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¿De verdad está ‘abierta’ la frontera para que pasen los inmigrantes? Esto es lo que está pasando

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¿De verdad está ‘abierta’ la frontera para que pasen los inmigrantes? Esto es lo que está pasando

¿Todo el mundo puede pasar por la frontera entre México y Estados Unidos? La última vez que el Departamento de Seguridad Naconal (DHS) estimó el ingreso ilegal exitoso al país fue a finales del año fiscal del 2018, durante el gobierno de Donald Trump. Pero, ¿cuál es la situación ahora?

Las cifras de detenciones (hallazgos) en la frontera con México registradas en abril por la Patrulla Fronteriza preocupan no solo al gobierno, sino también a los detractores de la política migratoria del presidente Joe Biden.

Pero falta un dato clave para que una de las partes esté en lo correcto en lo que afirma y alega: el número de extranjeros que cada año ingresa de manera ilegal exitosamente a Estados Unidos (Undetected Unlawful Entries).

El número que ayudará a definir quién tiene la razón en esta disputa, que se agiganta cada día mientras se acerca la fecha de la elección de medio término del primer martes de noviembre, lo registró el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) hasta finales del año fiscal 2018.

Después de esa fecha “desafortunadamente no hay cifras”, dijo a Univision Noticias Roger Maier, especialista en Asuntos Públicos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).

Si en los últimos tres años fiscales (FY 2010, 2020 y 2021) no existen datos respecto al cruce indocumentado exitoso, ¿por qué hay quienes aseguran que la frontera está abierta? ¿Por qué no se habla de una frontera ‘congestionada’ o la ‘numerosa’ llegada de extranjeros en busca de asilo a Estados Unidos a pesar de que está ‘cerrada’?

Guerra de palabras por la frontera con México

Para los republicanos la situación en la frontera con México es crítica y la política migratoria de Biden la empeora. Pero no mencionan que la llegada de miles de extranjeros en busca de asilo también se registró durante el gobierno de Donald Trump, aunque la respuesta fue diferente.

Trump usó la herramienta de separaciones forzadas de familias, un recurso que hasta el día de hoy tiene a cientos de padres separados de sus hijos.

Un ejemplo. El sábado 21 de mayo el líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo en su cuenta de Twitter que “si alguien cruza la frontera ilegalmente y es atrapado por la Patrulla Fronteriza, debe regresar a su país. Eso es sentido común”.

Pero la ley no habla de ‘sentido común’. Para el abogado de inmigración Alex Gálvez, quien ejerce en Los Ángeles, California, McCarthy no explica que el asilo es un derecho vigente autorizado por el Congreso al que tienen derecho los extranjeros que se presentan en la frontera.

“Algunos pintan la situación como si todas las personas que vienen en busca de asilo son ilegales criminales, olvidando que el derecho de pedir asilo está protegido por la Ley de Inmigración”, agrega.
Gálvez también explica que, de los miles de casos que cada mes registra la Patrulla Fronteriza, unos son devueltos bajo el Título 42, otros son procesados bajo el Título 8, un grupo importante es devuelto a México bajo el Programa de Protección del Migrante a esperar en ese país la resolución de sus casos en tribunales de Estados Unidos.

También hay Menores No Acompañados procesados en el marco del Acuerdo Judicial Flores de 1997 y hay quienes entran y esperan en Estados Unidos sus casos de asilo porque se trata de casos graves, de acuerdo con la discrecionalidad de los agentes fronterizos.

“Eso no aclaran quienes condenan la actual política fronteriza”, señala.

Situación compleja en la frontera

La situación en la frontera es más compleja que los discursos de campaña. Y uno de los actores clave en la solución de la crisis, el Congreso, no está colaborando en encontrar respuestas para solucionarla, ni en el corto, mediano o largo plazo.

Estas son las claves de un problema que se viene gstando desde hace casi una década.

Cuándo se inició la crisis

La primera advertencia fue hecha en 2013 por un grupo de investigadores de la Universidad de California en un informe entregado a las Naciones Unidas (ONU). Advirtió del comienzo de un éxodo de migrantes centroamericanos hacia el norte en busca de un mejor futuro en Estados Unidos, donde viven millones de centroamericanos (muchos de ellos familiares) que huyeron en la década de los 80.

En 2014 el número de Menores No Acompañados provenientes de Centroamérica que fueron procesados fue de 57,478. Al año siguiente las cifras disminuyeron a 26,685 (un descenso del 54%, según datos de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE). Pero ello no fue sinónimo de que la crisis había descendido, sino que el gobierno demostró capacidad de contención y de respuesta.

La totalidad de detenidos fueron procesados de acuerdo con las herramientas que proporciona el debido proceso migratorio y la mayoría fueron deportados conforme el Título 8 de la Ley de Inmigración (muchos no tenían una causa de asilo válida).

