El sargento Xavier Gourelon, quien fue uno de los primeros rescatistas en llegar al túnel de Alma el 31 de agosto de 1997, dijo que se quedó con ella y le tomó la mano para intentar calmarla.
No supo a quién trataba hasta que, tras ayudarla a subir a una ambulancia, un colega le dijo que había estado con la Princesa de Gales.
Diana perdió el conocimiento en la ambulancia y luego fue declarada muerta en el hospital.
Su novio, Dodi Fayed, y el conductor del Mercedes, Henri Paul, murieron en el accidente. El guardaespaldas de Diana, Trevor Rees-Jones, fue el único superviviente.
Gourmelon le dijo al Daily Mail que cuando llegó a la escena, vio a Rees-Jones, que parecía «muy agitado» y necesitaba ayuda médica.
También vio a un médico agachado junto a Diana, que «se movía y hablaba».
Los equipos de rescate intentaron resucitar a Fayed cuando lo sacaron del automóvil, y Gourmelon dijo que se quedó con Diana en el asiento trasero.
«Ella habló en inglés y dijo, ‘Dios mío, ¿qué pasó?’ Yo podía entender eso, así que traté de calmarla, le tomé la mano”, dijo.
Comentó que tenía una lesión en el hombro, pero que no pudo ver ninguna otra herida.
Luego, a Diana se le colocó un collarín cervical y una máscara de respiración, y después se la cubrió con una manta isotérmica metálica.
Gourmelon afirmó que su respiración era normal y su pulso era «bueno y bastante fuerte».
Después de que él la ayudó a trasladarla a una ambulancia, un capitán le dijo que acababa de ayudar a la Princesa de Gales.
«Él me dijo quién era ella y luego, sí, la reconocí, pero en el momento no lo hice», compartió.
Frederic Mailliez, un médico fuera de servicio que conducía en la dirección opuesta y se detuvo cuando vio los restos del Mercedes, habló de cómo Diana estaba «gravemente herida» pero aún con vida.
Cogió el equipo médico que llevaba en su coche y fue a ayudarla.
«Era una mujer muy hermosa y no tenía heridas [graves] en la cara», dijo.
Le habló en inglés y le dijo que era médico y que había una ambulancia en camino.
Diana moriría más tarde a causa de graves lesiones internas en el hospital, a pesar de la cirugía.
Una investigación sobre la muerte de Diana en 2008 (conocido como Operación Paget) encontró que el responsable de homicidio involuntario había sido el chofer, Henri Paul, quien conducía bajo los influjos del alcohol y a alta velocidad tras intentar evadir a los paparazzi que los perseguían.