La renuncia del candidato más crítico con Trump puede favorecer marginalmente a Nikki Haley frente al expresidente

Chris Christie tira la toalla. El único candidato abiertamente hostil a Donald Trump en la carrera de las primarias del Partido Republicano renuncia a su campaña solo unos días de los caucus de Iowa y las primarias de New Hampshire. La batalla se simplifica, lo que perjudica a Trump, aunque el expresidente cuenta con una sólida ventaja. “Suspendo mi campaña a presidente de Estados Unidos”, ha dicho Christie en un evento con público en New Hampshire. Se ha justificado diciendo que cree que el hecho de que Trump no vuelva a ser nunca presidente es más importante para él que sus ambiciones personales.

El exgobernador de Nueva Jersey nunca tuvo en realidad ninguna oportunidad de ser el candidato nominado. Desde el principio, fue en contra de la corriente mayoritaria del partido, entregada al expresidente. Él lo criticó siempre que pudo. Fue el único que en los debates prefirió arremeter contra el ausente Trump, líder en las encuestas, que contra el resto de los candidatos. Christie, que fue asesor cercano de Trump en la campaña de 206, era ahora uno de sus críticos acérrimos.

Sin embargo, su candidatura acababa dividiendo el voto de los electores que no quieren que Trump repita. Christie ha estado bajo intensa presión para retirarse y que el voto antitrumpista del partido una sus fuerzas en una sola alternativa. Él se ha resistido. Ha explicado en ocasiones que no quería, por ejemplo, recomendar a Nikki Haley, pues temía que se le quedase cara de tonto si esta luego aceptaba ir con Trump como candidata a la vicepresidencia, puesto que siempre ha evitado descartarse para ello.

La exembajadora en la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, se ha lanzado enseguida a la conquista de los apoyos del candidato retirado: “Chris Christie es mi amigo desde hace muchos años. Le felicito por una campaña tan reñida. Los votantes tienen una elección clara en estas elecciones: el caos y el drama del pasado o una nueva generación de liderazgo conservador. Lucharé para ganarme cada voto, para que juntos podamos construir unos Estados Unidos fuertes y orgullosos”, ha escrito en la red social X.

La retirada de Christie es un giro frente a las posiciones que él mismo había sostenido el día anterior. “Estaría encantado de quitarme de en medio para favorecer a alguien que realmente se presente contra Donald Trump”, explicó en ese foro, mientras argumentaba que ninguno de sus rivales había dado realmente un paso al frente para ello. “Soy lo suficientemente famoso. Tengo muchos títulos. La única razón para hacer esto es ganar”, añadió. “Así que estaría encantado de quitarme de en medio por alguien si realmente fuera contra Donald Trump”.

“No tengo ningún interés en ser un aguafiestas para alguien que quiera derrotar a Donald Trump”, dijo. “Pero si ella estaría dispuesta a ser su vicepresidenta, si lo indultaría si se convirtiera en presidente, si votaría por él incluso si es un delincuente convicto… Quiero decir, cielos, ¿en serio?”, dijo el martes en un acto en Rochester (Nuevo Hampshire).

Haley es, en todo caso, la que puede sacar mayor partido de la retirada de Christie, especialmente en New Hampshire, donde puede llegar a tener posibilidades de superar al expresidente en las primarias. Entre los que han presionado a Christie para que se retire está el gobernador de New Hamshire, Chris Sununu, que la semana pasada dijo: “Tiene la oportunidad de entrar y ser el héroe, de poner a Nikki en la cima, de darle, de entregarle a Trump esa derrota, a Nikki esa victoria” en las primarias de dicho estado, que se celebran el 23 de enero.

En ellas, las suma de la intención de voto de Haley y Christie supera a la que tiene Trump. Si la única mujer candidata logra atraer la mayoría de los votos del ahora retirado, tendría una ocasión única de poner algo de emoción a una batalla que parece ganada por Trump antes de empezar. Una encuesta de CNN realizada por la Universidad de New Hampshire publicada este martes señalaba que Trump lidera la intención de voto de los votantes probables de los republicanos de las primarias en dicho estado con el 39%, seguido por Haley con el 32%, mientras que Christie tenía un 12% de apoyo.

En el conjunto del electorado de su partido, sin embargo, Christie solo cuenta con un 3,6% de intención de voto. Este mismo miércoles se había quedado fuera del cara a cara entre Nikki Haley y Ron DeSantis, el duelo del que sale la alternativa a Trump de dentro del partido.

Christie ha advertido reiteradamente a los votantes republicanos contra la nominación de un candidato que ha sido imputado cuatro veces y que podría muy bien estar condenado para las elecciones presidenciales de noviembre. El exgobernador de Nueva Jersey cree, además, que Trump perderá a la hora de la verdad frente al presidente Joe Biden, el probable candidato demócrata, por todo el voto en su contra que moviliza.

Aun así, el propio exgobernador tampoco cree muy viable que su retirada sirva para que Haley bata a Trump en las primarias, como parecen delatar unas palabras que se han colado este mismo miércoles en un micrófono accidentalmente abierto. En ellas viene a decir que no está a la altura y que va a quedar en humo. Con respecto a DeSantis, se le oye decir que ha hablado con él y estaba “petrificado” por su anuncio de retirada.

Las concurridas primarias republicanas, que empezaron con más de una decena de contendientes, se han simplificado antes de que se empiece a votar. Se retiró el alcalde de Miami, Francis Suárez, al quedarse fuera del primer debate, en el que pasaron el corte ocho candidatos. De aquellos, se han ido retirando oficialmente el exvicepresidente Mike Pence; el senador por Carolina del Sur Tim Scott, y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum. En la práctica, Asa Hutchinson nunca ha contado, así que quedan Trump, Ron DeSantis, Nikki Haley y Vivek Ramawamy, aunque este último está algo descolgado.