Qué pasó con los primeros deportados

La investigadora Elizabeth Kennedy, quien participó en el primer informe de 2013, dijo en marzo de 2021 a Univision Noticias que la mayoría de los expulsados “lo intentaron e intentan de nuevo, y lo intentarán otra vez (entrar a Estados Unidos). Hay varias razones: familia, han pagado mucho por tres chances (oportunidades que les dan los traficantes de personas por traerlos a la frontera sur), la violencia, el miedo y los altos índices de desempleo. Por eso persisten”.

A su vez, las condiciones de vida en Guatemala, El Salvador y Honduras, los tres principales países exportadores de asilados no eran las mismas que prevalecían en 2014 y tampoco son las mismas que existen en 2022. “Han empeorado”, puntualiza Kennedy. “Y esta situación genera un mayor flujo de migrantes hacia Estados Unidos”.

Kennedy reitera una vez más que la crisis no se encuentra en la frontera con México, está en toda la región de Centroamérica, principalmente.

¿Qué ha cambiado desde el 2013?

Kennedy dice que en países como Honduras y Guatemala los problemas que generaron la huida de migrantes en 2013 ahora son más graves “porque las tasas de varios delitos no han bajado”.

Entre los factores que siguen alimentando el éxodo se menciona la falta de inversión extranjera para generar nuevos empleos, gobiernos autoritarios, ataque a opositores y periodistas, las pandillas organizadas (maras), inflación, pandemia, pobreza y violencia doméstica.

“El problema es el siguiente: aquí en la región los problemas de raíz han existido por décadas, aun por siglos. Entonces, pensar que cualquier acción o administración en cuatro años pueda cambiar una realidad que se formó en décadas, siglos, sería incorrecto porque así no es. Si Estados Unidos o cualquier otro país quiere ayudar a cambiar la realidad de los países centroamericanos, tienen que estar pensando en el largo plazo, tienen que estar dedicando programas y proyectos para por lo menos 10 años, porque al menos eso es lo que va a tomar para que haya un cambio. Y mientras ese tiempo va avanzando, necesitan tener un plan para proteger a esa gente que huye porque hasta que la realidad no cambie, esas personas necesitan protección y no la tienen aquí en la región”, advierte.

¿Todos los detenidos se quedan en EEUU?

Los detractores de la política de Biden hacen creer que los extranjeros hallados en la frontera con México se estarían quedando ilegalmente en el país debido a la existencia de una ‘política de puertas abiertas’. Y que para detener esta crisis el gobierno no debe desmantelar el Título 42, porque gracias a esa herramienta heredada del gobierno de Trump, se evita una crisis de mayor envergadura.

El gobierno de Biden responde que:

1. El Título 42 no se trata de una política de inmigración sino de una política de salud pública cuyo objetivo es frenar la propagación del coronavirus. Y que debido al buen manejo de la crisis sanitaria (vacunas, mascarillas y distanciamiento social, entre otras medidas), es tiempo de levantar la controversial medida y recuperar el debido proceso migratorio;

2. Que sin el Título 42 el gobierno seguirá deportando bajo el Título 8 de la Ley de Inmigración, tal y como se hacía antes de la pandemia;

3. Que en abril, el mayor número de deportaciones no se hizo bajo el Título 42 sino bajo el Título 8;

4. Que la frontera no está abierta y tampoco lo estará en el caso que se logre el desmantelamiento del Título 42, por ahora vigente por mandato judicial.

Ahora bien. De los 234,088 extranjeros detenidos en abril en la frontera por la Patrulla Fronteriza (4% menos que las detenciones de marzo), el 41% fue expulsado bajo el Título 42. Y el 59% restante, es decir 137,180 encuentros, fueron procesados bajo el Título 8.

¿Dónde está la invasión de ilegales?

Para entender el discurso de la oposición, hay que revisar las cifras correspondientes al cruce ilegal exitoso (Undetected Unlawful Entries). Sólo así se puede hablar de invasión, la entrada de extranjeros libremente al país sin ningún tipo de control y proceso. De lo contrario sería una frontera altamente congestionada con un alto número de solicitantes de asilo en proceso para ser determinados por un juez de inmigración.

“Una frontera abierta es cuando no hay límites. Es una expresión que no necesariamente es correcta en el sentido literal”, dice Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes en la Universidad de California en San Diego.

“Estamos viendo a miles de personas que están cruzando la frontera para entregarse, son procesadas, algunas son expulsadas rápidamente y a otras se les permite entrar para que luego un juez decida sus futuros en el país. Eso significa que hay control en la frontera. Desde ese punto de vista, estos extranjeros no han burlado los sistemas de vigilancia y control fronterizo”, agregó.

