La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, solicitó este jueves a los legisladores redactar los cargos para el proceso de destitución contra el presidente, Donald Trump, a quien acusó de «abuso de poder» para su «beneficio personal».
Pelosi aseguró en un anuncio desde el Capitolio que los hechos de las presuntas irregularidades de Trump que involucran a Ucrania «son indiscutibles».
«El presidente abusó de su poder para su propio beneficio político personal a riesgo» de la seguridad nacional de Estados Unidos. Agregó que sus acciones «violaron seriamente la Constitución» y les deja a los demócratas ninguna «otra opción que actuar».
Trump reaccionó de forma inmediata a las palabras de Pelosi y arremetió contra los demócratas porque, a su juicio, «van a tratar de acusarme por NADA».
«Los demócratas radicales de izquierda no hacen nada anunciaron que van a tratar de acusarme por NADA. Ya se dieron por vencidos con las ridículas «cosas» de Mueller, así que ahora apuntan sus sombreros hacia dos llamadas telefónicas totalmente apropiadas (perfectas) con el presidente ucraniano… Esto significará que el acta de juicio político más importante y rara vez utilizado se usará de forma rutinaria para atacar a los futuros presidentes. Eso no es lo que nuestros Fundadores tenían en mente. Lo bueno es que los republicanos NUNCA han estado más unidos. ¡Ganaremos!», tuiteó.
El anuncio de Pelosi se produce un día después de que el Comité Judicial de la Cámara de Representantes celebró su primera audiencia en la investigación en la que tres especialistas en derecho constitucional argumentaron que Trump cometió delitos, incluso en su campaña para presionar a Ucrania para que investigue a los Biden.
Un cuarto especialista, convocado por los republicanos, advirtió que no se debe acelerar el proceso, que este sería el juicio político más breve de los tiempos modernos y el más «parco» en pruebas, lo que sentaría un precedente peligroso.
La misma Pelosi se reunió a puertas cerradas con el bloque demócrata este miércoles para preguntar, «¿están preparados?». La respuesta fue un estruendoso sí, de acuerdo con los presentes.
Los demócratas están acelerando el proceso para votar sobre la destitución del 45to presidente alrededor de Navidad, una situación que Pelosi esperaba evitar, pero que ahora parece inevitable.
Pelosi no dijo este jueves si se había fijado una fecha límite para que el comité redacte los cargos de juicio político o cuándo tendría lugar una votación completa en la cámara baja, pero los miembros que asistieron a una reunión de demócratas a puerta cerrada el miércoles precisaron que entendían que la Cámara votaría sobre las imputaciones antes del receso festivo, de hecho, uno de los legisladores adelantó que se les informó que «no hicieran planes» para el 21 o 22 de diciembre, el fin de semana antes de Navidad.
La audiencia del miércoles se realizó un día después de que el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja divulgara un informe de 300 páginas, que acusa a Trump de presionar a Ucrania a investigar a sus rivales políticos para facilitar su reelección en 2020.
Las investigaciones para abrir un juicio político a Trump se lleva a cabo en unos momentos de polarización en Estados Unidos y en los que ambos partidos se han atrincherado en sus posiciones: los demócratas insisten en que Trump abusó del poder, mientras que los republicanos replican que todo es una “farsa” y no hay infracción alguna que justifique su destitución.
Así las cosas, esa audicencia televisiva no fue distinta a las que realizó el Comité de Inteligencia. La Casa Blanca rechazó la invitación demócrata para que Trump y sus abogados participen en la audiencia, aunque dejaron abierta la posibilidad de hacerlo en el futuro.
Se denuncia a Trump por abusar del poder de su cargo, anteponer sus intereses políticos a la seguridad nacional, e intentar sobornar a Ucrania al retener 400 millones de dólares de ayuda militar aprobada por el Congreso; y además, obstruir la investigación.
En la cámara baja, los demócratas dicen que cumplen con su deber, en tanto los republicanos dicen que todo el proceso es un fraude.