El presidente participa en una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca con motivo del 4 de julio y explica sus planes para impulsar la inmigración legal.
El Gobierno que preside Joe Biden anunció este viernes una estrategia inédita para animar a millones de inmigrantes elegibles a solicitar la ciudadanía estadounidense, según informó el Servicio de Ciudadanía e Inmigración.
El plan fue presentado unas horas antes de que el mandatario presidiera una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca con inmigrantes de 16 países, entre ellos Colombia, El Salvador y Panamá, coincidiendo con las festividades del 4 de julio.
«Ustedes representan cómo la inmigración ha sido esencial para este país», afirmó Biden durante el acto, «somos una democracia increíblemente diversa».
Esta iniciativa responde a una de las primeras órdenes ejecutivas que el presidente firmó al tomar posesión en enero, en la que pidió a las agencias federales que desarrollen estrategias de acogida que promuevan la integración, la inclusión y la ciudadanía.
Actualmente hay nueve millones de personas en el país con residencia permanente que pueden optar a la ciudadanía.
«Este país está forjado sobre un ideal. Fuimos fundados sobre una idea: todos los hombres y todas las mujeres somos iguales», aseguró Biden durante la ceremonia de naturalización. «Ustedes llegan [a Estados Unidos] con diferentes circunstancias, pero todos comparten el valor de haber venido aquí», dijo a los nuevos ciudadanos.
La implementación de este programa se hará en coordinación con la mayoría de departamentos del Gobierno federal para, entre otras cosas, sensibilizar sobre la importancia de adquirir la ciudadanía, eliminar «motivos de miedo» y barreras que impidan acceder a los servicios para convertirse en estadounidense y garantizar la igualdad durante todo el proceso.
Para ello se usará información personal para contactar con potenciales futuros ciudadanos y se harán campañas de concienciación para educar a la población sobre qué pasos seguir, entre otras cosas.
El secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, manifestó en el comunicado de presentación de la nueva estrategia que «los nuevos ciudadanos, fortalecidos con el poder y las responsabilidades que conlleva la ciudadanía estadounidense, hacen que nuestra nación sea mejor».
«Esta estrategia garantizará que los aspirantes a ciudadanos puedan solicitar la naturalización a través de un proceso claro y coordinado», aseguró.
El presidente aprovechó para recordar que su Gobierno ha abierto el camino a la ciudadanía a los dreamers, jóvenes que fueron traídos de forma ilegal a Estados Unidos por sus padres siendo niños y que ahora están protegidos por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), así como para los trabajadores agrícolas.
Asimismo explicó que está analizando las causas que llevan a la gente a emigrar de forma masiva al país. En este marco, la vicepresidenta, Kamala Harris, viajó en junio a Guatemala y México para abordar con sus mandatarios medidas económicas y humanitarias que mitiguen este flujo.
La política de Biden en materia migratoria es radicalmente opuesta a la de la anterior Administración.
Durante su mandato, Donald Trump intentó reducir también la inmigración legal y contener el número de ciudadanos naturalizados, dando a entender que pondría fin a la posibilidad de ser ciudadano por derecho de nacimiento e intentando incluir una pregunta sobre la ciudadanía en el censo.
También revisó el examen de naturalización, un paso crucial en el camino de un inmigrante hacia la ciudadanía estadounidense, con el objetivo de hacerlo más difícil. Biden revocó esos cambios.