La petrolera estatal venezolana PDVSA se encuentra al borde del abismo luego de que cancelara sus planes para importar petróleo liviano desde Estados Unidos. Una situación que deja al país suramericano sin poder producir crudo y por lo tanto sin recibir divisas.
PDVSA, que depende en gran medida del petróleo de Estados Unidos, está entre “la espada y la pared”, pues las petroleras del país norteamericano están exigiendo pagos en efectivo y por adelantado.
Venezuela no cuenta con las divisas para pagar ninguna importación por adelantado, y si no importa el crudo liviano tampoco podrá producir sus barriles para comercializar y pagar sus deudas. En pocas palabras, se trata de un “círculo vicioso” que dejará al país suramericano en ruinas.
Y es que PDVSA tradicionalmente ofrece pagar después de la entrega de la carga o realiza el pago con productos derivados del petróleo y crudo. La compañía planeaba comprar 3,5 millones de barriles de mezcla dulce de West Texas para su refinería Isla en Curazao.
¿Por qué se trata de un duro golpe para Venezuela?
José Toro Hardy, economista venezolano y director de PDVSA antes de la llegada del chavismo, explicó al PanAm Post que se trata de un “duro golpe” para la estatal petrolera y por lo tanto para Venezuela.
“En primer lugar la producción petrolera de Venezuela está cayendo en términos muy agudos. El año pasado cayó en 649.000 barriles diarios y eso no tiene precedentes. Por supuesto, la caída de la producción significa también la caída del acceso a divisas y eso es lo que produce la devaluación tan marcada”, señaló el economista.
Toro Hardy explicó que la reciente situación es una especie de “círculo vicioso de degradación”, pues principalmente Venezuela depende de Estados Unidos para intentar mantener a flote su industria petrolera.
El especialista explicó que durante la apertura petrolera, Venezuela instaló grandes plantas perforadoras de crudo en el estado Anzoátegui; esas perforadoras eran capaces de transformar los crudos extrapesados de la faja petrolífera del Orinoco en crudo sintético de alto valor en los mercados internacionales. Pero debido a la falta de mantenimiento, esas plantas ya no están funcionando conforme a diseño y para poder operar lo que hacen es mezclar crudos extrapesados con crudos livianos o nafta que se importa desde Estados Unidos.
“El problema es que ya Venezuela no está produciendo crudo liviano ni las naftas porque nuestras refinerías están semiparalizadas, eso significa que para poder mezclar esos crudos extrapesados es indispensable importar crudo liviano que son los de alto valor en los mercados internacionales; con eso se logra una mezcla media que estaba funcionando para pagar la deuda a China. Pero al carecer de dólares PDVSA no puede seguir importando, con lo cual la producción de crudo de Venezuela va a disminuir todavía de manera más acelerada”, explicó.
“Cuando se habla de que no se podrá importar desde Estados Unidos, yo supongo que será más difícil y costoso importarlo desde otro continente; porque lo que proviene de Estados Unidos por razones geográficas es más barato que el crudo liviano que pudiera importarse de África, de Europa, del Medio Oriente o de Rusia. Si Venezuela no puede importar ese crudo de Estados Unidos, tampoco va a poder exportar el crudo terminado, y no recibirá divisas, por eso es que se trata de un círculo vicioso”, sentenció.
Cabe destacar que de los envíos petroleros que hace Venezuela a países como Rusia, China o Cuba, el país no percibe ni un dólar. A esto se suma que la venta de gasolina en el país es subsidiada y se hace a pérdidas.
Por lo tanto, de ejecutarse un embargo petrolero desde Estados Unidos sobre Venezuela, se daría otro duro golpe contra PDVSA, porque del petróleo que se ha exportando, los únicos que pagan con dólares son Estados Unidos y la India, por lo que no ingresarían divisas al país.