El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró a Jerusalén capital de Israel en un movimiento que generará controversia en todo el mundo. El Departamento de Estado se le ha dicho que se prepare para protestas potencialmente violentas en las embajadas y consulados de EE.UU. si la Casa Blanca anuncia el traslado.
El anuncio acerca a Trump al cumplimiento de la promesa de su campaña de trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, una medida largamente buscada por Israel, pero que no hicieron anteriores presidentes estadounidenses debido a las preocupaciones regionales y el Estado disputado de Jerusalén entre israelíes y Palestinos; ambas partes reclaman la ciudad santa como su capital.
«He determinado que es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital de Israel», ha dicho Trump en un discurso desde la sala de recepciones diplomáticas de la Casa Blanca, en el que llamó a la calma ante las tensiones que ha generado su anuncio.
Ante las tensiones que ha generado en Oriente Medio su anuncio, Trump ha llamado a «la calma y la moderación», y ha pedido que «las voces de la tolerancia se impongan a las del odio». Ha asegurado que su decisión no debe interpretarse como una falta de compromiso con el proceso de paz entre israelíes y palestinos, y ha prometido que hará «todo» lo posible para ayudar a las partes a lograrlo. «Estados Unidos apoyará una solución de dos Estados si eso es lo que acuerdan las dos partes», ha dicho.