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Acusan a Padres de Niño del Tiroteo en Michigan

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Acusan a Padres de Niño del Tiroteo en Michigan

James y Jennifer Crumbley no se presentaron a su lectura de cargos el viernes y tampoco respondían las llamadas y mensajes de su abogado. Los investigadores creen que no actuaron solos. El sheriff Michael Bouchard explicó cómo fue el arresto y novedades sobre el caso.

La Policía investiga a un individuo que habría ayudado a James y Jennifer Crumbley a esconderse en un edificio industrial en Detroit tras ser acusados por homicidio involuntario en el tiroteo en una escuela de Michigan por el que está imputado su hijo Ethan.

El sheriff Michael Bouchard del condado de Oakland explicó en rueda de prensa este sábado que creen que una tercera persona les ayudó a esconderse en ese almacén de Detroit.

Esa persona enfrentará «cargos potenciales por ayudar e incitar u obstruir la justicia», según determinará la fiscal del condado Karen McDonald en el futuro próximo.

«Creemos que tuvieron ayuda en ese lugar para llegar ahí, para entrar en el edificio. Estamos recopilando información y vamos a tener la totalidad de eso al completo pronto», indicó el Sheriff.

El matrimonio Crumbley levantó las sospechas de los agentes cuando no se presentó el viernes a su lectura de cargos tras ser acusados por homicidio involuntario. Tampoco contestaban las llamadas de su abogado, según indicó Bouchard.

Los agentes, señaló, se inclinan a pensar que no pensaban entregarse ya que estaban escondidos y no acudieron a la cita judicial. En su detención «nadie resultó herido».

Los tres detenidos Crumbley están en la misma cárcel, pero cada uno aislado en su propia celda.

Bouchard pidió la colaboración ciudadana para esclarecer más detalles tanto de esta presunta huida como del tiroteo en el que murieron 4 personas y 7 resultaron heridas.

Aumento de las amenazas tras el tiroteo de Crumbley

El sheriff de Oakland informó de que han aumentado las amenazas de nuevos tiroteos en escuelas tras la tragedia en el centro de secundaria de Michigan.

«Cuando hay una agresión suben las amenazas, siempre suben las amenazas después de un suceso», indicó.

Y avisó de que esas amenazas se procesan y son un delito: » No es una manera de evitar ir al cole y se hace daño a una comunidad que ya está sufriendo».

Bouchard no dio más detalles sobre el caso, porque sigue la investigación, pero sí remarcó que hay «clara evidencia» de que se trató de un tiroteo premeditado. Ethan Crumbley dejó el arma en el suelo y puso las manos sobre la cabeza en cuanto vio al primer agente en escena.

«Son malos o cobardes, típicamente se rinden o se suicidan», afirmó.

Estas son las claves del tiroteo de Crumbley en una escuela en Michigan

Acusados por cuatro cargos de homicidio involuntario

Por cada una de las muertes ocurridas en el tiroteo.

La fiscal del condado de Oakland, Karen McDonald, acusó a James y Jennifer Crumbley por cuatro cargos de asesinato involuntario, por las cuatro víctimas mortales que dejó el tiroteo desatado por su hijo Ethan en la escuela secundaria Oxford, en la que estudiaba.

Las víctimas de esta tragedia fueron identificadas como Tate Myre, de 16 años, Hana St. Juliana, de 14, Madisyn Baldwin, de 17 y Justin Shilling, también de 17.

«Si bien el atacante fue el que ingresó a la escuela secundaria y apretó el gatillo, hay otras personas que contribuyeron a los hechos del 30 de noviembre y es mi intención responsabilizarlos también», dijo McDonald, que alega que la pareja no hizo lo necesario para impedir la tragedia.

Escondidos en un edificio comercial

Hallados gracias a una llamada

Tras ser acusados formalmente, la pareja no solo no se presentó ante la policía, sino que al parecer huyeron, ya que fueron encontrados en horas de la madrugada en el primer piso de un edificio industrial, cerca de donde las autoridades habían ubicado su auto, gracias a una llamada del dueño de un negocio.

«Parecían estar escondidos en el edificio», dijo durante una conferencia de prensa James White, jefe de la Policía de Detroit.

Una recompensa de 10,000 dólares

Retiraron dinero de un cajero

Por otra parte, un funcionario declaró a CNN que el mismo viernes los Crumbley habían retirado $4,000 de un cajero automático.

Las autoridades habían considerado a la pareja como ‘fugitiva’, al no reportarse a la lectura de los cargos de su acusación, la tarde del viernes y llegaron a ofrecer una recompensa de $10,000 por información sobre su paradero.

Tras la pista que recibieron y una búsqueda exhaustiva con perros, la policía los encontró y arrestó, desarmados y «sin incidentes».

Alguien les ayudó a esconderse

Será procesado por la justicia

El Sheriff Michael Bouchard del condado de Oakland explicó en rueda de prensa este sábado que creen que otro individuo les ayudó a esconderse en el edificio industrial de Detroit.

Esa persona enfrentará «cargos potenciales por ayudar e incitar u obstruir la justicia», según determinará la fiscal del condado Karen McDonald en el futuro próximo.

«Creemos que tuvieron ayuda en ese lugar para llegar ahí, para entrar en el edificio. Estamos recopilando información y vamos a tener la totalidad de eso al completo pronto», indicó el Sheriff.

Le dieron acceso a un arma al menor

El arma habría sido «un regalo de Navidad».

