La liberación de Gustavo Cárdenas, un ejecutivo en la filial estadounidense de la empresa petrolera estatal venezolana, y de Jorge Alberto Fernández, sucedió luego de que los funcionarios de Biden avanzaran en una distensión de relaciones con Venezuela, que ha sido un firme aliado de Rusia.
El gobierno autoritario de Venezuela liberó el martes al menos a dos estadounidenses que estaban presos, , un posible punto de inflexión en la relación del gobierno de Biden con el aliado más incondicional de Rusia en el hemisferio occidental.
La liberación se produjo luego del inusual viaje de una delegación estadounidense de alto nivel a Venezuela durante el fin de semana pasado para reunirse con el presidente Nicolás Maduro, una acción que forma parte de un esfuerzo más amplio para impulsar la agenda del gobierno estadounidense en países autocráticos que pueden estar reconsiderando sus vínculos con el presidente Vladimir Putin, tras la invasión de
Rusia a Ucrania.
Las conversaciones con Venezuela, un país con enormes reservas comprobadas de petróleo, adquirieron una gran premura después de que el presidente Biden anunciara el martes que Estados Unidos prohibirá las importaciones de petróleo y gas rusos debido a la invasión. Se espera que esa medida reduzca aún más la disponibilidad de petróleo crudo en el mercado mundial y podría aumentar los precios de la gasolina en un momento en el que la inflación ha subido al ritmo más rápido en los últimos 40 años.
“Este es un paso que estamos tomando para infligir más daño a Putin, pero también habrá costos aquí, en Estados Unidos”, dijo el presidente de Estadoss Unidos, Joe Biden.
Funcionarios estadounidenses dijeron que la liberación de prisioneros no formaba parte de un acuerdo con Venezuela para reiniciar las ventas de petróleo a Estados Unidos, que fueron prohibidas durante el gobierno de Donald Trump. Durante semanas, empresarios estadounidenses que han trabajado en Venezuela han tenido conversaciones informales con el gobierno de Maduro sobre la reanudación del comercio de petróleo de Estados Unidos.
Con el tiempo, Venezuela podría ayudar a compensar el déficit causado por la prohibición al petróleo ruso. Pero los expertos de la industria advirtieron que los suministros de petróleo de Venezuela harían poco para controlar rápidamente los precios de la gasolina estadounidense y la inflación. Aumentar la producción de ese país puede llevar tiempo después de años de mala gestión y una falta de inversión que han diezmado al sector energético del país.
Destacados miembros del Congreso estadounidense también se han manifestado en contra de los intentos por descongelar las relaciones con Maduro, cuyo gobierno ha sido acusado por las Naciones Unidas de violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
“Nicolás Maduro es un cáncer para nuestro hemisferio y no deberíamos insuflarle nueva vida a su reinado de torturas y asesinatos”, dijo Bob Menendez, senador demócrata por Nueva Jersey que lidera el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, en un comunicado emitido el lunes.
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Los hombres liberados son Gustavo Cárdenas, un ejecutivo de la sucursal estadounidense de la petrolera estatal de Venezuela que fue detenido en 2017, y Jorge Alberto Fernández, dijo Biden en un comunicado. .
“Estos hombres son padres que perdieron tiempo valioso con sus hijos y con todos los que aman y sus familias han sufrido cada día de su ausencia”, dijo, y añadió: “También recordamos los nombres y las historias de todos los estadounidenses que están siendo retenidos en contra de su voluntad: en Venezuela, en Rusia, en Afganistán, Siria, China, Irán y en otro lugares por todo el mundo”.
Fernández, un turista cubanoamericano, fue acusado de terrorismo por llevar un dron a Venezuela en febrero de 2021, según su abogado.
Al menos otros ocho nacionales estadounidenses siguen encarcelados en Caracas por cargos que van desde malversación de fondos hasta terrorismo.
El propósito de la visita de los funcionarios estadounidenses a Caracas, la capital venezolana, fue discutir la “seguridad energética” y el estado de los estadounidenses encarcelados, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en una conferencia de prensa.
Maduro dijo que recibió a la delegación estadounidense en el palacio presidencial y calificó el encuentro como “respetuoso, cordial y muy diplomático”. Y afirmó que las conversaciones continuarán. También dijo que reiniciará las negociaciones con la oposición del país.
El gobierno venezolano quiere reanudar las ventas de petróleo a Estados Unidos para aprovechar los altos precios del petróleo y remplazar los ingresos de los canales comerciales que construyó a través del sistema financiero ruso y que han sido congelados por las naciones occidentales para castigar la agresión rusa contra Ucrania, según sostienen funcionarios y empresarios petroleros del país.
Venderle petróleo directamente a Estados Unidos también le permitiría a Maduro obtener las ganancias totales de los precios más altos registrados en más de una década, en vez de vender el crudo con descuentos considerables a la red de intermediarios que utiliza para eludir la prohibición de Estados Unidos, dijeron.
Antes de esa prohibición, Venezuela exportaba la mayor parte de su petróleo a Estados Unidos, cuyas refinerías en el Golfo se construyeron para procesar el crudo pesado del país.
En 2017, las fuerzas de seguridad venezolanas arrestaron a seis ejecutivos de Citgo Petroleum, la filial estadounidense de la petrolera estatal, luego de que el gobierno de Maduro los convocara a unas reuniones en Caracas. El Departamento de Estado ha dicho que los seis detenidos son ciudadanos estadounidenses.
Los ejecutivos fueron acusados de delitos financieros y encarcelados. Su antiguo jefe, Nelson Martínez, director de la petrolera estatal, fue detenido poco después y murió bajo custodia un año después.
Las familias de los ejecutivos y sus abogados han dicho que los hombres, conocidos como los 6 de Citgo, son inocentes y que fueron detenidos en Caracas para ser utilizados por Maduro como peones en sus negociaciones con Estados Unidos.
El trato que los ejecutivos han recibido ha variado según los cambios en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. A veces los detenidos estaban en prisión, otras veces en arresto domiciliario. Desde el año pasado, han estado recluidos en una celda individual en la prisión subterránea de la policía secreta de Venezuela, donde las Naciones Unidas ha documentado irregularidades y abusos contra los derechos humanos en el caso de al menos uno de ellos.
Entre los otros estadounidenses que se encuentran detenidos en Venezuela está Matthew Heath, un veterano de la Marina que fue arrestado en el estado de Falcón, en el norte de Venezuela, en 2020. El gobierno venezolano afirma que estaba espiando infraestructura crítica. La familia del Heath y el gobierno de Estados Unidos dijeron que era inocente y que fue detenido por su nacionalidad.
Otros dos estadounidenses que todavía están encarcelados, Airan Berry y Luke Denman, efectivos retirados de las Fuerzas Especiales, fueron arrestados en 2020 después de que intentaron invadir Venezuela en barco como parte de un complot fallido para derrocar a Maduro.
El gobierno de Trump cortó relaciones diplomáticas con Venezuela en 2019, cerró la embajada de Estados Unidos en Caracas e impuso el bloqueo al petróleo venezolano. Un año después, el Departamento de Justicia acusó a Maduro y a más de una decena de otros funcionarios venezolanos por cargos de narcotráfico, acusándolos de facilitar envíos de cocaína a Estados Unidos.