En una llamada el sábado con miembros del Comité Nacional Demócrata, su presidente, Jaime Harrison, y la directora de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, ignoraron en gran medida el débil desempeño de Biden el jueves por la noche o la avalancha de críticas que siguió. Pero este domingo
En las altas esferas del Partido Demócrata hay una creciente preocupación y percepción de que los líderes de la campaña de Joe Biden y del Comité Nacional Demócrata no están tomando suficientemente en serio el impacto del preocupante desempeño del mandatario en el debate presidencial. Pero hasta el momento, ninguna figura de peso del partido ha roto filas públicamente con la aspiración de un segundo mandato suyo.
El presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, y la directora de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, mantuvieron una llamada el sábado por la tarde con docenas de miembros del comité en todo el país, un grupo formado por algunos de los miembros más influyentes del partido. En la conversación ignoraron en gran medida el débil desempeño de Biden el jueves por la noche o la avalancha de críticas que siguió.
Varios miembros del comité que participaron en la llamada, que en su mayoría hablaron bajo anonimato, describieron que les quedó la percepción de que se les pedía que ignoraran la situación del partido. También salieron de la llamada sintiendo que la misma pudo haber empeorado la sensación generalizada de pánico entre algunos funcionarios electos y los donantes.
Harrison, contaron a la agencia AP, ofreció lo que describieron como una evaluación optimista del camino a seguir de Biden. La función de chat fue deshabilitada y no se permitieron preguntas en la llamada.
«Esperaba una conversación más sustantiva en lugar de ‘Oye, salgamos a simplemente animar (la candidatura de Biden)’ sin abordar realmente un tema muy serio que se desarrolló en la televisión estadounidense y que vieron millones de personas», dijo Joe Salazar, miembro electo del Comité Nacional Demócrata de Colorado, que estuvo en la llamada. “Había varias cosas que se podrían haber dicho para abordar la situación. Pero eso no fue lo que recibimos. Nos hicieron gaslighting», consideró.
Salazar señaló que el presidente del Comité Nacional sugirió que los líderes del partido siempre supieron que la contienda presidencial de 2024 sería reñida, un tema habitual de conversación demócrata que irrita a Salazar.
“Esta no debería ser una carrera reñida”, dijo Salazar, señalando los antecedentes penales de Trump y su larga historia de falsedades. “Son ellos los que deberían buscar un nuevo candidato, no nosotros. Y desafortunadamente para nosotros, debido a la actuación de nuestro presidente el jueves por la noche, ahora es una discusión abierta”, agregó.
Líderes demócratas siguen apoyando a Biden
Pese al descontento del que habló Salazar con la agencia AP, ninguna figura importante del partido ha pedido al presidente que desista de ir a la reelección. Prominentes demócratas desde los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama hasta la exjefa de la Cámara Baja Nancy Pelosi le expresaron su apoyo.
«No se trata del desempeño en términos de un debate, se trata del desempeño en una presidencia», dijo Pelosi este domingo en CNN. «En un lado de la pantalla, tienes integridad, en el otro lado tienes deshonestidad», dijo, haciéndose eco de una serie de figuras del partido que intentan cambiar el enfoque de lo que dicen fue el desafortunado desempeño de Biden al aluvión de mentiras que dijo Donald Trump en el encuentro.
Biden «en absoluto» debería abandonar la carrera, dijo también este domingo el senador de Georgia Raphael Warnock a NBC. «Nuestra tarea es asegurarnos de que supere la línea de la meta en noviembre. No por su bien, sino por el del país», agregó.
Por su parte, el senador demócrata por Pennsylvania John Fetterman también defendió a Biden este domingo como candidato de su partido tras el pobre desempeño del debate del jueves. En una entrevista a Fox News, Fetterman recordó sus propios tropiezos en un debate contra el candidato republicano que le disputaba el escaño, Mehmet Öz, poco después de haber sufrido un derrame cerebral, en 2022.
“Tuvimos un debate difícil y aun así logramos ganar. Todo el mundo decía que ese era el final de mi carrera, que ese era el final de esta carrera y todos predecían que iba a perder por 2 puntos o más. Y superé a Öz por 5 puntos”, dijo Fetterman. “Y eso es lo que estoy diciendo. Es… que un debate no es una carrera”.
