Los CDC, la FDA y otros expertos médicos consideran que la eficacia de la inmunización se diluye con el paso del tiempo y recomiendan recibir una inyección adicional a los ocho meses de haber recibido la segunda dosis de Pfizer o Moderna.
Las autoridades sanitarias federales han concluido que “será necesaria una dosis de refuerzo” de la vacuna contra el coronavirus “para maximizar la protección y prolongar su eficacia”, según anunciaron este miércoles en un comunicado conjunto de los Centros Nacionales para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC); la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA); el cirujano general, Vivek Murthy; los Instituciones Nacionales de Salud (NIH); y Anthony Fauci, principal asesor de la Casa Blanca para la lucha contra la pandemia, entre otros expertos y responsables federales.
La dosis comenzará a administrarse a partir de finales de septiembre en todos los adultos completamente vacunados desde hace 8 meses, aunque priorizando a las personas vulnerables que, de hecho, fueron las primeras en ser inmunizadas.
“Las vacunas autorizadas en Estados Unidos siguen siendo notablemente eficaces”, pero «estamos viendo indicios preocupantes de una ralentización de la protección con el paso del tiempo», aseguró la directora de los CDC, Rochelle Walensky, durante una rueda de prensa de la Casa Blanca.
A pesar de ello, «la eficacia contra una enfermedad grave, una hospitalización y la muerte se mantiene relativamente alta», destacó.
Un punto clave en la decisión del Gobierno de recomendar una dosis de refuerzo es la presencia de la variante delta, la cepa dominante en Estados Unidos, mucho más transmisible que el coronavirus original, que ha aumentado exponencialmente los contagios en el país, incluso entre personas completamente vacunadas.
Eso ha llevado a concluir que «se necesita un mayor número de anticuerpos contra la variante delta», explicó Fauci en la sesión informativa del Gobierno.
«Los estudios han demostrado que una tercera dosis de ARN», la tecnología que usan las farmacéuticas Pfizer y Moderna, «incrementa el nivel de anticuerpos al menos 10 veces», aseguró el especialista.
El plan del Gobierno, no obstante, está sujeto a una investigación independiente de la FDA sobre el recordatorio que proveerán Pfizer y Moderna.
Así, todos los ciudadanos en Estados Unidos que lo deseen (y tengan ya las dosis iniciales requeridas, claro) podrán empezar a vacunarse a partir de la semana del 20 de septiembre una vez se cumplan los 8 meses transcurridos desde haber completado su vacunación inicial.
Las personas que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson (que se administra con una sola dosis, frente a las dos de Pfizer y Moderna) probablemente también requerirán una dosis adicional, pero dado que esta vacunación no se inició hasta marzo de 2021 en Estados Unidos, todavía no es necesario, consideran, administrar un refuerzo; en cualquier caso, añaden, recibirán información adicional de la farmacéutica en los próximos días para tomar una decisión al respecto.
«También queremos hacer hincapié en la urgencia actual de vacunar a los no vacunados en Estados Unidos y en todo el mundo», subrayaron las autoridades sanitarias.
«Casi todos los casos de enfermedad grave, hospitalización y muerte siguen produciéndose entre quienes aún no están vacunados en absoluto. Seguiremos intensificando los esfuerzos para aumentar la vacunación aquí en casa y para garantizar que la gente tenga información precisa sobre las vacunas de fuentes fiables. También seguiremos ampliando nuestros esfuerzos para aumentar el suministro de vacunas para otros países, aprovechando los más de 600 millones de dosis que ya nos hemos comprometido a donar a nivel mundial», aseguraron.