Los Crumbley cometieron actos «atroces», aseguró la fiscal, y puso como ejemplo el hecho de comprar un arma el Black Friday y ponerla a disposición del adolescente.

Para la compra del arma el pasado 26 de noviembre, Ethan acompañó a su padre. Luego publicó una foto del arma en sus redes sociales diciendo: «Acabo de recibir mi nueva belleza hoy. SIG SAUER 9mm» (en referencia al tipo de arma).

Durante ese fin de semana, la madre, Jennifer Crumbley, escribió en las redes sociales que es un «día de mamá e hijo probando su nuevo regalo de Navidad» (en referencia al arma) en un campo de tiro, rememoró la fiscal.

No dieron importancia a señales preocupantes

El adolescente estaba haciendo búsquedas para comprar balas.

Las autoridades escolares mostraron preocupación por el sospechoso desde el lunes, un día antes del tiroteo, cuando un maestro lo vio usando su celular para buscar municiones, explicó la fiscal McDonald.

La escuela contactó entonces a Jennifer Crumbley, quien posteriormente le escribió a su hijo un mensaje de texto que decía: “No estoy enojada contigo. Tienes que aprender a que no te atrapen”, citó la fiscal.

«Sangre por todas partes»

Un dibujo preocupante

El martes, una maestra encontró una nota en el escritorio de Ethan y le tomó una foto. Era el dibujo de una pistola apuntando a las palabras: “Los pensamientos no se detienen. Ayúdenme”. Además, había un dibujo de una bala con la frase “Sangre por todas partes” en la parte superior.

Entre la pistola y la bala había una persona que parecía haber recibido dos disparos y estaba sangrando. Se leía “Mi vida es inútil” y “El mundo está muerto”, detalló la fiscal. También había un emoji sonriente.

«La idea de que un padre pueda leer esas palabras y también saber que su hijo tiene acceso a un arma mortal que le dieron es inconcebible, es criminal», dijo la fiscal.

Se negaron a sacarlo de la escuela ese día

El menor daba muestras de inestabilidad y les pidieron llevarlo a terapia.

Tras las preocupantes señales que daba el menor, los profesores llamaron a los padres el mismo día de la tragedia.

Para la reunión con los padres, que empezó a las 10:00 am en la oficina del consejero, Ethan alteró el dibujo y tachó las partes más inquietantes. El adolescente llevaba su mochila, y ni sus padres ni los funcionarios escolares la registraron. Los padres en ningún momento le preguntaron por el arma que se habían comprado recientemente.

Como medida de precaución, los funcionarios pidieron a los Cumbley que sacaran al hijo de la escuela y lo llevaran a terapia en un plazo de 48 horas, pero ellos “se resistieron a la idea de que su hijo dejara la escuela en ese momento”, dijo la fiscal. En cambio, Ethan regresó a clase con su mochila y horas después entró a un baño y al salir, lo hizo disparando contra sus compañeros, causando la muerte a cuatro de ellos y dejando a otras siete personas heridas.

Poco después del tiroteo Ethan Crumbley recibió un mensaje de su madre que decía «Ethan, no lo hagas».

Por su parte, el padre llamó al 911 para decir que faltaba un arma en su casa y que su hijo podría ser el atacante del tiroteo reportado en la escuela secundaria.

El arma estaba guardada en un cajón sin llave en el dormitorio de los padres, puntualizó la fiscal

Se declaran inocentes

Una fianza de un millón de dólares entre los dos

En una audiencia virtual este sábado, horas después de su arresto, James y Jennifer Crumbley se declararon «no culpables» de todos los cargos en su contra.

La jueza del caso les impuso una fianza de $500,000 a cada uno, y, de lograr pagarla, no podrán tener armas de fuego en su poder y deben entregar todas las armas que posean.

Además, tendrían que llevar un GPS y solo les permitiría salir al trabajo, citas médidas, reuniones con abogados y comparecer en el tribunal, entregando un horario y pruebas de empleo.

Tampoco podrían consumir alcohol, marihuana o drogas recreativas ni agredir físicamente a nadie.

¿Por qué los padres no son juzgados más a menudo en estos casos?

Un informe del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU de 2019 determinó que en el 76% de los tiroteos escolares las armas provienen de los padres o parientes cercanos de los jóvenes que perpetúan el ataque. En la mitad de los casos, las armas estaban accesibles y no estaban guardadas en un lugar con seguro.

A pesar de ello, no hay leyes que se ajusten adecuadamente a este tema, dijo Kris Brown, presidente del grupo de defensa del control de armas de Brady, citado por la AP.

Según la ley de Michigan, salvo algunas excepciones muy limitadas, los menores no pueden poseer armas, pero no existe una ley que requiera que los propietarios mantengan las armas fuera del alcance de los niños.

“Muchos estados lo hacen. Hay 23 estados más Washington DC, que tienen algún tipo de ley de almacenamiento seguro”, dijo la procuradora general de Michigan, Dana Nessel.

Para ser hallados culpables de homicidio involuntario, las autoridades deben mostrar negligencia grave por parte de los padres y la causalidad, o el acto de causar algo.

“El fiscal necesitará hechos para respaldar el argumento de que estos padres realmente sabían que existía el riesgo de que su hijo tomara un arma y matara a la gente a tiros. No solo que su hijo estaba preocupado de alguna manera. Este es un cargo de homicidio que conlleva años de prisión. Este no es un cargo pequeño», dijo a la AP Eve Brensike Primus, profesora de procedimiento penal en la facultad de derecho de la Universidad de Michigan.

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