El senador también enfatizó en el contraste entre Biden y su rival. “Esta es una elección muy dura. ¿Qué tipo de presidente quiere usted para los próximos cuatro años?», cuestionó. “Donald Trump, que está obsesionado con la venganza y ha dejado muy claro que está aquí para vengarse. No creo que la presidencia deba utilizarse jamás en Estados Unidos como arma contra las personas que no están de acuerdo con uno”, opinó.
Donantes y estrategas demócratas divididos
De manera más callada, muchos donantes, estrategas del partido y miembros de base del Comité Nacional Demócrata están diciendo que quieren que Biden, de 81 años, se haga a un lado para permitir que el partido seleccione un reemplazo más joven en la Convención Nacional Demócrata en agosto. Sin embargo, por ahora, los aliados más cercanos de Biden insisten en que sigue bien posicionado para competir contra el republicano Donald Trump y no han dado indicios de que lo presionarán para que ponga fin a su campaña.
Los mejor posicionados para reemplazarlo (entre ellos la vicepresidenta Kamala Harris, el gobernador de California, Gavin Newsom, y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer) reiteraron su apoyo a Biden después del debate.
Muchos esperan ahora la primera ronda importante de encuestas públicas posteriores al debate para determinar sus próximos pasos.
Según una encuesta de CBS News realizada en los dos días posteriores al debate, casi tres cuartas partes de los votantes registrados creen ahora que Biden no debería postularse para presidente, incluido el 46% de los demócratas.
Biden y su familia viajaron al retiro presidencial de Camp David el sábado por la noche y según un reporte de NBC News, se esperaba que allí el presidente se reuniera con su familia para evaluar el futuro de su campaña de reelección, tras el fiasco del jueves. La Casa Blanca negó que el encuentro fuese para evaluar el futuro de la campaña. Y el subsecretario de prensa adjunto de la Casa Blanca, Andrew Bates, publicó en X que el viaje había sido planeado desde antes del debate, cuestionando la publicación de ese reporte.
Las encuestas de CNN y 538/Ipsos realizadas poco después del debate reflejaron que la mayoría de los observadores del debate piensan que Trump superó a Biden. Pero los índices de apoyo de ambos se mantuvieron prácticamente sin cambios, tal como lo hicieron después de la condena a Trump por cargos en Nueva York en ‘el caso Stormy Daniels’.
En una aparición posterior en MSNBC, Harrison minimizó la importancia de la conferencia telefónica, que, según dijo, era parte de una comunicación programada regularmente «para hablar sobre la situación de la carrera electoral» y la próxima convención nacional con los miembros electos del DNC en todo el país.
Biden y su campaña han tratado de proyectar confianza en los días transcurridos desde el debate del jueves en los que el presidente, que ya enfrentaba serias preocupaciones sobre su resistencia física y mental, ofreció una actuación marcada por repetidos tropiezos, pausas incómodas y un estilo de hablar pausado que muchas veces fue incluso difícil de entender.
Justo después de la llamada del Comité Nacional Demócrata del sábado, la campaña de Biden publicó un memorando de la asesora principal Jen O’Malley Dillon insistiendo en que el debate no tuvo un impacto tangible en las elecciones.
“En cada métrica que importa, los datos muestran que no hizo nada para cambiar la percepción del pueblo estadounidense. Nuestros partidarios están más entusiasmados que nunca y Donald Trump solo les recordó a los votantes por qué lo despidieron hace cuatro años y no lograron expandir su atractivo más allá de su base MAGA”, escribió O’Malley Dillon. “Si vemos cambios en las encuestas en las próximas semanas, no será la primera vez que las narrativas exageradas de los medios de comunicación hayan provocado caídas temporales en las encuestas”.
La campaña informó que desde el debate han recaudado 33 millones de dólares, incluidos 26 millones de dólares de donantes de base.
Mientras tanto, Biden pasó gran parte del sábado cortejando a donantes adinerados en el famoso enclave rico de los Hamptons en Nueva York. “No tuve una gran noche, pero tampoco Trump”, dijo Biden sobre el debate en una reunión en East Hampton, en donde dijo sobre Trump: “La gran conclusión fueron sus mentiras”.