuesta hasta ahora a imponer una zona de exclusión aérea, el ejército ucraniano dijo en un comunicado la semana pasada que «cerraremos el cielo nosotros mismos».
El domingo, el alcalde de Lviv, Andriy Sadovyi, apeló directamente a los aliados en un post de Facebook, pidiéndoles que «cierren los cielos de Europa. «Joe Biden, Jens Stoltenberg, ¿entienden que la guerra está más cerca de lo que imaginan?», escribió. «Rusia ya está en su frontera».
La región de Lviv hasta ahora había permanecido prácticamente intacta en la guerra, y ha acogido a muchos ucranianos que han huido de otras partes del país.