El buque clasificado como VLCC (Very Large Crude Carrier) transportaba 1. 1 millones de barriles de crudo pesado Merey, con destino a Cuba.
En el operativo intervinieron dos helicópteros del USS Gerald Ford y más de 20 efectivos.
El “gigantesco petrolero” que fue confiscado el miércoles frente a las costas venezolanas por las fuerzas estadounidenses ha sido identificado como el Skipper, el cual tiene un largo historial de irregularidades.
En su última navegación, de acuerdo con vesseltracker. com, el Skipper había salido del principal puerto petrolero de Venezuela: el Complejo Industrial Petroquímico José Antonio Anzoátegui (Terminal José) en el Estado de Anzoátegui, entre el 4 y el 5 de diciembre, transportando aproximadamente 1. 1 millones de barriles de crudo pesado Merey, con destino a Cuba.
El buque había estado enviando posiciones AIS fraudulentas durante la operación de carga. Según la fiscal general de EE. UU. , Pam Bondi, el barco forma parte de una red que apoya a organizaciones terroristas extranjeras, lo cual, según el gobierno de EE. UU. , justificó la acción, afirmando: «Durante varios años, el petrolero ha sido sujeto a sanciones por parte de EE. UU. debido a su participación en una red ilegal de transporte de petróleo que respalda a grupos terroristas internacionales. »
El VLCC (Very Large Crude Carrier), anteriormente conocido como «Adisa», con número de matrícula IMO 9304667, se encuentra ahora bajo el control de las autoridades estadounidenses en alguna parte de las aguas del Caribe, específicamente cerca de la Zona Económica Exclusiva de Granada, siendo escoltado hacia un puerto seguro.
El buque navegaba bajo una bandera falsa de Guyana (no registrado allí) en el momento de su abordaje, el cual se llevó a cabo sin que se registraran heridos.
La incautación podría señalar un aumento en los esfuerzos para intervenir el petróleo de Venezuela, la principal fuente de ingresos del país. Los precios del crudo Brent experimentaron un ligero incremento el miércoles, ya que la noticia de la incautación intensificó las preocupaciones sobre el suministro a corto plazo.
Los analistas alertaron que esta acción podría poner en riesgo a las empresas de transporte marítimo y causar más interrupciones en las exportaciones de petróleo venezolanas.
Fue la primera acción conocida contra un petrolero desde que el presidente de EE. UU. , Trump, ordenó un despliegue militar considerable en la región y llevó a cabo ataques contra supuestas embarcaciones dedicadas al narcotráfico, operaciones que han suscitado inquietudes entre los legisladores demócratas y los expertos legales.
Los helicópteros desplegados en la operación fueron lanzados desde el USS ‘Gerald R. Ford’, que fue enviado al Caribe en noviembre. En la operación participaron dos helicópteros, un Equipo de Respuesta de Seguridad Marítima (MSRT) de diez hombres, que dirigió la acción de abordaje, así como diez infantes de marina y fuerzas especiales.
El Buró Federal de Investigaciones, el Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Nacional y la Guardia Costera de EE. UU. colaboraron en la incautación.
Estados Unidos aplicó sanciones al petrolero por su involucramiento en el comercio de petróleo iraní cuando aún llevaba el nombre de ‘Adisa’. El petrolero ha estado bajo sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE. UU. desde noviembre de 2022.
El barco ha participado en operaciones de alto riesgo de la «flota oscura» y ha cargado petróleo crudo en varias ocasiones en puertos de Venezuela e Irán, manteniendo el sistema AIS (su sistema de monitoreo) inactivo durante dos meses en aguas iraníes.
Además, el barco ha efectuado transferencias STS (de buque a buque) de la flota oculta en el Mar Rojo, así como en áreas de Irán y Siria, junto con un patrón de reiterados incidentes de manipulación del AIS. La incautación tuvo lugar mientras el ‘Skipper’ operaba bajo una bandera fraudulentab, la de Guyana, a pesar de estar registrado en realidad en las Islas Marshall.
