La explosión de un carro bomba en el interior de la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional en el sur de Bogotá dejó al menos nueve muertos y otras 24 resultaron heridas.
«Tenemos una mala noticia (…) parece que hubo un carro bomba dentro de la Escuela de Policía General Santander, hay por lo menos cinco muertos y unos 10 heridos», dijo el alcalde de la capital colombiana, Enrique Peñalosa.
Las autoridades confirmaron que lo ocurrido este jueves por la mañana es un atentado, aunque por el momento se desconoce quién está detrás del ataque.
El presidente de Colombia, Iván Duque, canceló un consejo de seguridad en la ciudad de Quibdó y regresó a Bogotá en compañía del ministro de Defensa, Guillermo Botero, y de la cúpula militar.
«Estoy regresando de inmediato a Bogotá con la Cúpula Militar ante el miserable acto terrorista cometido en la Escuela General Santander contra nuestros policías», afirmó en su cuenta de Twitter.
«He dado órdenes a la Fuerza Pública para determinar los autores de este ataque y llevarlos a la justicia. Todos los colombianos rechazamos el terrorismo y estamos unidos para enfrentarlo. Colombia se entristece pero no se doblega ante la violencia», agregó.
En las redes sociales se difundieron imágenes del vehículo, que estaba cargado con explosivos, calcinado en el centro de formación.
Hasta la fecha se desconoce si las víctimas eran civiles o agentes de policía. Tampoco se facilitó la identidad de los fallecidos.
El Ejército compartió en su perfil de Twitter un mensaje de condolencia por lo ocurrido. «Las @FuerzasMilCol repudiamos el atentado terrorista del cual fue víctima nuestra Policía de Colombia. Nos solidarizamos con ellos, y ponemos a disposición todas nuestras capacidades para dar con los responsables de este infame acto», rezó el mensaje.
Los ataques con vehículos cargados con explosivos han sido frecuentes en Colombia en medio de la guerra del Estado contra el Cartel de Medellín que dirigió el difunto narcotraficante Pablo Escobar, así como por las acciones de los grupos guerrilleros izquierdistas.
Estos hechos se redujeron tras el acuerdo de paz que firmaron en 2016 el gobierno y la desmovilizada guerrilla de las FARC para pone fin a un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.