Velásquez dijo además que el discurso de ataque a la política migratoria del gobierno “es una manera ficticia de referirse para hacer creer que no está funcionando, que no hay frenos, que las personas están entrando sin ser detenidas, como que cruzaron fácilmente y se quedaron ilegalmente en el país”.

Cuántos cruces ilegales exitosos se registran

En 2016 el DHS comenzó a utilizar un nuevo sistema más preciso de metodología de medición para calcular los ingresos ilegales exitosos, dato clave que permite conocer que tan efectiva es la política migratoria de un gobierno.

El DHS comenzó entonces a publicar datos sobre métricas de seguridad fronteriza. En 2018 un reporte del ministerio publicado en el Informe del Año Fiscal de ese año, señaló que el número de cruces no detectados había caído casi tan rápidamente como el número de aprehensiones realizadas por la Patrulla Fronteriza en la frontera sur.

De 851,000 en el Año Fiscal 2,000, la cifra pasó a 62,000 en el Año Fiscal 2016.

Tres años más tarde, en el Informe del Año Fiscal 2020 del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el último de la presidencia de Trump, el DHS estimó que, de acuerdo con datos disponibles sobre entradas ilegales exitosas entre los años fiscales 2017 y 2018, experimentaron un incremento.

Y que la efectividad por encima del 95% en la capacidad de detención registrada entre los años 2006 y 2016 (de más de 1 millón a menos de 56,000 por año al final del gobierno de Obama) se estaba revirtiendo.

De acuerdo con el reporte, la metodología utilizada para estimar el ingreso indocumentado exitoso mostró un aumento entre 2017 y 2018, los dos primeros años del gobierno de Trump, de al menos 11 puntos porcentuales con respecto a 2016.

No hay datos en cuanto a las estimaciones de cruces ilegales exitosos durante el Año Fiscal 2020, y tampoco de los datos del Año Fiscal 2021 y lo que va del año fiscal 2022.

“Desafortunadamente no hay cifras”, dijo a Univision Noticias Roger Maier, especialista en Asuntos Públicos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).

Los que se quedan más tiempo del permitido

Otro dato relevante para comprender la compleja situación en la frontera es el que corresponde al número de extranjeros que entra legalmente al país con una visa y se queda más tiempo del permitido (Overstay).

Durante el aó fiscal 2016 el DHS revela que hubo 50,437,278 admisiones de no inmigrantes por vía aérea o marítima “que se esperaba que salieran del país durante ese año”. De ese número, el DHS calculó una tasa de incumplimiento del tiempo de permanencia autorizado (Overstay) de 1,47% (equivalente a 739,478 individuos), y celebró un 98.53% de cumplimiento de los tiempos de admisión de extranjeros permitidos.

Ahora bien, al término del año fiscal 2016 el número de personas que supuestamente se quedaron sin estatus (sospechosos) era de 628,799 y la tasa general de sospechosos fue de 1.25%. Pero en el año fiscal 2017 el número de violaciones se redujo a 544,676, “lo que hizo que la tasa de incumplimiento bajara al 1.07%”.

“En otras palabras”, se lee en el informe, al 10 de enero de 2017 (diez días antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca o los últimos diez días de Barack Obama como presidente), el DHS verificó que el 98.90% de las entradas legales salieron del país.

El último informe, correspondiente al Año Fiscal 2020, revela que el CBP determinó que hubo 46,195,116 admisiones de no inmigrantes dentro a Estados Unidos a través de puntos de entrada aéreos o marítimos con salidas previstas para el año fiscal 2020, lo que representa la mayoría de las admisiones anuales de no inmigrantes por aire y mar.

De este número, la CBP calculó una tasa total de estadías más allá del tiempo permitido (overstay) de 1.48% o 684,499 eventos. En otras palabras, dice, el 98,52% de las

las entradas de no inmigrantes dentro del permiso concedido salieron del país a tiempo y de acuerdo con los términos de su admisión.

El reporte indica además que al final del año fiscal 2020 había 584,885 sospechas de estadías excesivas en el país y que la tasa general de sospecha de Overstay para este grupo de viajeros es del 1.27%. Y que, debido a las continuas salidas y ajustes de estatus de los individuos de esta población, a finales de diciembre de 2020 el número de sospechas de estadías excesivas disminuyó a 566,993, lo que da como resultado una tasa de sospecha de Overstay del 1.23%.

El DHS ha podido confirmar las salidas o ajustes de estatus de más del 98.77% de los no inmigrantes programados para partir en el año fiscal 2020 a través de puntos de entrada aéreos y marítimos, añade.

A pesar de los sistemas de control desarrollados por el DHS, más de medio millón de extranjeros que cada año ingresan legalmente a Estados Unidos de quedan más allá del tiempo permitido en sus visas y se convierten en inmigrantes indocumentados.

Fuente: JORGE CANCINO

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